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Sueño, escenario silencioso de riesgos críticos para la salud: Pablo Rudomin

Aproximadamente el 10% de la población mundial tiene algún trastorno del dormir clínicamente significativo, entre el 30% y 40% de esa población pertenece a la apnea obstructiva del sueño, sostuvo José Omar Barreto

“El sueño es un proceso esencial para la vida, puede convertirse en un escenario silencioso de riesgos críticos para la salud”, señaló Pablo Rudomin, miembro de El Colegio Nacional al iniciar la conferencia El silencio que asfixia: Apnea del sueño y el síndrome de muerte súbita infantil, que formó parte del ciclo Las neurociencias en México y el mundo, coordinado por el colegiado y Ranier Gutierrez, del Cinvestav.

El neurocientífico mexicano explicó que existen dos condiciones, aparentemente distantes en edades y manifestaciones, que comparten un hilo común: la interrupción de la respiración durante el descanso. Por un lado, “la apnea obstructiva del sueño que afecta a uno de cada diez adultos en México, según el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias; y por el otro, el síndrome de muerte súbita infantil de lactante que cobra la vida de bebés durante el sueño, ambas representan un desafío médico y social, vinculado a la fragilidad del ritmo de respiratorio en la oscuridad de la noche”.

“La apnea obstructiva del sueño asociado a las pausas respiratorias por colapso de las vías aéreas, es un factor de riesgo cardiovascular de mortalidad prematura, agravada en México por la obesidad y la edad. Aunque hay tratamientos eficaces, el subdiagnóstico persiste, debido a la percepción errónea de que roncar es dormir bien”, detalló el colegiado.

Agregó que, por otro lado, el síndrome de muerte súbita de lactante vinculado a la incapacidad de algunos bebés de responder a la hipoxia durante el sueño, se relaciona con factores como dormir boca abajo, la exposición al tabaco o a la prematuridad. “Si bien hay campañas en las que se recomienda dormir boca arriba, redujeron su incidencia en países como Estados Unidos, en México, aún es necesario activar la educación preventiva, dejando desafíos comunes en el manejo de los trastornos del sueño, con impacto en la salud”.

Al tomar la palabra, Fernando Peña, del Instituto de Neurobiología de la Universidad Nacional Autónoma de México, campus Juriquilla, sostuvo que la respiración es una función vital que se presenta cuando los organismos necesitan sobrevivir en el aire, eso genera la respiración y terminan cuando el sujeto muere. Es un proceso del que depende la vida. “Cuando la respiración se detiene, se detienen los organismos y por consecuencia, la vida por completo”.

“Esto es importante porque los organismos utilizamos el oxígeno para producir energía, mismo que obtenemos del aire. Para que podamos hacer eso, se necesita inspirar aire que oxigena nuestra sangre y los tejidos al mismo tiempo, después de inspirar y obtener el oxígeno, el aire que sale de nuestro cuerpo lleva el CO2 que se ha acumulado, es gracias a este proceso que el organismo puede oxigenar sus tejidos y descontaminarlos eliminando el desecho en el CO2”. Se trata de un proceso cíclico que permite la absorción de unos gases y la eliminación de otros.

En palabras del especialista, el fenómeno de la respiración se produce por el movimiento de muchos músculos, pero, principalmente por el músculo que se encuentra en el piso de la caja torácica que se denomina diafragma. Debido a que cambia la presión de nuestra caja torácica, los pulmones se expanden para que entre aire y luego se contrae para que salga el mismo. “El movimiento del diafragma es controlado por el sistema nervioso central, hay neuronas alojadas en nuestro sistema nervioso llamado el tallo cerebral o bulbo raquídeo que comandan al diafragma para que se mueven rítmicamente”.

“En el bulbo raquídeo, tenemos neuronas que se encargan de regular la respiración, y, por lo tanto, se le llaman neuronas espiratorias y neuronas inspiratorias. Estas neuronas funcionan de manera muy similar al marcapasos del corazón. Son células con la capacidad de mantener la actividad rítmica, incluso en aislamiento”. Al responder a la pregunta ¿Qué sucede cuando estas neuronas no funcionan de manera adecuada?, el investigador aseguró que el ritmo respiratorio puede detenerse y se presentan apneas. “Las apneas son la ausencia del ritmo respiratorio, son una disminución de oxigenación en el tejido, lo que se conoce como hipoxia, es decir, menos oxígeno”.

