El uso de etanol de maíz está reduciendo la huella de carbono y disminuyendo los gases de efecto invernadero emitidos desde Estados Unidos.
Un estudio del Argonne National Laboratory, publicado en Biofuels, Bioproducts and Biorefining, analiza la producción de etanol de maíz en los Estados Unidos de 2005 a 2019, cuando la producción se cuadruplicó. Los científicos evaluaron la intensidad de emisión de gases de efecto invernadero (GEI) del etanol de maíz (a veces conocida como intensidad de carbono o CI) durante ese período y encontraron una reducción del 23% en el CI.
Según los científicos de Argonne, la producción de etanol de maíz aumentó durante el período, de 6.100 a 57.000 millones de litros. Las políticas de apoyo a los biocombustibles, como el Estándar de Combustible Renovable de la Agencia de Protección Ambiental y el Estándar de Combustible Bajo en Carbono de California, ayudaron a generar el aumento. Ambos programas federales y estatales evalúan las emisiones de GEI del ciclo de vida de las vías de producción de combustible para calcular los beneficios del uso de combustibles renovables.
Para evaluar las emisiones, los científicos utilizan un proceso llamado análisis del ciclo de vida, o LCA, el método estándar para comparar los impactos relativos de las emisiones de GEI entre diferentes vías de producción de combustible.
“Desde finales de la década de 1990, los estudios de LCA han demostrado los beneficios de reducción de emisiones de GEI del etanol de maíz como alternativa a la gasolina”, señaló en un comunicado el científico senior de Argonne Michael Wang, quien dirige el Centro de Evaluación de Sistemas en la división de Sistemas de Energía del laboratorio y es uno de los principales responsables del estudio investigadores. “Este nuevo estudio muestra la continua tendencia a la baja de las emisiones de GEI de etanol de maíz”.
“La vía de producción de etanol de maíz, tanto en términos de cultivo de maíz como de biorrefinerías, ha evolucionado enormemente desde 2005”, observó el analista de Argonne Uisung Lee, primer autor del estudio. Lee señaló que el estudio se basó en estadísticas integrales del cultivo de maíz del Departamento de Agricultura de EE.UU. y de la producción de etanol de maíz a partir de datos de referencia de la industria.
Hoyoung Kwon, un coautor, afirmó que los rendimientos de grano de maíz de EE.UU. Mejoraron en un 15%, alcanzando 168 celemines (un celemín son 25 kilos) por acre (un acre son 4.000 metros cuadrados) a pesar de que los insumos de fertilizantes se mantuvieron constantes y dieron como resultado una menor intensidad en el aporte de fertilizantes por celemín de maíz cosechado: reducciones del 7% en el uso de nitrógeno y 18% en uso de potasa.
May Wu, otro coautor, agregó que los rendimientos de etanol aumentaron un 6,5%, con una reducción del 24% en el uso de energía de la planta de etanol.
“Con el aumento del volumen total y la reducción de los valores de CI del etanol de maíz entre 2005 y 2019, el etanol de maíz ha resultado en una reducción total de GEI de más de 500 millones de toneladas entre 2005 y 2019”, enfatizó Wang. “Para Estados Unidos, los biocombustibles como el etanol de maíz pueden desempeñar un papel fundamental en la reducción de nuestra huella de carbono”.
Fuente: europapress.es