Hallazgo asombroso: descubren una ardilla voladora gigante del tamaño de un gato que cruzó continentes y vivió entre mastodontes hace 5 millones de años
Un diente fósil encontrado en Tennessee ha revelado la existencia de una ardilla voladora gigante en América del Norte, cambiando lo que sabíamos sobre su historia evolutiva
Hace cinco millones de años, el sureste de Estados Unidos era un paraíso verde, con frondosos bosques que albergaban una fauna exótica. Entre los habitantes de este antiguo ecosistema había criaturas enormes y fascinantes: rinocerontes primitivos, mastodontes y hasta tapires. Pero un nuevo descubrimiento ha revelado un integrante inesperado en este paisaje prehistórico: una ardilla voladora gigante del tamaño de un gato.
Este hallazgo no solo sorprende por el tamaño de la ardilla, sino también por su procedencia. Investigadores de la East Tennessee State University (ETSU) han identificado un fósil que demuestra que estas ardillas voladoras, antes conocidas solo en Eurasia, lograron cruzar el Puente de Bering y colonizar América del Norte. La pieza clave del descubrimiento es un diente fosilizado, encontrado en el Gray Fossil Site, que se ha convertido en la evidencia más antigua de esta especie en el continente.
El estudio, publicado en la revista científica Journal of Mammalian Evolution, confirma que este género de ardilla, llamado Miopetaurista, era un habitante estable de los antiguos bosques de Tennessee. Su presencia refuerza la teoría de que, en un pasado lejano, la conexión entre los ecosistemas de Eurasia y América fue más fluida de lo que se pensaba.
Un gigante entre ardillas
Cuando pensamos en ardillas voladoras, imaginamos pequeños roedores planeando entre las ramas de los árboles, pesando apenas unos gramos. Sin embargo, Miopetaurista era una verdadera gigante dentro de su grupo. Se estima que pesaba alrededor de 1,5 kg, mucho más que cualquier ardilla voladora moderna en América del Norte, que rara vez supera los 100 gramos.
Este peso no le impedía desplazarse con agilidad por los árboles, ya que sus extremidades y su membrana de planeo le permitían recorrer grandes distancias en el aire. En los densos bosques del Plioceno, donde los árboles crecían a alturas impresionantes, la capacidad de planear era una ventaja crucial para escapar de depredadores y buscar alimento sin necesidad de descender al suelo.
Pero la historia de este fósil no se limita a su tamaño. Su origen plantea un enigma aún más interesante. Hasta ahora, este tipo de ardillas solo se conocía en Asia y Europa, por lo que su presencia en Tennessee sugiere un viaje transcontinental inesperado. Los investigadores creen que esta ardilla voladora llegó a América del Norte cuando el Puente de Bering conectaba ambos continentes, permitiendo a muchas especies cruzar de un lado a otro en busca de mejores condiciones climáticas.
Gray Fossil Site: una cápsula del tiempo prehistórica
El lugar donde se encontró este fósil es tan fascinante como el hallazgo en sí. Gray Fossil Site, en Tennessee, es un antiguo sumidero natural que, hace cinco millones de años, se convirtió en una trampa mortal para animales y plantas. A lo largo de los milenios, el agua y el lodo cubrieron los restos de cientos de criaturas, preservándolos en condiciones excepcionales.
Este sitio es una de las ventanas más importantes al pasado del sureste de Estados Unidos. Se han encontrado fósiles de mastodontes, rinocerontes, tapires e incluso caimanes, lo que indica que esta región tenía un clima mucho más cálido y húmedo que en la actualidad. Ahora, con el descubrimiento de Miopetaurista, se añade una pieza clave al rompecabezas de este ecosistema extinto.
El fósil de la ardilla voladora en Gray Fossil Site es incluso más antiguo que los registros previos de este género en Florida, lo que lo convierte en el testimonio más antiguo de esta ardilla voladora en América del Norte. Esto significa que esta especie llegó a la región mucho antes de lo que se pensaba y que pudo haber habitado una zona más extensa antes de su desaparición.
¿Por qué desapareció Miopetaurista?
A pesar de haber encontrado un hogar en los frondosos bosques de Tennessee, esta ardilla voladora gigante no logró sobrevivir a los cambios drásticos del clima. Con la llegada del Pleistoceno, hace unos 2,6 millones de años, las condiciones ambientales comenzaron a cambiar de forma radical.
Las temperaturas bajaron, los bosques densos dieron paso a ecosistemas más abiertos y fríos, y muchas especies se vieron forzadas a migrar o adaptarse a las nuevas condiciones. Se cree que pudo haber encontrado refugio en regiones más cálidas, como Florida, durante un tiempo, pero finalmente no pudo competir con las nuevas especies que emergieron en estos entornos cambiantes.
La extinción de esta ardilla voladora no fue un caso aislado. Durante el Pleistoceno, Norteamérica sufrió la desaparición de numerosas especies que habían dominado la región durante millones de años, desde mastodontes hasta perezosos gigantes. Este proceso de extinción masiva marcó el comienzo de la fauna que conocemos hoy en día.
Un hallazgo que reescribe la historia de la fauna americana
El descubrimiento en Tennessee no solo amplía nuestro conocimiento sobre la evolución de las ardillas voladoras, sino que también plantea nuevas preguntas sobre la migración de los mamíferos entre continentes. ¿Cuántas especies desconocidas cruzaron el Puente de Bering sin que lo sepamos aún? ¿Podría haber más fósiles esperando a ser descubiertos en Gray Fossil Site?
A medida que los investigadores continúan explorando este yacimiento, es probable que más sorpresas salgan a la luz. El hecho de que un solo diente haya cambiado nuestra comprensión sobre la distribución de Miopetaurista demuestra que, en la paleontología, cada pequeño hallazgo tiene el potencial de reescribir capítulos completos de la historia natural.
Gray Fossil Site sigue siendo un tesoro oculto de la paleontología, un sitio que, incluso después de 25 años de excavaciones, sigue sorprendiendo a los científicos con nuevas revelaciones. Y, quién sabe, quizás el próximo gran descubrimiento sea aún más sorprendente que una ardilla voladora gigante.
Fuente: muyinteresante.com