Los retos del exterior y la transición. Seis, ciencia y tecnología
La transición permite consignar avances y retrocesos, fijar prioridades, revisar estrategias, proyectos y programas, evaluar desempeños y perfiles, para alistar planes de gobierno. La creación de una nueva Secretaría de Ciencias, Humanidades, Tecnología e Innovación augura un cambio necesario, de fondo, al reconocer el papel de la ciencia, la tecnología y la innovación para el desarrollo del país; destacando su valor irremplazable para el progreso de la sociedad mexicana, las regiones y las empresas. Los conocimientos y descubrimientos científicos, las innovaciones tecnológicas crean nuevas industrias y transforman las existentes. Para competir en la economía global nuestro país depende en gran medida de la capacidad para innovar, para sostener el crecimiento en investigación y desarrollo, para ser capaces de generar más y mejores empleos bien remunerados, fomentar y atraer inversiones productivas nacionales y extranjeras.
La ciencia y la tecnología en México han progresado a pesar de los vaivenes políticos y las recurrentes limitaciones financieras, de infraestructura, de capital humano, de vinculación con los sectores productivos y una escasa divulgación. En el gobierno saliente, la ideologización de la política científica procedió de la Presidencia de la República y la dirección del CONAHCYT, acrecentando un mayor distanciamiento entre la comunidad de científicos, tecnólogos e innovadores y las autoridades responsables. Estas, establecieron diferencias arbitrarias entre las universidades y los centros de investigación públicos y privados, sin reparar en la calidad, el prestigio la excelencia o la relevancia de sus contribuciones y miembros, así como en el lugar e importancia dentro de un auténtico sistema nacional de ciencia, tecnología e innovación.
Hoy hay entre científicos, académicos y educadores un optimismo moderado ante la apertura al diálogo y la disposición a escuchar visiones críticas y formular propuestas constructivas, por parte de Rosaura Ruiz y Juan Ramón de la Fuente, secretarios designados como titulares de la nueva secretaría de Estado y la de Relaciones Exteriores.
Necesario optimizar la difusión del conocimiento científico, mejorar el uso, los pagos y la protección de la propiedad intelectual, así como impulsar el desarrollo de las ingenierías y ampliar el espectro de las tecnologías de comunicación e información, el procesamiento de datos, aumentar igualmente las capacidades digitales y la conectividad, haciendo paralelamente, más accesibles la educación y la movilidad universitaria. Para afrontar los enormes retos del mercado laboral, en las universidades, donde se aloja gran parte de la investigación científica, se tendrán que comenzar a certificar habilidades y competencias y no solamente acreditar materias.
Si queremos aprovechar las oportunidades del cambio de época, de la relocalización de las empresas, necesitamos construir con urgencia entornos más propicios para la investigación, la innovación y el emprendimiento. Debemos afrontar los riesgos de permitir mayores retrocesos y frenar una m arcada dependencia científica y tecnológica del extranjero. En lugar de excusarnos en falsas posturas nacionalistas, debemos mejorar la calidad del sistema educativo, generar conocimientos e investigaciones originales propias, difundir y poner en valor el quehacer científico y el desarrollo tecnológico.
Con la velocidad con la que avanzan la ciencia y la tecnología, 75% de las profesiones del futuro no existen actualmente como carreras universitarias. Tenemos que cerrar la brecha de la inserción laboral mediante una educación superior 4.0 para combatir las desigualdades y la exclusión. Fomentar nuevas vocaciones científicas amplias, inter y multidisciplinarias, promover el interés en estudiar robótica, mecatrónica, ciencias de los datos, inteligencia artificial, nanotecnología, neuro tecnología, matemáticas y computación cuántica, ciencias biomédicas y biotecnología para así determinar el futuro laboral de cientos de miles de jóvenes capaces, interesados en participar y transformar el desarrollo local, regional y nacional.
Algunas iniciativas que se discuten en las perspectivas de la administración federal entrante abren la posibilidad de una nueva etapa entre la comunidad científica y el gobierno, una en la que puedan construirse nuevas relaciones y modelos de trabajo y colaboración, en la que las políticas públicas, la toma de decisiones y la resolución de los problemas estratégicos del país se basen en conocimientos científicos y humanistas. La doctora Rosaura Ruiz ha destacado la necesidad de generar de un espacio común de educación superior, ciencia y tecnología, donde trabajen en forma colaborativa y coordinada, mediante redes, la SEP, la nueva Secretaría de Ciencias, Humanidades, Tecnología e Innovación, Relaciones Exteriores, junto con otras secretarías de Estado, universidades públicas y privadas, empresas y los sectores productivos, teniendo y promoviendo una visión internacional de la ciencia, la tecnología y la innovación, fomentando y aprovechando la cooperación científica y tecnológica internacional.
Conjuntar los recursos presupuestales y humanos para implementar estos planes serán indudablemente desafíos colosales que deberán atenderse, así como la manera en que se resuelvan en las instancias judiciales los recursos de amparos presentados por presuntas inconstitucionalidades de la Ley General de Ciencia y la Ley de Educación Superior que la administración saliente heredará a la entrante.
¿Cómo fortalecer y darle un renovado impulso al Sistema Nacional de Investigadores? ¿Cómo hacer que los Programas Nacionales Estratégicos enunciados por el cuestionado CONAHCYT sean debida y oportunamente revisados y evaluados, para hacer ejercicios serios de planeación destinados a mejorar las condiciones y los resultados de la producción científica básica y aplicada, a fin de atender, no sólo los retos de la investigación, sino la resolución de los grandes problemas nacionales, tomado en cuenta a los expertos, aprovechando las instancias internacionales, en beneficio de todos?
La presidente Claudia Sheinbaum sabe, por formación, convicción y experiencia, que la ciencia, la tecnología y la innovación constituyen los cimientos de la transformación futura del país.
Fuente: elsiglodedurango.com.mx