Estudio confirma que grandes felinos se mandan mensajes entre miembros de su propia especie
Un equipo internacional liderado y coordinado por investigadores de la Estación Biológica de Doñana (EBD) ha confirmado con un estudio de observación que especies de grandes felinos como pumas y jaguares dejan marcas con arañazos en los suelos de caminos, pistas sin pavimentar y senderos con las que buscan señalizar un territorio y comunicar una determinada información a otros miembros de su comunidad.
En un comunicado, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de Sevilla, al que pertenece el EBD, ha explicado que es un comportamiento habitual entre mamíferos la ejecución de acciones de comunicación para proveer a otros miembros de la comunidad información sobre la presencia, identidad, salud o estatus social de un determinado individuo de la misma o diferente especie o también para señalizar las zonas donde obtener alimentos.
El “lenguaje” utilizado para esta comunicación suele ser diferentes tipos de señales visuales, táctiles, vocales u olfativas y en el particular caso de los mamíferos carnívoros la literatura científica ha documentado ampliamente el uso de marcas de olor como orina, secreciones o precisamente la realización de rasguños en la tierra, según ha añadido CSIC.
Arañar el suelo es un comportamiento frecuente en los felinos más grandes de América, aunque en algunas áreas no suele ser tan habitual, pero, además, la investigación apunta que “los arañazos parecen señalar lugares específicos dentro de los territorios y los datos sugieren que están hechos con el propósito de comunicación entre individuos”. Todo apunta a que el comportamiento de arañar es más frecuente en pumas que en los jaguares.
Muestreos de arañazos en México, Belice y Brasil
El investigador de la EBD y autor principal del estudio, Francisco Palomares, ha detallado que se llevaron a cabo muestreos de arañazos que duraron entre cinco días y dos meses, principalmente durante la estación seca en cinco áreas de estudio de México (El Edén y San Ignacio), Belice (Cockscomb), y Brasil (Angatuba y Serra das Almas), que difirieron en presencia y abundancia de jaguares y pumas.
Los transeptos se realizaron a pie por equipos normalmente compuestos por dos personas, distinguiendo entre caminos de tierra no pavimentados, senderos y campo a través.
Palomares ha afirmado que encontraron un total de 269 arañazos de felinos a lo largo de 467 kilómetros analizados, obteniendo una tasa de 0,576 arañazos por kilómetro. “Había claras diferencias en la posición de los rasguños entre las áreas de estudio”, según el investigador, que ha añadido que daban información sobre la “predominancia en la región de una de las dos especies estudiadas”.
“Los arañazos fueron localizados principalmente en el centro de los caminos en áreas donde sólo había pumas, en el centro y en el borde en áreas con un número similar de jaguares y pumas y en el borde en el área dominada principalmente por jaguares”, ha puntualizado Palomares.
No obstante, no todos los miembros de las comunidades de grandes felinos llevan a cabo estas tareas de comunicación, ni todos los terrenos sirven por igual como “lienzo” para registrar los mensajes.
La investigación señala también que generalmente son los ejemplares machos adultos los que realizan los arañazos y prefieren hacerlos en espacios cubiertos por hojas y ubicados en caminos menos anchos, limpios y poco utilizados como en caminos y senderos poco transitados, pero no completamente abandonados. En muy raras ocasiones dejaron marcas a campo traviesa.
Fuente: rtve.es