La pandemia llegó en un mal momento para el sistema de salud mexicano: Mercedes Juan López
“Me parece que México necesitaba continuar con la universalidad en la salud y no se ha hecho”, aseveró Mercedes Juan
“Tenemos frente a nosotros la crisis que ha surgido con la COVID-19, el número de personas contagiadas, pero también los retos que se están presentando ya en el sector salud y las condiciones generales del sistema de salud que se van a presentar después”, aseguró José Ramón Cossío, integrante de El Colegio Nacional, al dar inicio a la conferencia Las transformaciones en salud, transmitida en vivo el 24 de septiembre por las plataformas digitales de la institución.
Como parte del ciclo Los problemas nacionales y el derecho: las transformaciones, coordinado por el colegiado, la ex secretaria de Salud, entre 2012 y 2016, Mercedes Juan López, reconoció que la pandemia llegó en un mal momento para el sistema de salud mexicano, sobre todo por los cambios que se hicieron en octubre de 2019 para desaparecer el Seguro Popular y convertirlo en el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi).
“Transformaciones relativas, porque en el fondo seguía siendo la misma intención del sistema de protección social, pero con una manera de trabajar muy diferente: desapareció la posibilidad de que la gente cuente con medicamentos gratuitos, lo mismo que el fondo de promoción con gastos catastróficos, que fueron muchos años de cuidarlo, a través de un fideicomiso”.
Gracias a ellos se fue incrementando la atención de diferentes enfermedades, a decir de la especialista, siendo el cáncer de niños la primera enfermedad que se cubrió, el problema es que esa parte de seguridad financiera, de empoderamiento de las personas que sabían que podían contar con ese apoyo en la salud, desapareció.
“El sistema de salud no nace ahora, desde hace muchos años ha venido evolucionando de una manera muy importante, sobre todo con Guillermo Soberón, cuando era Secretario de Salud y tuvo la coordinación de los servicios de salud del gobierno de López Portillo, y le pidió que se hiciera un estudio sobre qué pasaba con las instituciones de salud.
“A partir de 1983 se establece una Ley General de Salud y el doctor Soberón es quien inicia la Coordinación General de Salud, incluso inicia la descentralización de los servicios de salud, a lo mejor de una manera más normativa, que operativa: lo comienza y no concluye, pero en 14 estados de la república se logra descentralizar”.
Al ofrecer el recuento histórico, Mercedes Juan López recordó que apenas con Juan Ramón de la Fuente, como secretario de Salud, durante la presidencia de Ernesto Zedillo, se inició el proceso de descentralización de los servicios de salud, con lo que se logró la existencia de secretarios de Salud en cada una de las entidades federativas.
Ya en 2003, vino una nueva reforma, muy importante, en palabras de la especialista, cuando Julio Frenk incluyó el sistema de protección de salud, para que las personas que no tuvieran algún servicio pudieran tener protección de salud y financiera, y un año más tarde se crea el Seguro Popular, en un principio con cinco millones de habitantes beneficiados, pero aumentó hasta llegar a 57 millones.
“En este momento, lo que sentíamos que debería venir, porque ya existía la cobertura, era ver cómo se lograba el acceso efectivo, con la calidad homogénea, el financiamiento… Me parece que México necesitaba continuar con la universalidad en la salud y no se ha hecho”, aseveró Mercedes Juan.
Así, advirtió sobre la importancia de aprender que deberemos convivir mucho tiempo con el tema de la pandemia y, si bien, no se está pensando de la misma manera en las instituciones de salud como hace seis meses, “cuando había todo un caos, no sé sabía por dónde empezar”: eso se ha ido asentando en el transcurso de este tiempo.
“La política de decir quédate en casa, aunque te sientes mal, no fue una buena política, porque mucha gente se murió en su casa. Entonces, todas esas cosas que estamos viendo ahora ya van a ser diferentes, simplemente se está viendo cómo va la inmunidad en las personas que ya se contagiaron: no sabemos qué va a pasar con las vacunas, pero tampoco podemos decir que las cosas van a seguir igual”.
La parte académica
Otro de los invitados a esta sesión del ciclo Los problemas nacionales y el derecho: las transformaciones, Germán Fajardo, director de la Facultad de Medicina de la UNAM, enfocó buena parte de su conferencia a los desafíos en el ámbito de la formación médica, porque el sistema de salud en México está basado en la medicina familiar, mientras el sistema universitario está formando médicos generales.
“El sistema educativo en medicina no existe: la autonomía de las universidades da la posibilidad de abrir una escuela de medicina, porque en general, se ha dado respuesta a presiones de dos tipos: en algunos casos del centro responden a presiones sociales: es que admitimos a mil, pero hay dos mil protestando allá afuera, entonces los aceptamos a todos”.
En las escuelas privadas aumentan la matrícula, sin ninguna regulación histórica, con lo que se genera una formación desarticulada: “he estado proponiendo que nos autorregulemos, que las propias escuelas sepamos cuántos debemos formar, una planeación que no existe”.
“Ha habido varios esfuerzos a lo largo del tiempo, para que sólo los médicos egresados de escuelas acreditadas puedan ir a hospitales certificados, tratando de garantizar la calidad en la medicina, pero la verdad no se logró y creo que por ahí hay que regresar”, enfatizó el catedrático universitario.
Durante la presentación del Paquete Económico 2021, el Secretario de Hacienda dio a conocer que se duplicaría la formación de médicos residentes, con la apertura de alrededor de 10 mil plazas, “un número que se dijo de manera mágica; esta indicación hubiera requerido una planeación de otro tipo o una planeación, ya no digamos de otro tipo”.
“No le preguntaron a nadie, no hicieron análisis alguno: para formar especialistas se requieren variables para que, a lo largo del tiempo, este médico pueda adquirir los conocimientos, las habilidades, las destrezas, las competencias que se requieren para determinada especialidad: para ellos se encuentra muy bien planeado el número de camas por residente, el número de quirófanos o de consultorios, para que puede ver el número de pacientes suficiente para prepararse”, señaló Germán Fajardo.
El director de la Facultad de Medicina de la UNAM se refirió a temas tan básicos como el hecho de que habrá sitios donde los médicos residentes no tendrán lugares para dormir o para poder comer, más allá de la parte académica: “la competencia entre los alumnos para realizar los procedimientos va a ser terrible”.
“Hace mucho platicamos sobre la importancia de formar a los geriatras, pero no había dónde formarlos, porque los servicios de geriatría en el país son muy pocos: sí se puede crecer si se crece en infraestructura, pero mientras eso no suceda, hay que formar a los que se pueda en ese esquema, porque si no, la calidad de los médicos que estamos formando, va a ir para abajo”, agregó el académico.
Fuente: El Colegio Nacional