Un equipo de la Academia de Ciencias de California (EEUU) ha descubierto una nueva especie de pez de arrecife, con rayas rosadas y amarillas, en el remoto archipiélago brasileño de San Pedro y San Pablo, a 400 pies de profundidad. La descripción de la nueva especie se ha publicado en la revista ‘Zookeys’.

“Este es uno de los peces más bellos que he visto”, asegura Luiz Rocha, investigador de la Academia y co-líder de la iniciativa ‘Hope for Reefs’. “Fue tan fascinante que nos hizo ignorar todo lo que lo rodeaba”, añade. El pez ha sido bautizado en recuerdo a Afrodita, la diosa del amor y la belleza que hechizó a los antiguos dioses griegos.

“Los peces de la zona crepuscular tienden a ser de color rosado o rojizo”, apunta Hudson Pinheiro, otro de los coautores. “La luz roja no penetra en estas profundidades oscuras, haciendo que los peces sean invisibles a menos que se los ilumine con una luz como la que llevamos mientras buceamos”, subraya.

De vuelta en la Academia, la gerente de laboratorio y colecciones Claudia Rocha ayudó al dúo de buceo a describir la nueva especie: los machos están equipados con rayas rosadas y amarillas alternadas, mientras que las hembras lucen un sólido color naranja. Usando un microscopio, el equipo contó las aletas y midió la longitud de la columna vertebral. El análisis de ADN reveló que la nueva especie es el primer miembro de su género que habita el Atlántico.

El nuevo habitante de las profundidades es un notable testimonio de los vastos hábitats oceánicos que aún permanecen inexplorados. Rocha y Pinheiro son parte de un equipo de investigación que realiza inmersión profunda y se aventura en los arrecifes de la zona del crepúsculo: hábitats de coral que se extienden a través de una angosta banda de océano de 200 a 500 pies de profundidad. En estos arrecifes profundos, los animales viven en oscuridad parcial.

Como parte de su iniciativa ‘Hope for Reefs’, el equipo de la Academia y sus colaboradores están explorando esta frontera desconocida con la ayuda de equipos de alta tecnología que les permiten a extender su tiempo de investigación bajo el agua.

A cerca de 600 millas de la costa de Brasil, este archipiélago es tan remoto que el equipo de buceo tuvo que utilizar el buque de investigación M/V Alucia. Los afloramientos rocosos son extensiones de la dorsal mesoatlántica, un límite activo de placa tectónica que asoma a la superficie del océano. Dada la geología única y la ubicación aislada de la región, muchas de las especies que viven allí no se encuentran en ningún otro lugar de la Tierra.

En un reciente trabajo, el equipo descubrió que estos arrecifes son ecosistemas únicos llenos de vida y tan vulnerables a las amenazas del cambio climático como sus contrapartes poco profundas, según ´la información de la Academia de Ciencias de California recogida por DiCYT.

“En un momento de crisis mundial para los arrecifes de coral, aprender más sobre los hábitats de inexplorados y sus coloridos residentes es fundamental para nuestra comprensión sobre cómo protegerlos”, destaca Rocha. “Nuestro objetivo es resaltar las maravillas vastas e inexploradas del océano e inspirar a una nueva generación de promotores de sostenibilidad”.

Fuente: noticiasdelaciencia.com