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Descubren un nuevo pez de arrecife que cuida de sus crías

Los peces de los arrecifes de coral producen un gran número de crías que se dispersan por todo el océano en forma de larvas. Estos jóvenes se independizan rápidamente, van a la deriva, siguiendo la corrientes marinas hasta que encuentran un nuevo lugar en el que establecerse.

Son muy pocos los miembros de esta familia que cuidan de su descendencia en el mismo arrecife, hasta que crece los suficiente para valerse por sí misma. Por ejemplo, de los más de 380 tipos de pez damisela, solo se conocían tres que protegieran de este modo a sus crías.

Giacomo Bernardi, profesor de ecología y biología evolutiva de la Universidad de California Santa Cruz (EE UU) ha descubierto, junto a su equipo, una nueva especie de damisela, del género Altrichthys, que también usa esta estrategia. La investigación se ha publicado esta semana en la revista ZooKeys.

El equipo de Bernardi se encontraba en la isla de Busuanga (Filipinas) estudiando a los Altrichthys de la zona. Bucearon hasta el otro lado de la isla, lejos del área que tenían como base, y allí encontraron al nuevo animal del que observaron este comportamiento tan característico.

“Tan pronto como entramos en el agua, vimos que se trataba de una especie diferente. Es muy inusual observar a los peces de arrecife de coral proteger a sus bebés, así que impacta cuando lo ves”, explica el investigador.

Las pruebas genéticas realizadas a los especímenes recogidos confirmaron que efectivamente se trataba de una nueva especie. Los científicos la han nombrado Altrichthys alelia –pez damisela de Alelia–, un nombre derivado del de los hijos de Bernardi (Alessio y Amalia), que participaron en el trabajo de campo.

Según el experto, de manera general, menos del 1% de las larvas que se dispersan por el océano consiguen asentarse en un arrecife, donde la supervivencia crece hasta el 35%. El cuidado parental permite que las crías crezcan con mucha más facilidad.

Aun así, es muy raro encontrar comportamientos similares en este tipo de peces. “Sin duda esta aptitud es una gran ventaja, pero ¿por qué no lo hacen todos?”, se pregunta Bernardi. “Tiene que haber también alguna desventaja”, subraya.

La otra cara de la moneda es que esto hace a la especie mucho más vulnerable a la extinción. Los individuos sobreviven con más facilidad, pero en el mismo lugar no se extienden a través del océano lejos del arrecife de sus padres.

Esto es algo habitual en los peces apelágicos que no pasan por la fase en la que buscan otros lugares que colonizar (lo que los especialistas llaman fase pelágica). Su presencia está restringida a áreas muy pequeñas y es más sencillo que puedan desaparecer.

“Sospecho que evolucionan normalmente hasta que hay algún cambio en el hábitat local y después toda la población se extingue. Son una especie muy frágil”, indica Bernardi.

El autor los compara con el cardenal de Banggai (Pterapogon kauderni), un pez que solo se encuentra en la isla del mismo nombre en un archipiélago de Indonesia. “Se descubrió hace unos años en esa zona y ya se encuentra en la lista de especies amenazadas”, concluye.

Fuente: noticiasdelaciencia.com