“Esta feria convoca a quienes creemos que la cultura es absolutamente indispensable para la vida, para el desarrollo, para el bienestar y para la convivencia en paz con las sociedades”, afirmó la ambientalista

“Estamos viviendo momentos muy complejos de grandes retos, tanto por las crisis económicas, sociales, ambientales, culturales, incluso una guerra. Esto nos está generando mucha incertidumbre y nos obliga a pensar”, sostuvo la bióloga Julia Carabias, miembro de El Colegio Nacional, al participar en la mesa Mil jóvenes con Julia Carabias, como parte de la trigésima sexta edición de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.

La sesión se llevó a cabo en el Auditorio Juan Rulfo, de la Expo Guadalajara, y se transmitió en vivo el 2 de diciembre por las plataformas digitales de la dependencia. La ambientalista expresó que “esta feria convoca a quienes creemos que la cultura es absolutamente indispensable para la vida, para el desarrollo, para el bienestar y para la convivencia en paz con las sociedades.

Explicó que no es la primera vez que la humanidad se enfrenta a situaciones extremas; sin embargo, la época del presente se caracteriza por tener ocho mil millones de habitantes en el planeta, “nunca había existido tanta gente. Nunca había existido una cultura basada en el consumismo. Los patrones de consumo han sido facilitados por una economía hiperglobalizada, que ha tenido como objetivo la maximización de la ganancia. Se ha creado una cultura en la que el consumo genera bienestar y no hacerlo genera ansiedad, ese es un elemento serio”.

Agregó que un tercer elemento es que los humanos nunca antes habían intervenido los sistemas físicos, biológicos y químicos, como se hace ahora, llevándolos a un nivel que pueden cruzar umbrales irreversibles y provocar la inestabilidad en un planeta que se había mantenido estable en los últimos 10 mil años, estabilidad que permitió asentarse al homo sapiens.

De acuerdo con la directora de Conservación, Manejo y Restauración de Recursos Naturales, en la Selva Lacandona, en Chiapas, aunque no es la primera vez que ocurre en el planeta un cambio climático y la pérdida de biodiversidad, sí, es la primera vez que no es por causas naturales, que es provocado por la humanidad y es la primera vez que ocurre a una velocidad de entre cien y mil veces más rápido que fuera de la intervención humana, en un periodo de tiempo que no se cuenta en miles de años, sino en cinco décadas.

“La otra cara de la moneda, es que nunca como antes se cuenta con la cantidad de información científica para entender lo que nos está pasando, para poder ver lo que puede ocurrir si se hace un cambio. La ciencia permite tener diagnósticos muy precisos de las realidades y proyecciones, modelos, de lo que puede ocurrir según la ruta. Es decir, el futuro deja de ser ya una cuestión de imaginación, el futuro tiene la base científica para poder entenderlo y el futuro es hoy una obligación de pensar en él para salir delante de las crisis”, comentó la colegiada.

Puntualizó que “nunca como antes ha existido una masa de jóvenes como la que hay en la actualidad, lo que significa que hay una fuerza de la juventud que tiene la oportunidad de hacer un cambio. Siempre y cuando logre conocer la información correcta basada en la ciencia y tenga la capacidad de movilizar su energía en la dirección de las soluciones”.

En palabras de la especialista, si se sigue haciendo más de lo mismo, hacia el año 2050 habrá 2°C más, lo que hará inconmensurables los impactos. Si siguen las cosas como van, pueden llegar a perderse un millón de especies de los siete millones de especies de plantas y animales que se estima que existen en el planeta”. El cambio de estas tendencias es viable, porque si se modifican las estrategias energéticas, alimentarias, de las ciudades y de la conservación de la biodiversidad, el rumbo se puede modificar.

“Sabemos que no hay voluntad política para enfrentar estos conflictos y que sigue imperando la protección de los intereses privados frente al interés público. Los recursos económicos son indispensables y existen; sin embargo, están mal aplicados, están destinados a una economía insustentable. Las sociedades no están organizadas, no tienen información suficiente que haga que la gente se involucre y tome una decisión para actuar”, enfatizó.

Aseguró que “todos estos problemas los creamos los humanos y está en manos de los humanos resolverlos. Con organización, con educación, con la fuerza de las universidades se pueden generar las rutas, y con la democracia se puede cambiar el rumbo. No hay nada en lo cual no podamos incidir”.

Al responder a las preguntas de los jóvenes presentes en la sesión, Julia Carabias aseguró que los consumidores con una conciencia también pueden hacer frente a las empresas que contaminan, “dejemos de usar los productos que son insostenibles y vámonos a los productos que son sustentables. En ese momento, las empresas empezarán a ajustar sus formas de producción, también al ritmo de los consumidores, porque hoy nos están imponiendo el producto que quieren que compremos o comamos”.

Sostuvo que las manifestaciones o expresiones del cambio climático son el incremento de la temperatura promedio de la superficie de la Tierra, que causa una serie de efectos como el cambio en las corrientes oceánicas, “cuando suba el nivel de agua, la flora y fauna también lo hará, pero las que están hasta arriba no tendrán para donde hacerse, por lo tanto, desaparecerán”, finalizó.

Fuente: El Colegio Nacional