La importancia del cuidado de los peces marinos en condiciones de cultivo y sanidad acuícola
Por Francisco J. Encarnación Ramírez, Pedro Uriarte Ureta y Minerva C. Maldonado García
El licenciado Francisco J. Encarnación Ramírez, técnico acuícola por mas de 20 años, es responsable del Laboratorio de Recepción y Mantenimiento de Peces Marinos; Pedro Uriarte Ureta, técnico acuícola, es responsable del Laboratorio de Recepción y Mantenimiento de Peces Marinos. La doctora Minerva C. Maldonado García, es coordinadora de la Línea Estratégica de Peces, con más de 25 años de experiencia. Los autores y la autora están adscritos al Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste S. C. (Cibnor).
Actualmente, el impacto de la carencia alimentaria en nuestro planeta ha provocado que los países y los organismos internacionales multilaterales, incluyendo las veinte economías más importantes del mundo (G20), tomen medidas urgentes para reducir su efecto.
Según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), el impacto de la crisis alimentaria en México no es un tema menor; por tanto, la disponibilidad, el acceso y uso de los alimentos son ahora parte de los principales pilares que componen la seguridad alimentaria.
En ese contexto, la acuicultura en nuestro país tiene como objetivo desarrollar actividades económico-productivas para optimizar la producción, a fin de contribuir a mejorar la calidad de vida de todos los sectores de la sociedad, mediante el aprovechamiento de los recursos naturales en forma sostenible. En ese marco, la acuicultura de pequeña escala se está expandiendo rápidamente en México debido a su peculiaridad de ser muy útil para la seguridad alimentaria.
Por lo anterior, y por los efectos positivos que se han tenido hasta ahora, el presente texto tiene como finalidad dar a conocer a la sociedad nuestras prácticas en el cultivo de peces que estamos seguros será una herramienta más y un aliado ideal para la consolidación del desarrollo del sector productivo, no solo para los entendidos y los que favorecen la realización de los procesos del desarrollo acuícola sino, sobre todo, de todas personas que quieran información técnica básica del cultivo de peces.
Dentro de una tecnología de cultivo acuícola, los cuidados higiénicos que se realicen en el manejo de las unidades y durante la manipulación de los animales son primordiales para su adecuada conservación. Todo sistema de bioseguridad debe ser implementado sobre la base de evitar el ingreso de agentes no deseados.
En el Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste, de la Ciudad de La Paz, Baja California Sur, en las unidades de cultivo de peces ubicadas dentro de los laboratorios de la Línea Estratégica de Peces (adscrita al Programa de Acuicultura) ponemos en práctica los procedimientos de prevención y control de las enfermedades que pueden potenciar los padecimientos o causar un padecimiento o un daño en nuestros organismos acuáticos.
Nuestro trabajo está dirigido a mantener el bienestar de nuestros peces con fines de investigación, mediante técnicas y tecnologías necesarias para el lograr el control o contención, a través de medidas que eviten su posterior diseminación en nuestros sistemas de cultivo.
Los peces —de la misma manera que todos los demás animales— están propensos a diversas enfermedades que se presentan tanto en el medio natural como en los cultivos controlados. Las enfermedades afectan en mayor medida a los peces en procesos de cultivo terrestre que en los cultivos en sistemas naturales a consecuencia de la densidad a que son sometidos los organismos en los recintos de cultivo; tales padecimientos generan pérdidas económicas importantes. Por ello, la sanidad acuícola es primordial dentro de una tecnología de cultivo.
El grupo de investigadores, estudiantes y técnicos de nuestros laboratorios ha encontrado que las enfermedades en los peces son resultado de un amplio conjunto de causas que alteran el estado fisiológico normal del pez, reflejándose en diversos síntomas propios de cada padecimiento. Los diversos agentes patógenos, así como el mal manejo del cultivo pueden ser causantes de mortalidad en un cultivo.
