Sendero Interactivo: intraemprendimiento educativo y conservación biocultural en la nueva escuela mexicana
Leidy Solange Ardila Poveda, Karla Suzeth Tejo Berumen*
Dra. Leidy Solange Ardila Poveda *
Estancia posdoctoral Secretaria de Ciencia Humanidades y Tecnología SECIHTI en CIBNOR.
Dra. Karla Suzeth Trejo Berumen **
Subcoordinadora de Emprendimiento e Incubación de Base Científica y Tecnológica del CIBNOR.
Un aula viva en el corazón del semidesierto
El semidesierto sudcaliforniano esconde una de las mayores lecciones de resiliencia de la naturaleza porque la vida florece en las condiciones más adversas. Cactáceas que almacenan agua, arbustos que resisten el sol abrasador perdiendo sus hojas y hierbas que aparecen tras las lluvias del verano y curan dolencias, fueron por siglos la base de la subsistencia de pueblos originarios de la Península de California como los Guaycuras y Cochimíes (Araj, 2015; Rodríguez Lorenzo, 1945). Hoy, en un mundo marcado por el cambio climático, estas especies no solo son testimonio de adaptación, sino también una oportunidad de aprendizaje para las nuevas generaciones.
Inspirados por esta resiliencia del desierto, surge el Sendero Interactivo de Monitoreo Ecológico, en el plantel 01 del Colegio de Bachilleres de Baja California Sur (COBACH), un proyecto en colaboración con el Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste S.C. (CIBNOR) que convierte los jardines escolares en un aula viva, en la que estudiantes, docentes y comunidad son protagonistas de un proceso de investigación, innovación social y conservación biocultural.
La Nueva Escuela Mexicana plantea que la educación debe responder a la realidad de cada comunidad, guiada por principios de equidad, humanismo e interculturalidad (SEP, 2022). De este marco surge el Programa Aula Escuela Comunidad (PAEC), del cual se desprenden los Proyectos Escolares Comunitarios (PEC) que son las iniciativas que surgen de establecer tanto las problemáticas, como las áreas de oportunidad en cada plantel y que transforman los espacios escolares en plataformas de aprendizaje ligadas al territorio.
El Sendero Interactivo es precisamente el PEC del plantel 01 de COBACH. Aquí, la enseñanza no se limita a un salón cerrado, sino que se extiende al aire libre, donde cada planta y cada estación interactiva son pretextos para aprender biología, física, química, historia e innovación de manera integrada. En palabras de Vygotsky (1978), “el aprendizaje ocurre en un contexto social, donde los estudiantes interactúan con otros y con herramientas culturales para desarrollar su comprensión” (p. 57). Este espacio interactivo, entonces, no solo comunica información, sino que crea comunidad de aprendizaje.
La esencia del sendero es el monitoreo participativo. Estudiantes y profesores registran variables climáticas como la temperatura, la humedad o la precipitación, y características biológicas como la altura o la floración de más de 40 especies nativas y endémicas. Estos datos, sistematizados a lo largo del tiempo, se convierten en conocimiento científico que ayuda a entender cómo el cambio climático afecta a la vegetación sudcaliforniana.
Este enfoque responde a la pedagogía del aprendizaje activo. Mayer (2014) advierte que “los estudiantes aprenden más profundamente a partir de la combinación de palabras e imágenes que solo de palabras” (p. 43). Por eso, las estaciones incluyen murales, señalética ilustrada, audioguías solares y fichas interactivas que comunican tanto la función ecológica como los usos medicinales y culturales de las plantas. La interactividad convierte al estudiante en explorador y productor de conocimiento, tal como lo señala Radianti et al. (2020), al destacar que “la interactividad permite un aprendizaje más activo y centrado en el estudiante” (p. 5).
Innovación social e intraemprendimiento educativo
Más allá del monitoreo, el Sendero Interactivo es también una experiencia de innovación social, entendida como “el desarrollo de nuevas ideas, servicios y modelos que respondan simultáneamente a necesidades sociales y creen nuevas relaciones sociales” (Murray, Caulier-Grice & Mulgan, 2010, p. 3). El proyecto no solo aporta al conocimiento ecológico, sino que fortalece lazos comunitarios, despierta vocaciones científicas y abre oportunidades de emprendimientos basados en la sustentabilidad.
Aquí entra en juego el concepto de intraemprendimiento educativo, inspirado en la idea de Pinchot (1987) sobre emprender desde dentro de las organizaciones. En este caso, docentes, estudiantes y directivos son quienes diseñan y sostienen el sendero, asegurando que sea una obra viva, flexible y apropiada por quienes la usan. Como lo explica Angulo, Bracho y Rodríguez (2020), se trata de “un proceso intencionalmente organizado, con visión sistémica, que propulsa el máximo desarrollo de capacidades y talentos al interior de las organizaciones” (p. 72). Así, el sendero no es un proyecto impuesto desde fuera, sino una creación colectiva que refleja la identidad del plantel.
El Sendero Interactivo está diseñado para trascender en el tiempo y dejar huella más allá del ámbito escolar. Su impacto será integral: formará a estudiantes capaces de observar, analizar y proponer soluciones a problemas reales; brindará a docentes un recurso pedagógico innovador y transversal; involucrará a las familias en actividades de ciencia ciudadana, fortaleciendo el vínculo entre escuela y comunidad; y generará bases de datos que permitirán comprender mejor los efectos del clima sobre la biodiversidad sudcaliforniana. Además, su carácter replicable lo convierte en un modelo inspirador para otros planteles del COBACH y para instituciones educativas de Baja California Sur. En suma, este espacio de interactividad sembrará ciencia, identidad y resiliencia en quienes lo recorran.
En un mundo que demanda soluciones urgentes al cambio climático y al deterioro cultural, esta iniciativa se levanta como símbolo de esperanza. Es la prueba de que la escuela pública puede ser un semillero de innovación y conciencia ambiental, y que los jóvenes de hoy —con apoyo de sus maestros y comunidades— están listos para convertirse en los guardianes del mañana.
Referencias
- Angulo, F., Bracho, I., & Rodríguez, R. (2020). Intraemprendimiento como elemento fundamental en las organizaciones del siglo XXI. Económicas CUC, 41(1), 69–83. https://doi.org/10.17981/econcuc.41.1.2020.Org.5
- Araj, J. (2015). Una expedición a la nación Guaycura de Las Californias. México: INAH.
- Mayer, R. E. (2014). The Cambridge handbook of multimedia learning (2a ed.). Cambridge University Press.
- Murray, R., Caulier-Grice, J., & Mulgan, G. (2010). The open book of social innovation. The Young Foundation & NESTA.
- Piaget, J. (1952). The origins of intelligence in children. International Universities Press.
- Pinchot, G. (1987). Intrapreneuring: Why you don’t have to leave the corporation to become an entrepreneur. Harper & Row.
- Radianti, J., Majchrzak, T. A., Fromm, J., & Wohlgenannt, I. (2020). A systematic review of immersive virtual reality applications for higher education. Computers & Education, 147, 103778. https://doi.org/10.1016/j.compedu.2019.103778
- Rodríguez Lorenzo, E. (1945). Expedición a la nación Guaycura en California y descubrimiento de la gran Bahía por tierra. Anales del Instituto Nacional de Antropología e Historia, 5(3), 53–69. https://revistas.inah.gob.mx/index.php/anales/article/view/7046
- SEP (Secretaría de Educación Pública). (2022). Nueva Escuela Mexicana: fundamentos y principios. SEP, México.
- Vygotsky, L. S. (1978). Mind in society: The development of higher psychological processes. Harvard University Press.
Fuente: oem.com.mx