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Memorias de un físico mexicano, la creación del SNI

Hace justo cuarenta años se comenzó a gestar la creación del que hoy es el Sistema Nacional de Investigadores que agrupa a la mayoría de los investigadores científicos mexicanos en áreas desde sociales a ciencias exactas. A través de una beca económica que solventa sus salarios ha paliado de cierta forma la llamada fuga de cerebros que se manifestaba de manera importante en la década de los ochenta. En su creación estuvieron involucrados dos físicos mexicanos que de cierta manera forman parte de la historia de la física potosina: Salvador Malo y Jorge Flores.

Salvador Malo participó en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí en el rescate de la maestría en física y el despegue que tuviera en la década de los setenta, siendo además encargado de la escuela de altos estudios de la universidad potosina. Jorge Flores por su parte desde la subsecretaria de la investigación científica apoyó el desarrollo de la investigación en San Luis Potosí, a través del apoyo directo a los físicos potosinos, como sería su encomienda en la Secretaría de Educación Pública.

Jorge Flores uno de los más reconocidos físicos mexicanos realizó aportaciones relevantes y también participó en el desarrollo de la divulgación de la ciencia, estando involucrado en la creación de varios centros de divulgación, entre ellos el Museo Universum y en la creación de la Sociedad Mexicana para la Divulgación de la Ciencia y la Técnica, SOMEDICYT. En la colección de libros de divulgación la ciencia para todos que en un principio ostentaba el nombre de la ciencia desde México, publicó una serie de libros con el título: la gran ilusión, donde trataba temas de ciencia con temas controversiales sobre desarrollos científicos que se convirtiera en gran objetivo pero cuya realización fueron sólo grandes ilusiones, como la existencia de monopolos magnéticos, entre otros asuntos; hasta la fecha existen los dipolos magnéticos y al parecer siempre vienen en pares y no existen un polo individual, el caso por excelencia son los imanes magnéticos. Los libros se hicieron muy famosos y valen la pena su lectura; se encuentran en varios sitios donde pueden leerse libremente. Recomendamos su lectura.

En el 2017 Jorge Flores publicaría sus memorias en el Fondo de Cultura Económica, que llamó la otra gran ilusión, memorias de un físico mexicano, de lectura obligada para quien desea convertirse en investigador científico y lectura recomendable al ciudadano común.

En donde nos comparte sus vivencias en torno a la ciencia mexicana, en especial la física. En dichas memorias Jorge Flores nos narra la forma en que fue creado el Sistema Nacional de Investigadores y la sensibilidad que tuviera el gobierno mexicano para crear un sistema de ayudara a la consolidación de la ciencia mexicana, que a lo largo de sus casi cuarenta años de existencia ha contribuido a su crecimiento. En el lapso de ocho meses se planteó la creación del ahora conocido como SNI desde su planteamiento hasta su decreto de creación.

En sus memorias Jorge Flores nos comparte esta historia cuya creación fue coyuntural. Jorge Flores se encontraba en su casa en 1883 cuando recibió una llamada del secretario de educación “Oiga, aquí está Salvador Malo y me propone una cosa que se llama Sistema de Investigadores Nacionales, ¿usted sabe de qué se trata?”, Jorge Flores contestó que sí, ¿Está de acuerdo? Le preguntó el secretario de educación a lo que respondió “sí, sí estoy de acuerdo”, entonces contestó el secretario Jesús Reyes, “¡Ah bueno! Mire, mañana a la una yo tengo un acuerdo con el presidente De la Madrid, y le voy a presentar la idea. Entonces reúnase con Malo mañana temprano y me prepara todo el acuerdo”.

Tanto Salvador Malo como Jorge Flores fueron venciendo los obstáculos para el apoyo económico, y se configuró el Sistema Nacional de Investigadores, comenzando con el cambio de nombre de Sistema de Investigadores Nacionales al Nacional de Investigadores. Jorge Flores remata su historia: “Así llegamos a julio de 1884, ocho meses después de aquella llamada de Jesús Reyes Heroles a mi casa. Ocho meses -lo cual es muy rápido- fue el tiempo que nos llevó establecer el decreto presidencial, pero lo que es más interesante es la coyuntura que se dio y que en un día fuera aprobado el SNI por la máxima autoridad de México”.

Jorge Flores Valdés murió el 19 de noviembre de 2020, en la Ciudad de México donde naciera el 1 de febrero de 1941. Desde muchos frentes contribuyó a sembrar la cultura científica entre la población y los tomadores de decisiones.

Fuente: laorquesta.mx