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Científicos descubren posible ‘guardería’ de tiburones martillo en Islas Galápagos

Tras varias observaciones y documentación, científicos creen que éste podría ser el primer sitio de crianza conocido para el tiburón martillo

Una posible “guardería” de tiburones liso martillo fue identificada por primera vez en las Islas Galápagos, tras haber observado a varios individuos jóvenes en una pequeña bahía de Isabela, la isla más grande del archipiélago, durante una expedición científica realizada recientemente a bordo del Arctic Sunrise, el barco de la organización ecologista Greenpeace.

El descubrimiento, que está pendiente de confirmación con base en un mayor estudio de la zona, se realizó durante unas jornadas de etiquetamiento de tiburones que estaban programadas dentro de la expedición.

El equipo científico pudo colocar un dispositivo de rastreamiento a una hembra de tiburón martillo liso subadulto, a la que nombraron Alba, en honor a la actriz española Alba Flores, mundialmente conocida por interpretar a Nairobi en la serie “La casa de papel”, quien también fue parte de esa expedición para instar a la ratificación del Tratado Global de los Océanos.

Galápagos es famoso por sus agregaciones de tiburones martillo común adultos (sphyrna lewini), pero el tiburón martillo liso (sphyrna zygaena) “rara vez se observa y no había sido rastreado hasta ahora”, señaló Greenpeace en un comunicado.

Tras varias observaciones y documentaciones de individuos juveniles de tiburón martillo liso en una pequeña bahía en la isla Isabela, los científicos creen que éste podría ser el primer sitio de crianza conocido para esos tiburones en el archipiélago, situado a unos mil kilómetros al oeste de las costas continentales de Ecuador.

“¡Este es un descubrimiento asombroso! No sólo esta especie rara vez se reporta aquí, sino que en esta bahía hemos encontrado numerosos juveniles de hasta un año de edad, lo que sugiere que éste podría ser un sitio de crianza”, dijo el británico Alex Hearn, de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ) y MigraMar.

La coordinadora marina de la Fundación para la Conservación Jocotoco, Paola Sangolquí, aseveró que el hallazgo muestra la importancia de proteger la reserva y sus aguas circundantes.

“Espero que toda la información recopilada durante esta expedición de seis semanas contribuya a respaldar firmemente la ratificación del tratado de alta mar y la protección de especies migratorias, que no conocen límites”, dijo.

Científicos seguirán observando la zona de tiburones

Para que un sitio sea considerado de crianza debe haber más crías de tiburón en el lugar que en áreas circundantes, los tiburones deben permanecer en el sitio por tiempo prolongado, y el sitio debe ser utilizado por generaciones sucesivas de crías.

“Si podemos aprender por qué las crías de tiburón martillo liso usan este lugar en particular, podemos hacer predicciones sobre dónde más podríamos encontrarlos en toda la región”, anotó Hearn.

El británico, líder de la expedición, recordó que en Galápagos, los tiburones están protegidos, pero ese “no es el caso cuando, como especie migratoria, abandonan la reserva”.

“Si podemos mapear los hábitats clave de los tiburones, podemos tomar medidas para promover más áreas protegidas en alta mar, donde estos tiburones migran, para evitar que sean atrapados”, añadió.

A medida que los científicos siguen los movimientos de “Alba”, podrán evaluar su vulnerabilidad si abandona las aguas protegidas de la Reserva Marina de Galápagos.

Alba Flores declaró que saber que un tiburón lleva su nombre “es un honor y un símbolo importante”, que le compromete aún más a proteger los océanos.

“Estoy decidida a seguir difundiendo sobre la conservación y apoyando a las personas que trabajan todos los días para defender esta increíble vida silvestre”, avanzó Flores.

La expedición científica a bordo del barco de Greenpeace se enfocó en evaluar la biodiversidad marina en torno a Galápagos y recoger evidencias del tránsito de una gran corredor migratorio submarino existente entre Ecuador, Colombia, Costa Rica y Panamá, para demandar la creación de una gran reserva marina en esa zona del océano.

Esa zona protegida incluiría un área de aguas internacionales existente entre los cuatro países que podría ser protegida mediante el Tratado Global de los Océanos, pendiente de ser ratificado por la gran mayoría de países que lo firmaron el año pasado.

Antes era “imposible proteger esta área de alta mar donde migran estos tiburones. Pero ahora, utilizando el recientemente firmado Tratado Global de los Océanos de la ONU, los gobiernos tienen la oportunidad de aumentar la protección de las especies migratorias en esta región”, dijo Sophie Cooke, líder de la expedición de Greenpeace.

Fuente: forbes.com.mx

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