Microplásticos: un problema ambiental y de salud se convierte en un área de oportunidades
Luis Arturo Bello Pérez
El uso de plásticos derivados del petróleo (polietileno, poliestireno, etc.) inició su auge en la década de los 60’s en México, bueno, al menos eso recuerdo, pero algún lector de esta columna podría corregir. Tal vez esto inició cuando se tuvieron desarrollos tecnológicos para la elaboración de bolsas, materiales de empaque, utensilios, etc., que resultaron económicos para que una buena parte de la población pudiera tener acceso a su compra, o a los comerciantes que vendían productos (frutas, verduras, carnes, etc.) les resultaba más sencilla la venta de sus productos, y la inversión para la adquisición de esas bolsas no impactaba de forma importante sus utilidades. Recuerdo que las frutas, verduras, granos, se empacaban en recipientes tipo embudos elaborados con periódicos, que al ser elaborados con papel (celulosa) son completamente biodegradables. El crecimiento de la población, el ritmo de vida, la inclusión de las mujeres en la vida productiva, así como otros factores, provocaron que la comercialización de los productos se hiciera en plásticos derivados del petróleo. Este fenómeno produjo un incremento en la cantidad de plásticos en los centros de acopio de basura, en las calles, campos agrícolas y mantos acuíferos, con un incremento en la contaminación e impacto negativo en los ecosistemas. Los estudios científicos realizados en los plásticos incluyeron la degradabilidad, concluyendo que un material plástico derivado del petróleo puede permanecer en el medio ambiente más de 200 años. Por lo tanto, un reto importante fue desarrollar un plástico biodegradable (que desapareciera de la faz de la tierra) con las propiedades mecánicas y de barrera que los plásticos derivados del petróleo, además de un costo accesible. Recuerdo que había buena voluntad por parte de las autoridades en disminuir el uso de los plásticos, pero una limitante era el bajo costo de las bolsas de polietileno. Recuerdo que en una reunión hace 20 años a la que nos convocó el Foro Consultivo, alguien de los asistentes que estaba inmiscuido en la parte comercial de los plásticos, comentaba que la bolsa proveniente de China se comercializaba a menor costo en la central de abasto de la Ciudad de México que la bolsa de fabricación nacional y, por ende, los comerciantes compraban la más barata.
Con esta problemática en puerta, los grupos de investigación dirigieron sus esfuerzos en desarrollar plásticos biodegradables que trataran de reunir las características de los plásticos convencionales, de ahí surgieron algunas alternativas como fueron los plásticos óxido degradables, que al ponerse en contacto con la luz solar y el oxígeno se desintegran generando lo que hoy se conoce como microplásticos. La bolsa desaparecía de la vista humana, pero las micropartículas son lixiviadas y aparecen en los campos agrícolas y mantos acuíferos. Hace algunos años, se publicaron definiciones de microplásticos, los cuales son plásticos con un tamaño menor de 5 micras y que son divididos en dos grupos, los microplásticos fabricados directamente (microplásticos primarios) y los obtenidos por fragmentación de plásticos grandes (microplásticos secundarios). El problema de los microplásticos ha llegado a niveles importantes, se estima que de 500,000 a 8 millones de toneladas de plásticos se están descargando cada año en los océanos. Estudios han reportado la presencia de microplásticos en peces, moluscos y otros materiales de la cadena alimenticia. Se han encontrado evidencias de microplásticos en la sangre y su acumulación en arterias, lo cual pone en riesgo la salud al estar propenso a infartos coronarios y cerebrales. El problema generado por los microplásticos ha abierto áreas de oportunidades, como menciona María Luisa Santillán en un artículo en Ciencia UNAM del emprendimiento Bioplastix. Existen tres ejes en materia de bioplásticos: disminuir costos, mejorar la biodegradabilidad y mejorar sus propiedades mecánicas. Su emprendimiento se enfoca en producir el ácido poliláctico (PLA) vía biológica (en fermentadores) utilizando microorganismos que sobreproducen el biopolímero. El PLA es uno de los bioplásticos más utilizados, ya que es biodegradable, pero su costo de producción es alto porque se obtiene por síntesis química y requiere de compostaje para su degradación. El costo de PLA por vía química es de 2-4 dólares por kilogramo, en cambio, el PET cuesta un dólar, por lo que se espera que el PLA producido de forma biológica sea más bajo que por síntesis química y compita con el PET.
Según un estudio realizado (2024) en el Instituto Tecnológico de Massachusetts, en Estados Unidos, desarrollaron plásticos biodegradables utilizando una serie de polímeros β-amino-éster (PAE), que son degradables por hidrólisis, tienen varios usos y son una alternativa de sustitución de los microplásticos. Estos PAE pueden ser utilizados en productos para el cuidado de la piel (cremas, maquillajes) y para la fortificación de alimentos, en esta aplicación, actuando como un encapsulador de sustancias (vitaminas y minerales), los cuales son sensibles a condiciones de almacenamiento (temperatura alta y luz) y de procesamiento (pH extremos, temperatura, reacción con otros componentes) que provocan la pérdida de su actividad biológica. Los resultados mostraron que los encapsulados de vitaminas y minerales se pueden incluir en cubos para la elaboración de caldos, y encontraron que esos nutrientes mantenían su actividad aún después de dos horas de cocimiento en ebullición.
Los microplásticos y la búsqueda de materiales plásticos biodegradables aún siguen vigentes después de más de 20 años, donde se buscaron alternativas con biopolímeros (biodegradables) para su sustitución.
En el país y aquí en Morelos existen grupos con alto nivel científico que ya están muy avanzados en plantear soluciones a los problemas de contaminación, lo cual es una muestra del trabajo cotidiano que se hace en los laboratorios y plantas piloto, y creo que en un tiempo corto se tendrán más avances sobre el tema.
Fuente: launion.com.mx