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El vuelo más rápido del mundo y un sistema de defensa único en su especie: el secreto del escarabajo tigre

¿Qué arma le ha dado la naturaleza al escarabajo tigre para ahuyentar a los murciélagos? He aquí algunas de las claves de su técnica especial

Los animales que han perdurado en los ecosistemas han desarrollado técnicas evolutivas para sobrevivir. Los entornos pueden ser muy peligrosos por la aparición de nuevos depredadores, algo que hace que se tengan que desarrollar nuevas armas. En el día de hoy queremos hablarte del escarabajo tigre, uno de los animales más rápidos del mundo y que ha desarrollado una defensa especial para confundir a los murciélagos. ¿En qué consiste esta curiosa cualidad para no ser ingeridos por estos mamíferos?

Cómo pueden sobrevivir los escarabajos tigre entre colonias de murciélagos

Lo primero que hay que destacar es que los escarabajos tigre pueden formar parte del menú de los murciélagos. Estos insectos han sido masacrados durante miles de años, pero la evolución les ha dado una segunda oportunidad. Gracias al desarrollo de una curiosa técnica de chasquidos, estos seres vivos consiguen engañar a los sentidos de los animales voladores, y eso que incluso son capaces de hacer pequeños vuelos a 8 kilómetros hora, el equivalente a que un humano se moviera a 360 kilómetros por hora. Gracias a una continua mejora de su mecanismo de defensa, han podido hacer frente a la ecolocalización de los ‘chupasangre’.

De acuerdo con un estudio realizado por un equipo de profesionales del mundo de la biología, ambas especies de animales suelen se enfrentan periódicamente a guerras sónicas. El murciélago es el depredador, mientras que el escarabajo tigre busca defenderse. La especie de sónar de que dispone el mamífero recibe alertas sobre la presencia de polillas tóxicas, cuando en realidad se trata del chasquido emitido por el escarabajo.

La clave del desarrollo de este sonido está en que la polilla no se encuentra entre los principales manjares de los murciélagos, ya que cuentan con sustancias tóxicas y que, adicionalmente, su sabor no es el más provechoso. La Teoría de la evolución de Darwin lo deja muy claro: aquellas especies con mejor capacidad para superar obstáculos del medio son las que perdurarán en un ecosistema. Tras múltiples generaciones de escarabajos, han podido sobrevivir aquellos que aprendieron esta técnica disuasoria que tan buenos resultados a cosechado.

Haber desarrollado una defensa química hubiera sido lo más razonable, pero esto es algo completamente innato, por lo que recurrieron a la imitación del sonido de una especie que sí contaba con este tipo de defensa. Los murciélagos, cuya vista es prácticamente nula, se guían por la denominada ecolocalización. Gracias a este sistema de protección, se pudo comprobar cómo se producía un engaño y que, por tanto, no terminaban alimentándose de ellos.

No es la primera vez que asistimos a un curioso mecanismo de defensa desarrollado por los escarabajos. El denominado escarabajo longicornio conseguía establecer una especie de manto capaz de cubrir las áreas de su cuerpo más expuestas a posibles depredadores. De esta manera, conseguía incrementar su volumen para parecer un enemigo más imponente en caso de producirse un lance con otro animal.

Fuente: mundodeportivo.com