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Dos criaturas jurásicas arrojan luz sobre la evolución de los mamíferos

Fósiles de dos mamaliaformes del Jurásico han permitido comprender los procesos evolutivos que condujeron a diversas características de los mamíferos.

Los mamaliaformes son organismos extintos y existentes que están estrechamente relacionados con los mamíferos.

En dos estudios consecutivos publicados en ‘Nature’, el doctor Mao Fangyuan y el Doctor Zhang Chi del Instituto de Paleontología y Paleoantropología de Vertebrados (IVPP) de la Academia de Ciencias de China, junto con colegas de Australia y Estados Unidos, informaron recientemente sobre dos formas de mamaliaformes del Jurásico de China, que revela la diversificación dental más temprana, los oídos medios mandibulares y la transformación articular-cuadrada de las formas mamíferas.

Los estudios proporcionan información clave sobre el cambio evolutivo desde los huesos de la mandíbula de los reptiles hasta los primeros huesecillos del oído medio de los mamíferos, presentando nuevas perspectivas sobre la diversidad temprana de las formas de los mamíferos y remodelando la filogenia temprana de los mamíferos.

Los shuoteridos eran mamíferos del Jurásico con molares pseudotribosfenicos que presentaban un «pseudotalonido» (una estructura similar a una cuenca) delante del trigonido en los molares inferiores. Por el contrario, los molares de los mamíferos vivos presentan un patrón tribosfénico en el que el talónido se sitúa detrás del trígónido y «recibe», es decir, se entrelaza con el protocono del molar superior para el procesamiento/masticación de los alimentos.

Tradicionalmente, los shuotéridos se han agrupado filogenéticamente con los «australosfenidanos» (incluidos los monotremas vivos), pero esta relación es controvertida y deja algunas cuestiones morfológicas, paleogeográficas y funcionales desconcertantes sin explicación en las formas de los mamíferos.

En el primer artículo, los investigadores examinaron dos especímenes de la localidad de Daohugou del Jurásico Medio en Mongolia Interior y establecieron un nuevo género y especie de shuotheriid, Feredocodon chowi. Basándose en la evidencia de las denticiones completas, las relaciones oclusales y la homología serial de los dientes, los investigadores propusieron una nueva interpretación: los molares pseudotribosfénicos son en realidad homólogos al patrón molar de los docodontes.

Los resultados de los análisis filogenéticos reconstruidos a partir de los caracteres dentales revisados sugieren que un ancestro similar al Morganucodon dio lugar de forma independiente a tres grupos principales de formas mamíferas: Docodontiformes (Docodonta y Shuotheridia), Allotheria y Holotheria (symmetrodontans, therians y parientes). La característica clave de la evolución de los dientes en las primeras formas de mamíferos es que los molares, que surgieron del patrón triconodonte ancestral como en Morganucodon , se volvieron más anchos y complejos para adaptarse a un procesamiento de alimentos más eficiente. Sin embargo, los procesos evolutivos de los tres grupos se desarrollaron en direcciones diferentes.

En el segundo artículo, los investigadores informaron sobre los oídos medios mandibulares (MdME) de dos especies: uno es el shuotheriid Feredocodon descrito anteriormente y el otro es un animal parecido al Morganucodon de la Biota Lufeng del Jurásico Temprano, llamado Dianoconodon youngi. Las dos especies mostraron algunas características morfológicas nuevas que respaldan el cambio evolutivo de los huesos de la articulación de la mandíbula a los huesecillos del oído medio en los primeros mamíferos.

Las características mandibulares sugieren que una de las articulaciones duales de la mandíbula en el ancestral Morganucodon , la articulación articular-cuadrada, perdió su función de carga en Dianoconodon , mientras que el oído medio mandibular estaba mejor adaptado para oír. Los huesos posdentarios de la especie shuotheriid son más avanzados y muestran características adecuadas para una función puramente auditiva.

La nueva evidencia proporciona información sobre cómo el cartílago osificado de Meckel funcionó como mecanismo estabilizador y revela que el desplazamiento medial del cuadrado con respecto al hueso articular jugó un papel crítico en la transformación de una articulación de la mandíbula que soporta carga a las estructuras del oído medio.

Esta investigación apoya y mejora firmemente la opinión de que la evolución gradual del oído medio de los mamíferos es un ejemplo clásico de la evolución de los vertebrados, según los autores.

Fuente: europapress.es