Investigadores hallan evidencia de contagio emocional negativo en cuervos de laboratorio
Investigadores han encontrado evidencia de contagio emocional negativo en cuervos de laboratorio, cuyos estados de ánimo se ven determinados por un congénere cercano.
En su artículo publicado en PNAS, el grupo liderado por Jessie E. C. Adriaense, de la Universidad de Viena, describe sus experimentos con cuervos de laboratorio y lo que aprendieron.
El contagio emocional describe el estado emocional de una persona que afecta al de otra, seguido de una cascada de impactos subsiguientes en otras personas. En tal escenario, una persona malhumorada podría posiblemente empujar a una multitud entera a sentir esa misma emoción. En este nuevo esfuerzo, los investigadores informan que los cuervos aparentemente también tienen algún tipo de contagio emocional negativo.
Para descubrir si los cuervos se ven afectados por el estado de ánimo de otro que está muy cerca, emparejaron a ocho de las aves y sometieron a cada pareja a un experimento. A ambas aves se les dio una opción entre una caja que no contenía nada y otra con queso, que a las aves les gusta comer.
Después de varias pruebas, los pájaros aprendieron qué caja contenía el queso y cuál estaba vacía. Después de eso, los investigadores les presentaron una tercera caja y luego notaron cómo se comportaron los dos. Esta parte del experimento se conoció como una prueba de sesgo cognitivo, destinada a medir el grado de optimismo o pesimismo.
Luego, las aves se separaron y a uno se le dio la opción de comer zanahorias, que los cuervos no aprecian, o comida seca para perros, que les gusta. El otro cuervo (el observador) pudo ver cómo se comportaba su compañero, pero no se le permitió ver qué opciones le dieron. Posteriormente, a ambas aves se les realizó nuevamente la prueba de sesgo cognitivo.
Los investigadores informan que los cuervos observadores que habían visto a su compañero emparejado comportándose mal tardaron mucho más en investigar la tercera caja que se les presentó, lo que sugiere que se vieron afectados emocionalmente de forma negativa al ver a sus compañeros comportarse de manera negativa. Aquellos cuervos observadores que habían presenciado un comportamiento normal, por otro lado, también mostraron un comportamiento normal cuando se probaron. Los investigadores sugieren que sus experimentos indican que los cuervos pueden experimentar un contagio emocional negativo.
Fuente: europapress.es