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La ciencia es una actividad sistemática, creativa, sujeta a análisis y crítica: Jaime Urrutia Fucugauchi

La ciencia es una actividad sistemática, creativa, sujeta a análisis y crítica: Jaime Urrutia Fucugauchi

De acuerdo con el científico mexicano, “el desarrollo de la investigación no es otro gasto adicional, sino una forma de solucionar. Es la forma de invertir hacia el futuro”.

“Lo que se tiene ahora como el edificio de la ciencia ha sido el factor de transformación de las sociedades, desde sus inicios ha permitido comprender la naturaleza”, afirmó Jaime Urrutia Fucugauchi, miembro de El Colegio Nacional, al impartir la conferencia Ciencia y desarrollo. Investigación básica, con la que se inauguró el ciclo Universidades por la ciencia, coordinado por el geofísico mexicano.

En la sesión, transmitida en vivo el 2 de marzo a través de las plataformas digitales de la institución, el especialista en paleomagnetismo habló de los avances que se tienen en ciencia y que inciden en la vida diaria, incluyendo las telecomunicaciones, la medicina, la robótica, la genética y la exploración del Sistema Solar, y el contraste que éstos representan para muchos países en desarrollo y que se traduce en objetivos a cumplir por parte de la Organización Naciones Unidas (ONU).

Aseguró que, con la escritura y la imprenta, se abrió una comunicación a largo plazo y recordó que la exploración del Sistema Solar inició en 1957, el primer descenso en la Luna fue en 1959 y a Marte se llegó en 1975. “Hemos pasado de conocer a la Tierra de una manera muy fragmentada a tener ahora una capacidad enorme.”

El Premio Nacional de Ciencias y Artes 2009 también habló de los avances en medicina, desde 1347, que ocurrió la peste negra y eventualmente se descubrió el mecanismo de transmisión de virus, hasta la manera de poderlos controlar en el siglo XIX con los primeros grupos que dieron origen a la bacteriología. “El desarrollo de las vacunas fue alrededor de 1798 con la vacuna para la viruela. Este trabajo de investigación cambió radicalmente la forma de enfrentar las epidemias y, sin embargo, todavía hay sectores de la población renuentes a aceptarlas.”

De acuerdo con el científico mexicano, “hemos llegado a una situación en la que tenemos un gran avance de la investigación científica básica y como sociedad seguimos siendo incapaces de apreciarlo o de usarlo de una manera adecuada”. Agregó que estos avances enfrentan el dilema de cómo usarlos, cómo aplicarlos para el bien de la sociedad y muchos se prestan para utilizarlos de una manera destructiva.

Sostuvo que, la importancia de saber cómo se forman los elementos de la tabla periódica hasta conocer el funcionamiento de la mecánica cuántica, pasando por la estructura atómica, la microscopia, la estructura del ADN y la exploración planetaria, es parte de los avances que han permitido entender la estructura de la materia y su relación con el origen del Universo, además del desarrollo de aplicaciones como cirugías láser y resonancias magnéticas.

“Somos una sociedad que tiene la capacidad de explorar más allá del planeta que habitamos y tenemos la posibilidad de ver planetas alrededor de otras estrellas; sin embargo, tenemos problemas extremadamente fuertes como la pobreza extrema en grandes sectores, los conflictos bélicos, hambrunas, la mortalidad infantil y epidemias que golpean a la población”, puntualizó el colegiado.

En palabras del científico, lo anterior se traduce en las metas del milenio que integran la agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas. “Las necesidades básicas no están cubiertas. Estamos dañando todos los organismos con los que compartimos el planeta, estamos contaminando y provocando extinciones. Estamos dañando lo que permite que los organismos sigamos aquí.”

Agregó que, con este panorama, se tiene la iniciativa de reforzar lo que representa la ciencia básica para el desarrollo de las naciones. “El problema es fuerte y poco apreciable en las naciones con más recursos, porque viven en un contexto diferente a lo que gran parte de la población del mundo tiene.”

Según el análisis a nivel de ciencia, lo anterior requiere cambios fundamentales, estructurales, “ y refleja que nuestros sectores encargados de la toma de decisiones, nuestros gobernantes, deben tener otro tipo de capacidades. Le exigimos poco a quienes toman las decisiones. Da la impresión de que no importa si tienen capacidades, eso se refleja en la situación que tenemos en países en donde la toma de decisiones está en el sector menos preparado”.

En palabras del colegiado, se tiene el reto de aplicar los resultados de la investigación básica en la solución de problemas más apremiantes y de buscar un desarrollo más balanceado y equitativo. Tener una infraestructura sólida de investigación en las naciones se verá reflejado en el bienestar de su población. “El desarrollo de la investigación no es otro gasto adicional, sino una forma de solucionar. Es la forma de invertir hacia el futuro.”

Agregó que México está lejos del promedio de las naciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos. “Necesitamos una población educada. Una educación de calidad. Actualmente, más de 262 millones de niños, niñas y jóvenes no están escolarizados y el 22% de ellos están en edad de asistir a la escuela primaria.”

Urrutia Fucugauchi comentó que 750 millones de personas en el mundo son iletradas, 617 millones no tienen capacidad en lectura, matemáticas y ciencias, y los niños en escuelas carecen de conocimientos básicos de lectura y aritmética. “Esa mala educación se refleja en desconfianza, ignorancia, pseudociencia, políticas equivocadas, falta de visión y de programas a largo plazo.”

De acuerdo con el especialista en geofísica, para mejorar la educación deben generarse programas estructurados de estrategia. Debe haber inversión en infraestructura, en programas de ciencia básica y en colaboraciones regionales e internacionales entre universidades y centros de investigación. “Las acciones deben estar dentro de planes estratégicos de largo plazo. Debe estimular la creatividad, la innovación, la investigación científica, el desarrollo tecnológico y retener el talento.”

“Se necesita también dejar en claro que la ciencia es el conjunto de actividades sistemáticas para generar y organizar conocimiento. La ciencia es una actividad sistemática, creativa, sujeta a análisis y crítica. La ciencia y la innovación tecnológica son los elementos de transformación de las sociedades modernas. Estos avances y transformaciones se dan a ritmos cada vez más acelerados”, finalizó el especialista.

Fuente: El Colegio Nacional

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