El misterio del ‘Pelagothuria natatrix’, un pepino de mar que desconcierta a los biólogos
Vive en el fondo del mar sin apenas oxígeno y nadando todo el tiempo
Los pepinos de mar son un gran desconocido en España. No así en el sureste asiático, donde se les considera una delicia gastronómica. Su nombre científico es holoturia y se calcula que existen desde el Silúrico, desde hace unos 400 millones de años.
Grandes y gomosos, son una clase del filo Echinodermata, que incluye animales de cuerpo vermiforme alargado y blando que vive en los fondos de los mares de todo el mundo, donde desplegados pueden muchas veces parecer medusas.
Se conocen unas 1.749 especies. De todas ellas, hay unas cuantas importantes en alimentación como son Holothuria scabra, Holothuria fuscogilva, Actinopyga mauritiana, Stichius japonicus, Parastichopus californicus, Thelenota ananas y Acaudina molpadioides.
Para su suerte (te contamos más abajo por qué), no está entre los pepinos de mar que se comen el Pelagothuria natatrix. Es la única especie de pepino de mar del género Pelagothuria y, de momento, el único verdaderamente pelágico.
El Pelagothuria vive en las profundidades de los océanos, a profundidades que van de 196 a 4.440 metros. Lleva una vida de medusa y a menudo en zonas con muy poco oxígeno. Su aspecto es único en todas las holoturias y de hecho recuerda a una medusa.
Sigue siendo un misterio para los biólogos marinos cómo sobrevive el Pelagothuria en estas difíciles condiciones. Cuenta The Guardian que muchos de los animales que viven en las profundidades marinas tienen cuerpos formados principalmente por agua con una pequeña cantidad de colágeno mezclado.
Esta sustancia gelatinosa requiere poca energía para su fabricación y mantenimiento, por lo que es ideal para los animales que viven en profundidades donde el alimento suele ser escaso. Además, los animales gelatinosos son intrínsecamente flotantes, por lo que no tienen que gastar su valiosa energía y oxígeno nadando enérgicamente para mantenerse a flote, sino que pueden ir a la deriva.
Otras especies de pepinos de mar nadan ocasionalmente, pero el Pelagothuria pasa la mayor parte de su tiempo nadando. Utiliza la red que rodea su boca para impulsarse por la columna de agua. “Viven en el fondo, pero pueden nadar cuando quieren”, le ha explicado al periódico Chris Mah, biólogo del Instituto Smithsonian.
Los ancestros del Pelagothuria luego evolucionaron para ser cada vez mejores nadadores hasta adoptar un estilo de vida de medusa a tiempo completo, dice Mah. Se trata de un caso de evolución convergente en el que organismos emparentados a distancia, en este caso pepinos de mar y medusas, han resuelto retos con un resultado similar, detalla.
Pepinos de mar, objetos de deseo
Decíamos que el Pelagothuria natatrix tiene la suerte de no estar entre los pepinos de mar que se comen. Y es que su demanda, especialmente en China, está suponiendo su acelerada desaparición. Las organizaciones ecologistas y conservacionistas han puesto el grito en el cielo porque el pepino de mar es fundamental para el ecosistema marino y, concretamente, para la salud de los corales.
“Tanto dinero se paga por los pepinos de mar que en su tráfico ya están implicadas las mafias mexicanas y asiáticas”
La oferta mundial de este animal fue de unos 270 millones de dólares sólo en el 2020. Chinos y hongkoneses son sus principales compradores y su demanda creciente ha disparado los precios.
Cuenta Yahoo Noticias que unos 600 gramos de pepino de mar deshidratado puede costar unos 189 dólares estadounidenses en Hong Kong, pero las especies más valiosas pueden llegar a la astronómica suma de 3.500 dólares por kilo.
En México se recoge mucho pepino de mar. Tanto dinero se paga que en su tráfico ya están implicadas las mafias mexicanas y asiáticas; y tanta la demanda china que está transformando las tradiciones pesqueras del sureste mexicano.
Allí, familias que tradicionalmente pescaban pargo, mero, pulpos y langostas se han visto amenazadas y desplazadas por las mafias que buscan pepunos de mar, ha mostrado Telemundo en un reportaje.
La producción mexicana de pepino de mar se exporta a Asia y también a Estados Unidos. El Center for Biological Diversity de este último país ha detectado que las importaciones hacia territorio estadounidense han crecido 36 veces en la última década. Por ello piden que se ampare al pepino de mar como especie en peligro de extinción.
Fuente: 20minutos.es