Descubren mariposas mutantes en Fukushima
Está fue la primera muestra de consecuencias derivadas del desastre nuclear
El accidente de la planta nuclear de Fukushima, en Japón, causo una aparición de mariposas mutantes. Al menos en tres generaciones de mariposas, se presentaron mutaciones genéticas, según revela un estudio de la Universidad Ryukyo en Okinawa que acaba de publicar la revista Nature.
Mediante la comparación de las mutaciones encontradas en las mariposas seleccionadas en los diferentes sitios, el equipo de investigadores halló que las áreas con mayores cantidades de radiación eran el hogar de las mariposas, presentando mayor cantidad de malformaciones.
Científicos hallan mariposas mutantes
Científicos informaron sobre el hallazgo de mariposas mutantes en Japón, lo que parece ser la primera muestra de consecuencias derivadas del desastre nuclear del 2011 en Fukushima. La planta nuclear de Fukushima Daiichi expulsó radiación, lo que causó el desplazamiento de decenas de miles de residentes del área circundante al peor accidente nuclear desde el ocurrido en 1986 en Chernóbil, Ucrania.
Tras una investigación, los investigadores encontraron que algunas de las mariposas afectadas por mutaciones tenían las alas rotas o torcidas, cambios de tamaño y en sus patrones de color, y puntos anómalos en el cuerpo.
Entre las mariposas azules de la especie Pseudozizeeria maha, muy común en el país nipón, descubrieron que el 12% de las que estaban en estado de larva durante el desastre ocurrido tras el tsunami del 11 de marzo de 2011, tenían las alas mucho más pequeñas y los ojos irregularmente desarrollados.
Un suceso que muestra la resistencia de los insectos a la radiación
“Se ha creído que los insectos son muy resistentes a la radiación, en ese sentido nuestros resultados fueron inesperados”, aseguró el autor principal del estudio, Joji Otaki.
De hecho, para asegurarse de que el desastre nuclear fue la causa de las mutaciones, los investigadores recogieron mariposas que no habían sido afectadas durante el incidente en Fukushima y las expusieron a dosis bajas de radiación, encontrando resultados similares.
Para Joji Otaki y sus colegas no cabe duda de que la radiación liberada de la planta de Fukushima dañó los genes de estos insectos. No obstante, para saber si otros animales se han visto afectados de un modo parecido harán falta experimentos similares para cada especie.
Los científicos creen que harán falta décadas antes de que la zona que rodea a Fukushima pueda volver a ser habitada por la población sin riesgos para la salud.
Fuente: ecoosfera.com