Explicó que, si esta hipoxia se presenta de manera corta, puede generar un estrés en el organismo, pero si se presenta de manera prolongada en el organismo, puede llevar a la muerte. La hipoxia intermitente asociada con las apneas de sueño, tienen consecuencia en la memoria. “La muerte súbita infantil es la muerte repentina e inesperada de un lactante menor de un año, que permanece inexplicable luego de una profunda investigación, un padecimiento común entre el primero y el cuarto mes de vida del bebe”.

Entre los factores intrínsecos se encuentran: anomalía en el cerebro, trastornó metabólico, defecto del sistema inmune, genética y es más común en el sexo masculino. Además, están los factores ambientales, por ejemplo, dormir boca abajo, tener un colchón blando, compartir cama o sofá para dormir, el humo del tabaco y el calor excesivo.

Por su parte Carolina Muñoz Perea, del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias, explicó que el sueño es un estado de comportamiento reversible, que se caracteriza por la desconexión con el entorno y la relajación del cuerpo. “La arquitectura, duración, proporciones de sus diferentes etapas y la cantidad de sueño requerida para cada edad son individualmente específicas. Tienen como función impulsar el crecimiento, el aprendizaje, la memoria, la regulación del comportamiento, la regulación de emociones y el fortalecimiento inmunológico”.

Puntualizó que actualmente se sabe que todos los trastornos o enfermedades del sueño que existen se pueden dividir en siete grandes grupos: insomnio, trastornos respiratorios al dormir, trastornos centrales con hipersomnia, trastorno del ritmo circadiana, parasomnias, trastorno del movimiento del sueño y otros trastornos del sueño.

“Mientras dormimos, nuestro cerebro se desconecta en el momento del sueño, para permitir que haga un efecto de relajación o descanso de los músculos. Cuando esto no sucede, el paciente genera movimientos fisiológicos como si estuviera despierto. Los síntomas aislados del insomnio son el tiempo excesivo en la cama o largos periodos de sueño vigilia, pueden presentar comorbilidades médicas, metabólicas y cardiovasculares”.

Los trastornos del sueño son cambios en los patrones o hábitos al dormir que afectan entre el 46 y 50% de la población a nivel mundial. El trastorno respiratorio del sueño es más frecuente en el género masculino, menores de 60 años, en una relación de dos hombres con una mujer. “No dormir bien y suficiente puede tener consecuencias negativas en la salud, el desempeño laboral y la vida personal”, concluyó Muñoz Perea.

José Omar Barreto Rodríguez, del Instituto Nacional de Enfermedades respiratorios, recordó que, aproximadamente, el 10% de la población mundial tiene algún trastorno del dormir clínicamente significativo, entre el 40% y 30% de esa población pertenece a la apnea obstructiva del sueño, un problema de salud pública.

“Se asocia a complicaciones metabólicas y cardiovasculares, así como a la mala calidad de vida. Genera elevados costos a los sistemas de salud y es una enfermedad crónica más costo
 efectiva, quiere decir que su diagnóstico y tratamiento inicial, no se compara con lo que podrían requerir en costos las complicaciones de la apnea obstructiva del sueño”, puntualizó el especialista.

Explicó que la apnea obstructiva del sueño no permite el adecuado flujo aéreo en el sueño, debido a que durante este proceso se puede cerrar la faringe y evitar que las personas respiren. Los tres principales determinantes estructurales son la obesidad, los tejidos blandos y la morfología esquelética. “La fuerza dilatadora que permite que la garganta se mantenga abierta durante el sueño, depende prácticamente de la dilatación de la contracción de los músculos”.

Agregó que el otro factor es el volumen pulmonar, que, al ejercer hacia abajo una fuerza de tracción sobre la vía aérea, confiere estabilidad a la faringe. Puede haber síntomas que deben hacer sospechar de este padecimiento: Ronquidos fuertes que empeoran en posición supina; resequedad de mucosa oral, es decir, molestias en garganta; aumento de ronquido asociado a ganancia de peso; sueño no reparador; reflujo gastroesofágico durante el sueño; y movimientos excesivos.

También se encuentran los síntomas diurnos como la somnolencia excesiva diurna; tendencia a quedarse dormidos en actividades pasivas; siestas intencionadas; alteración en la concentración; alteraciones cognitivas; cambios de personalidad; y disfunción eréctil.

“El tratamiento de este padecimiento, incluye medidas higiénico-dietéticas, además de corregir, a través de dispositivos de avance mandibular, para que de esta manera la lengua no se vaya hacia atrás y no provoque el bloqueo de la faringe. También se puede corregir el problema con la operación de cirugía nasal, cirugía del paladar, lingual o laríngea”, finalizó Barreto Rodríguez.

Fuente: El Colegio Nacional

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