Lo que sucede durante las fiestas decembrinas
Llegó diciembre, para muchos puede ser el mes de los excesos, y entre ellos se encuentra el consumo de alcohol. Aunque algunas personas toman en diferentes épocas del año, diciembre es el mes que reporta un mayor consumo. Según Nielsen México, (compañía global especializada en mercadotecnia e información del consumidor), los mexicanos consumen un 25% más de alcohol en diciembre. Y no solo eso, en diciembre se gasta más dinero en diferentes categorías de las cuales destacan juguetes, refrescos, chocolates premium y finalmente las bebidas con alcohol.
A ello hay que agregarle que en este mes las fiestas y las reuniones son más frecuentes, comidas de fin de año en el trabajo, reuniones con los compañeros de clase, las posadas, las cenas de navidad y de año nuevo, entre otras.
¿Pero qué tiene de malo este mes?
El mes no tiene nada de malo, más bien algunas personas lo hacen un poco peligroso, ya que hay mexicanos que comienzan desde el 1 de diciembre con todo el espíritu navideño, o sea con un clima emocional positivo durante todas estas festividades. Lo cual no está mal; sin embargo, en algunas de estas reuniones puede existir presión social para aquellas personas que no beben alcohol, o puede que aquellas personas que sí beban alcohol excedan su consumo provocando que se desestabilicen sus emociones. Esto puede generar problemas, ya que pueden perder el control e involucrarse en algún problema o accidente.
Al respecto, el INEGI reportó que en diciembre del 2017 se presentaron 1,543 accidentes vehiculares, número mayor comparado con los otros meses, en donde los conductores habían ingerido alcohol. Si analizamos el número de accidentes de este tipo en los últimos años, nos damos cuenta de que se han ido reduciendo gracias a las medidas que se han empleado, como el alcoholímetro; aunque aún sigue siendo un número elevado de accidentes asociados por el consumo de alcohol.
Excediendo el Pre-copeo
Todos hemos escuchado hablar del pre-copeo o al menos oído frases como: “antes de ir a la fiesta tomemos algo en mi casa” o “en lo que es la fiesta, empecemos la fiesta en casa de Juan”. A esto se le llama pre-copeo, cuando las personas comienzan a tomar antes de asistir a cualquier tipo de evento donde habrá bebidas con alcohol.
Un dato interesante que se encontró en la ENCODAT (Encuesta Nacional de Consumo de Alcohol 2016-2017) es que las personas de 18 a 29 años de edad, principalmente los hombres practican el pre-copeo. Quienes lo hacen, prefieren hacerlo con sus amigos, compañeros de trabajo o escuela, y la cerveza es la bebida de mayor consumo en estas situaciones.
Ahora ya sabes que el pre-copeo puede ser una de las razones por la que nunca se llega a la fiesta o al evento planeado.
Sabemos que en este mes queremos reunirnos con todos y pasar un rato ameno; sin embargo, si tienes una gran lista de reuniones recuerda no practicar el pre-copeo con exceso, ni abusar del alcohol ya en la reunión o fiesta.
Tolerancia al consumo
En estas fechas es más fácil permitirnos tomar una copa, pero ¿hemos pensado qué pasa con aquellos menores de edad que lo hacen? Y es que hay padres y familiares que están de acuerdo con este tipo de consumo porque piensan que una copa no les hará nada malo; el típico dicho de “una no es ninguna”, y hasta en algunos casos lo hacen ver como gracioso. Pero revisemos; según los datos de la ENCODE (Encuesta Nacional de Consumo de Alcohol en Estudiantes 2014) qué pasa con aquellos padres y familiares cuando se tolera el consumo.
Los estudiantes de secundaria y bachillerato que han consumido alcohol consideran que tanto sus padres (24.4%), como sus maestros (17.6%) y mejor amigo (49.9%) aprobarían beber alcohol, estos porcentajes son mayores que los reportados en aquellos estudiantes que no han consumido alcohol (7.6%, 7.9% y 16%, respectivamente).
Sin duda, esto nos sugiere que la tolerancia al consumo de alcohol va de la mano con el consumo del adolescente.
Ahora que conoces estos datos, sabes que tolerar el consumo de alcohol en un menor de edad puede influir en que consuma de manera frecuente y en exceso.
Recomendaciones
En conclusión, no es necesario privarte de tomar una copa siempre y cuando seas responsable de tus actos y consideres todo lo que te contamos. ¿Cuál es la necesidad de emborracharse y no disfrutar lo que se hace?
Otra cosa importante, a un menor de edad, ni un solo trago. Recuerda que a esa edad el cerebro aún no termina de desarrollarse, lo cual puede provocar daños en la zona que controla la memoria de larga duración y el aprendizaje. Además, este consumo puede provocar comportamientos que lo lleven a cometer actos con consecuencias irreversibles que repercutan a lo largo de su vida, o exponerlo a situaciones de riesgo como, accidentes, riñas o peleas, bajo rendimiento escolar y problemas en la salud.
Proyecto de la Unidad de Encuestas y Análisis de Datos del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz (Itzia Soto, Vianey Cañas, Raquel Mondragón, Marycarmen Bustos, Guadalupe Gutiérrez y Jorge Villatoro).
Contacto: prevención.uade@gmail.com