Cazadores furtivos matan a Rafiki, uno de los espaldas plateadas más famosos de África
Uno de los animales más emblemáticos de Uganda ha sido encontrado muerto y mutilado en una zona protegida en la que está proliferando, cada vez más, la caza furtiva
Un grupo cazadores furtivos ha acabado con la vida de Rafiki, uno de los gorilas de espalda plateada más famosos del mundo. Este macho, que tenía 25 años, vivía en el Parque Nacional de la Selva Impenetrable de Bwindi (Uganda) desde 2008 y lideraba un grupo de 17 gorilas. Su espectacular porte y tamaño siempre le hizo ser uno de los favoritos para los turistas, quienes se afanaban en tomar imágenes de este impresionante animal. Las autoridades del parque le perdieron de vista el 1 de junio y no fue hasta un día después cuando descubrieron su cadáver, que les terminó llevando hasta los responsables.
Después de una intensa búsqueda, una partida de guardabosques halló su cadáver mutilado el 2 de junio, por lo que decidieron acceder a las cámaras del parque para ver si encontraban algo extraño. Tras una intensiva investigación, los encargados de salvaguardar la integridad del parque siguieron una pista que les hizo llegar a una aldea cercana, donde encontraron a un sospechoso con carne de caza, trampas, una lanza y una campanilla de las que se utilizan en los collares de los perros de caza. Tras preguntarle, confirmó que era uno de los cuatro responsables de lo sucedido… aunque en defensa propia.
Según explico este hombre, el grupo de cuatro personas se encontraba dentro del parque practicando caza menor, cuando de repente se vieron sorprendidos por el grupo de Rafiki. Asegura que el espalda plateada se le echó encima sin mediar y que no tuvo más opción que defenderse con la lanza, clavándosela en el vientre y, a la postre, provocándole heridas que terminarían por dar lugar a su fallecimiento. Según su relato, el gorila atacó primero y ellos solo se pudieron defender. Las dudas de que el relato fuera real surgen porque era un animal acostumbrado a convivir con humanos y, sobre todo, por cómo apareció mutilado, a modo de trofeo.
Además, el incidente ha tenido lugar solo unos días después de que los conservacionistas de la zona avisaran del peligro de la caza furtiva. La pandemia del coronavirus y el consiguiente confinamiento ha provocado que el turismo que se encargaba de acudir de manera tradicional al Parque Nacional de la Selva Impenetrable de Bwindi, de Uganda, haya desapareceido, lo que supone un importante problema para el país. Y no solo porque es una de las principales fuentes de ingreso del país, sino que la falta de turistas permite a los cazadores ilegales ocupar zonas que de otra manera les sería imposible por la presencia de otras personas.
Desde que comenzó el confinamiento, los responsables de varios parques de Uganda han denunciado ante las autoridades el incremento exponencial de la caza furtiva, especialmente de los animales más llamativos y espectaculares que se encuentran protegidos. El problema con el que se encuentra ahora este grupo de 17 espaldas plateadas es que Rafiki era el único gorila macho maduro del grupo, lo que puede derivar en que la manada empiece tener problemas a la hora de encontrar alimento y el grupo se termine por escindir, con el coste que supone para una especie en peligro de extinción.
“Los gorilas de espalda plateada como Rafiki desempeñan un papel muy importante en la estabilidad y la cohesión grupales, así que esta pérdida tendrá repercusiones importantes en el grupo. Su muerte es trágica”, explica Cathy Lawson, primatóloga y gestora regional de WWF-UK en África oriental, a ‘National Geographic’. En el mejor de los casos, otro espalda plateada se hará cargo del grupo, pero al no estar acostumbrado a convivir con personas, el grupo se alejará de su presencia, con el importante golpe que esto supondrá para el turismo de Uganda.
La guerra civil de Uganda y la caza furtiva desenfrenada hizo que en los años 80 solo quedaran 350 miembros de una de las especies de gorila más impresionantes que han pisado la Tierra. El gran trabajo de los conservacionistas ha permitido que, a día de hoy, esta población cuente con más de 1000 individuos, pero lo ocurrido con Rafiki ha provocado que haya desaparecido para siempre uno de los espaldas plateadas más conocidos de todo el mundo. Los cuatro presuntos responsables serán juzgados por las autoridades: en caso de confirmarse su asesinato, se enfrentarán a penas de cárcel de 10 años y a multas superiores a los 5 millones de euros.
Fuente: elconfidencial.com