Inteligencia artificial en salud; qué profesiones se requieren
Maribel Ramírez Coronel
El uso, entendimiento y aplicación de la inteligencia artificial en el ámbito médico requerirá de trabajo multidisciplinario donde participen, sí los médicos que dominan los campos clínicos, pero también los especialistas en ciencia de datos -y no necesariamente ingenieros, sino de distintas profesiones con esa especialización- enfocados en el conocimiento de las aplicaciones de algoritmos matemáticos y estadística; así también los ingenieros biomédicos, por lo que se requiere para desarrollo y uso de dispositivos médicos, e igualmente los químicos farmacéuticos sobretodo por los enfoques de la IA en mejorar trazadores o medicamentos para poblaciones específicas o con cierta etiología.
Pero en México el gran reto para que la IA se aplique y funcione en beneficio de los pacientes y del sistema de salud, será fundamental aterrizar políticas públicas que la estimulen y, en principio, se detone el expediente clínico electrónico y su portabilidad. Ello implica romper con el sesgo o la idea de que la información del paciente pertenece a las instituciones médicas porque no es así; la información del paciente pertenece al paciente.
Los datos son la base para aprovechar esas nuevas tecnologías en favor de una medicina más oportuna y preventiva. El problema es que con un sistema fragmentado y sin expediente electrónico los datos seguirán disgregados, lo cual es un freno que como país tenemos que superar si queremos aprovechar las enormes ventajas que trae la IA y demás tecnologías.
Platicamos con Sergio Domínguez, un ingeniero robótico gerente general de Latinoamérica para la Línea de Negocios de Radiología y Cardiología Intervencionista, en Siemens Healthcare, quien señala que un segundo elemento crucial es el de la seguridad de la información y poder garantizar que si se utilizan datos para poner a prueba o en aprendizaje a un tercer sistema no se los van a robar o a modificar. Al respecto en el mundo se buscan mecanismos como blockchain, y hay empresas que trabajan sobre cómo asegurar que de inicio a final la información esté segura y sin riesgo. Y ahí el sistema financiero está más avanzado.
Otro punto vital, comenta, es la inversión y la disposición por parte del gobierno para ajustar las políticas públicas y permitir que las entidades u hospitales puedan tratar a los pacientes en forma remota (telemedicina) y que además puedan utilizarse elementos aplicados inteligentes (wearables) con la finalidad de prevenir la enfermedad.
Nos comparte que hay algo que se trabaja como un concepto más general, que es la iniciativa de software as a medical device (software como un dispositivo médico, DM); ya salió el primer draft del gobierno para poder regular pero está más enfocado a un tema del desarrollo y registro del DM. Hay especialistas que junto con Cofepris y la Secretaría de Salud buscan cómo generar una regulación apropiada.
La humanidad, nos comenta, está ante la oportunidad de sacar gran ventaja complementándose con los avances de los algoritmos que hoy pueden replicar a muy alta velocidad modelos cognitivos para identificar patrones y elementos que nos ayuden a prevenir, predecir y mitigar las enfermedades no transmisibles. Asimismo, a desarrollar, por ejemplo, nuevos fármacos a mayor velocidad y más efectivos. Es el principal enfoque de la IA en salud hoy en día.
Sergio Domínguez, quien es doctorante en Ciencias Económicas Empresariales en la Universidad Panamericana y vicepresidente de Capacitación en la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (Canifarma) en la sección de Dispositivos Médicos, nos explica que dentro de la IA hay gran cantidad de elementos y algoritmos matemáticos, y ChatGPT es solo una pequeña parte que se llama IA generativa, pero hay otras como por ejemplo redes neuronales o las convolucionales, que en general usan una gran cantidad de algoritmos para encontrar patrones en muchos sentidos.
Hace cinco años nadie hablaba de la Inteligencia Artificial; hoy es un concepto del que todos hablamos, pero pocos entendemos a detalle lo que significa. La población asume que la IA se refiere a modelos de lenguaje como ChatGPT, pero eso está lejos de la realidad.
Takeda, su 60 aniversario y su Centro de Innovación en CDMX
Y hablando de tecnología e innovación, la biofarmacéutica japonesa Takeda inauguró las instalaciones de su Innovation Capability Center (ICC) en ciudad de México, y lo hace en el marco de la celebración de sus 60 años en el país. Es uno de los 3 ICC que tiene en el mundo; los otros están en Eslovaquia e India, formando parte del equipo Global de Datos, Digital y Tecnológico de Takeda. La idea es aprovechar las capacidades digitales internas para ofrecer soluciones innovadoras a gran escala. Al fomentar el desarrollo interno de capacidades de datos y aspectos digitales, “la compañía garantiza estar preparada para el futuro, para generar mayor rapidez en el tiempo de comercialización (time to market), mayor eficiencia, calidad inquebrantable y optimización de costos”. En el ICC Mexico laboran expertos en ciencia de datos, ingeniería de software, arquitectura tecnológica, desarrollo de TI y áreas especializadas como inteligencia artificial, digitalización, gestión del cambio, agilidad y experiencia al cliente, combinación de talentos que aporta perspectivas únicas que impulsan la transformación digital.
El profesional de la salud en el dictamen sanitario
En respuesta a lo publicado en este espacio el pasado 7 de mayo, Cofepris nos hizo saber lo siguiente:
“La Comisión de Autorización Sanitaria dentro de su estructura cuenta con unidades administrativas que tienen por objetivo la emisión de autorizaciones con alcance a diversos insumos para la salud como lo medicamentos, garantizando la calidad, seguridad y eficacia.
La evaluación que se genera en el dictamen sanitario es respaldada por profesionales de la salud en su mayoría compuesta por Químicos y Farmacéuticos orientados a la regulación sanitaria, con conocimientos solidos que sustentan la calidad de los medicamentos.
Actualmente en el área de evaluación de los medicamentos la proporción de Químicos y Médicos es aproximadamente de 10:1. El papel del médico es evaluar la evidencia pre-clínica (in vitro y animales) y clínica (protocolos de investigación en humanos) disponible, determinar la pertinencia de las diferentes indicaciones terapéuticas, validar el cumplimiento de la normativa en materia de etiquetado e indicaciones para prescribir y como parte de los procesos de farmacovigilancia. Este proceso se lleva a cabo con cada uno de los medicamentos que se autorizan en la Comisión y tiene como objetivo garantizar la seguridad y eficacia de los insumos autorizados, para proteger a la población contra riesgos a la salud.
Esta evaluación de parte de los médicos tiene concordancia con las recomendaciones emitidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) a través de la herramienta de armonización para la evaluación de los sistemas regulatorios nacionales de productos médicos (GBT, Global Benchmarking Tool), en la que se menciona la relevancia de la participación del personal médico especializado en el área regulatoria. Es por esto, que a nivel mundial, las Agencias Regulatorias de alta exigencia promueven la evaluación multidisciplinaria de los medicamentos.
Si bien, es innegable el papel imprescindible de los químicos y farmacéuticos en la evaluación de los medicamentos que se autorizan en esta Comisión, la participación de los médicos es sinérgica y necesaria para el ejercicio integral de la regulación sanitaria en México”.
Fuente: eleconomista.com.mx