Para evitar afecciones, realizamos rutinas adecuadas para no generar estrés a los organismos; una de ellas es la de tipo nutricional, proporcionando al pez el alimento idóneo (pellet, brownies y alimento fresco de especies como sardina, calamar o camarón). Así mismo, cuidamos el aspecto ambiental o social (densidad de cultivo), evitando de esta manera malas prácticas de manejo.
Las enfermedades en los peces pueden ser de origen no infeccioso como lesiones mecánicas, enfermedades nutricionales y toxinas endógenas (que son los desechos del metabolismo de los peces), etcétera.
También existen los padecimientos de origen infeccioso que se producen por acción de microorganismos que entran en el cuerpo o tejido del pez y crean una infección o infestación (parásitos). Entre estos microorganismos patógenos se encuentran virus, bacterias, protozoos, hongos, gusanos y crustáceos. Los peces pueden convivir con estos distintos agentes patógenos sin provocarles la enfermedad gracias a la capacidad de resistencia del huésped (pez) que vive en equilibrio con el agente patógeno (nocivo). Este equilibrio se pierde al existir condiciones de estrés importante, por lo que el animal enferma.
El objetivo principal de nuestro equipo de trabajo es asegurar las condiciones de equilibrio de dichas variables en los sistemas del cultivo, realizando un manejo correcto y manteniendo la calidad del agua en óptimas condiciones, mediante la limpieza correcta de nuestras unidades de cultivo y sus accesorios como son los tanques mismos, los sistemas de aireación y sistemas de flujos de agua, para así reducir la probabilidad de aparición de estos padecimientos.
Para nosotros es indispensable conocer la conducta y la anatomía externa normal de nuestros peces en cultivo. Actualmente, trabajamos con especies como el jurel, el robalo y el huachinango; la cercanía con los organismos nos permite observar con atención aspectos básicos del comportamiento de los peces como el nado, el consumo de alimento, coloración, piel, ojos, branquias, aletas, entre otros.
La pronta identificación de la presencia de enfermedades nos ayuda a tomar medidas adecuadas para evitar la propagación del agente patógeno en nuestras instalaciones; lo anterior también nos permite hacer modificaciones en nuestras rutinas de mantenimiento y en el manejo de los peces cuando la enfermedad no es de origen infeccioso. La interacción diaria como el contacto físico y visual con los organismos nos facilitan esta actividad.
Cuando se detecta una situación anormal en el comportamiento de los peces, nos contactamos rápidamente con nuestros especialistas. Sin embargo, los técnicos responsables del manejo están capacitados para tomar las acciones básicas a realizar para una identificación correcta de la causa de enfermedad mediante la toma de muestras para envío al laboratorio o acciones como el aislamiento de organismos que permita disminuir la rápida expansión de un probable contagio.
La actitud, el compromiso y respeto por las normas de bioseguridad establecidas son la mejor herramienta para mantener a los peces libres de enfermedades. La coordinación de las prácticas de producción y bioseguridad entre áreas o granjas vecinas también es una estrategia importante de control de enfermedades en acuacultura.
Contamos con un historial de nuestros lotes como parte del monitoreo donde se realiza el seguimiento del crecimiento y el desarrollo de los organismos, como la talla y el peso.
Una adecuada rutina de limpieza como los métodos de sifoneo, registro de los parámetros fisicoquímicos, análisis de la calidad del agua, la correcta recepción de nuevos organismos a las áreas de cultivo, etcétera, permite en conjunto contar con un panorama claro ante eventos inesperados y desagradables que pudiesen estar relacionados con la aparición de una enfermedad.
Poner en práctica los procedimientos de prevención y control de las enfermedades que potencialmente limitan la producción dentro de un sistema de cultivo ocupa un lugar muy importante para tener peces sanos.
El presente proyecto está siendo apoyado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) en el año 2022 con número de referencia Proyecto de Incidencia Pronace 321279, aprobado en la XVII sesión extraordinaria del CTA del programa de presupuestos F003, convocatoria FOP07-2022-01, así como el proyecto 20464 con la empresa Kampachi Farms.
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Fuente: elsoldemexico.com.mx