Cinco camuflajes sorprendentes del reino animal
Tras millones de años de evolución, muchos seres vivos se han visto obligados a adaptarse al medio con tal de sobrevivir. Algunos han desarrollado más corpulencia para cazar mejor a sus presas, otros altura para poder alimentarse mejor de las copas de los árboles… pero los hay que han desarrollado un camuflaje que les permite pasar desapercibidos.
La capacidad tienen algunos animales para mimetizarse con su entorno es tal que resultan muchas veces prácticamente invisibles para el ojo humano y requieren de toda nuestra atención para detectarlos. Unos se aprovechan de este camuflaje para cazar y otros para no ser cazados.
Aquí van algunas muestras de animales con estas capacidades tan increíbles.
Insectos hoja
De la misma familia de los insectos palo y los insectos corteza. Son fásmidos (Phasmida o Phasmatodea) y provienen de la América cálida. Hay descritas casi 3000 especies.
Probablemente se trate del grupo animal más y mejor especializado en camuflaje. Y no son extraordinarios solo por eso: entre los fásmidos se encuentran los insectos más pesados (hasta 40 gramos) y los más grandes (hasta 3,7 centímetros).
Mantis orquídea
Hermosa como una flor, y letal, al contrario que los pacíficos insectos anteriores. Hymenopus coronatus es una mantis que aprovecha el parecido de sus patas con los pétalos de la flor para atraer a otros insectos. Entonces los devora.
Procede del sudeste asiático y si se le levanta en el aire tratan de morder todo aquello a su alcance. Aunque son incapaces de dañar al ser humano, es capaz de cazar incluso pequeñas lagartijas. Sus depredadores naturales incluyen los lagartos, sapos, aves, roedores, murciélagos y musarañas.
Autillo yanqui
También conocido como autillo chillón o tecolote oriental (Megascops asi), se le puede ver (aunque va a costar mucho hacerlo) en el norte de América, desde México hasta Canadá.
Este pequeño búho (como mucho alcanza los 25 centímetros y los 244 gramos) se mimetiza completamente con el tronco del árbol, donde reposa. Sitio que puede aprovechar para observar a sus presas sin estar en peligro.
Uroplatus sikorae
¿Lo ves? ¿Seguro que lo ves?. Pues ahí está, sobre el tronco, un ejemplar de Uroplatus sikorae, un reptil de entre quince y veinte centímetros, endémico de Madagascar.
La capacidad de este gecko le hace parecer una parte más del árbol. No se supo de su existencia hasta 2013. No es de extrañar.
Pez piedra
El Synanceia horrida, si nos ponemos formales a la hora de llamarlo,habita en aguas tropicales de los océanos Índico y Pacífico, sobre todo en aguas australianas y malayas.
Se adhiere al suelo marino dando una apariencia de piedra, lo que le da nombre. Además de difícil de ver es peligroso. El contacto directo con las espinas de sus aletas, que contienen un potente veneno neurotóxico, puede ser mortal para los seres humanos.
Fuente: 20minutos.es