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Búhos agresivos se convierten en la pesadilla de ‘runners’ que se adentran en bosques

En Portland (EE.UU.), donde correr es casi un mandamiento, uno de los peligros que acechan a estos deportistas no son las lesiones, sino los ataques diarios de búhos.

Entre los grupos de expertos corredores, turistas y excursionistas que se sumergen a diario en los densos bosques de la ciudad se han registrado numerosos casos en los que las víctimas dijeron haber “sentido un fuerte golpe en la cabeza”. De las embestidas salieron además con profundos arañazos provocados por las grandes garras del búho barrado.

Bob Sallinger, director de conservación de la sociedad Audubon de Portland, enfocada en el estudio de las aves y los árboles de la ciudad, explica a Efe que todavía no comprenden el motivo de los ataques de estas robustas aves, de unos 60 centímetros de alto y una envergadura de 1,2 metros, cuando tienen las alas extendidas.

Pero sí que tienen claro que normalmente sus víctimas son “corredores” que recorren los caminos de los bosques “a primera o última hora” del día, según Sallinger, quien alerta de que las más propicias para llevarse un buen susto son mujeres “con el pelo recogido en una coleta”.

Sallinger comenta que probablemente se trata de un intento de estas aves con fama de tener muy buena vista de “proteger sus nidos”, al confundir las coletas en movimiento “con ardillas u otros animales”. Anne Horton, propietaria de una de las casas que lindan con el bosque urbano Forest Park, tiene por costumbre pasear por allí al caer la tarde con sus perros.

Aunque afortunadamente nunca ha pasado por esta experiencia, Horton explica a Efe que “da miedo pensar que un búho de ese tamaño pueda atacarte. Creo que todos tenemos la idea de que los búhos son aves entrañables y nocturnas, no agresivas”.

“Susto de muerte”

Pero casi a diario más de un corredor experimenta este “susto de muerte”, según palabras de Sallinger, que asegura que estos ataques provocan una ansiedad parecida a la que sufrían los personajes de Pájaros (1963) en las angustiosas escenas de ataques del genial cineasta Alfred Hitchcock.

“Puede ser un gran susto si vas corriendo tranquilamente y solo por el bosque”, explica Sallinger sobre una situación que no tiene visos de solución a corto plazo porque esta especie está “por toda la ciudad” y ya se han dado casos en Salem, capital del estado.

La sociedad Portland Audubon ha llegado a recomendar algo tan incómodo como utilizar un palo del suelo a modo de antena sobre la cabeza para que el búho se asuste y no pueda además alcanzar con sus garras el cuero cabelludo.

Caroline Schier, quien fue atacada en el parque Marquam, comentó al canal local KPTV que supo de “inmediato lo que había sucedido, porque no era la primera vez que un búho la había atacado”. “De repente sentí como unos nudillos afilados en la parte posterior de mi cabeza”, dice Schier. “Supongo que dos veces en tres años no está tan mal”, añade.

Ante este panorama, la ciudad ha instalado señales en las que advierten sobre la presencia de “búhos agresivos en el área” y de los peligros de las carreras matutinas.

Una especie del este del país

El búho barrado es una especie del este del país que emigró hacia Canadá y se encuentra ahora felizmente instalada en el noroeste de EEUU desde hace más de 45 años.

Aunque los carteles no recomiendan a las mujeres taparse el pelo, sí que sugieren correr o pasear en horas de luz y tratar de evitar áreas con mayor presencia de búhos, como los bosques urbanos de Forest Park y Tryon Creek Park.

Los búhos barrados pueden anidar en zonas urbanas, algo extraño en aves de este tamaño y, al contrario que los búhos manchados, mucho más pequeños y en peligro de extinción, tienen fama de ser especialmente agresivos. Por ello, los expertos recomiendan no llevar auriculares que aislen de ruidos, para poder estar al tanto del peligro.

Fuente: rtve.es