Historia de la biología moderna en San Luis Potosí
Rubén López Revilla
El doctor en Genética es jefe de la División de Biología Molecular del Instituto Potosino de Investigación Científica y Tecnológica (Ipicyt) y miembro del Sistema Nacional de Investigadores. Correo electrónico: rlopez@ipicyt.edu.mx.
El Instituto Potosino de Investigación Científica y Tecnológica (Ipicyt) ‑‑Centro Público de Investigación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) creado el 24 de noviembre de 2000- está dedicado a la investigación científica básica y aplicada, y a la formación de investigadores en ciencias exactas y naturales que contribuyan al conocimiento científico y tecnológico, así como al desarrollo del país.
Este momento en el que cumplimos 20 años de vida institucional es propicio para hacer un recuento del desarrollo de la biología en el Estado de San Luis Potosí, la cual ha cambiado radicalmente en las últimas décadas.
Durante la primera mitad del siglo pasado, la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) era la única institución de educación superior en el Estado, y contaba solamente con programas de licenciatura en leyes, medicina, química y estomatología. A fines de los años cincuenta y principios de los sesenta en la UASLP se fundaron las escuelas de Ingeniería, de Contaduría y de Economía, y el Instituto de Física y, a principios de los años setenta, la Escuela de Agronomía.
El Instituto de Física conjuntó un grupo de investigadores de tiempo completo de alto nivel que fue determinante para la creación de la Escuela de Física que contaba con programas de licenciatura en física y matemáticas, pero no en biología, y que al transformarse en Facultad de Ciencias inició programas de posgrado en las mismas áreas. Años después la Facultad de Medicina inició el posgrado en investigación biomédica básica.
A principios de los años noventa, la UASLP recibió un apoyo de la Secretaría de Educación Pública para diseñar el Departamento de Biología de la Facultad de Ciencias, que estaría dedicado a la investigación y a la docencia en los niveles de licenciatura y posgrado. El proyecto, que no fructificó, incluyó una encuesta realizada por el Departamento de Vinculación de la UASLP a los estudiantes de bachillerato de todo el estado, entre los cuales 10 por ciento declaró que estudiaría biología si existiese la carrera.
En 2002, cuando estaba a punto de arrancar el posgrado en biología molecular en el Ipicyt escribí un artículo en el que declaré: “En el Estado de San Luis Potosí hay un rezago en la biología y la biotecnología moderna por la carencia de grupos de investigadores que pudieran ofrecer estudios profesionales y de posgrado en estas áreas, así como por la falta de empresas biotecnológicas modernas”.
18 años después, la situación de la enseñanza e investigación en biología moderna y biotecnología es completamente diferente, porque después de que el Ipicyt inició el posgrado en biología molecular, en 2003, la UASLP creó programas de licenciatura y posgrado en biofísica y en biología en la Facultad de Ciencias, en bioprocesos en la Facultad de Ciencias Químicas y en agrociencias en la Facultad de Agronomía y Veterinaria. Varios graduados de la División de Biología Molecular (DBM) han contribuido sustancialmente a crear estos programas, y además participan como docentes en los campus que la Universidad del Valle de México y la Universidad Cuauhtémoc tienen en la capital del estado.
Las áreas actuales de investigación de la DBM son agrobiología molecular, biomedicina molecular y biotecnología molecular; sus profesores (16 de planta, incluyendo dos de Cátedras Conacyt) tienen el grado de Doctor en Ciencias, son investigadores de tiempo completo, pertenecen al Sistema Nacional de Investigadores, están instalados en 11 laboratorios de investigación y cuentan con áreas de servicio general, aulas, auditorios, biblioteca especializada, centro de cómputo, invernaderos y acceso a los servicios de los tres laboratorios nacionales del Ipicyt.
Los programas de maestría y doctorado en biología molecular tienen el Nivel de Competencia Internacional, máximo reconocimiento otorgado por el Padrón Nacional de Posgrados de Calidad, gracias al cual los estudiantes nacionales y extranjeros admitidos pueden recibir becas académicas del Conacyt.
De los 800 maestros y doctores en ciencias graduados hasta el 31 de diciembre de 2019 en los diez programas de posgrado de las cinco divisiones académicas del Ipicyt, 300 (38 por ciento) corresponden a los graduados de biología molecular, entre quienes predominan los de maestría sobre los de doctorado y las mujeres sobre los hombres (ver gráficas).
Al finalizar 2019, 83 graduados en biología molecular estaban incorporados al Sistema Nacional de Investigadores: 39 como candidatos, 38 en el nivel 1, 5 en el nivel 2 y uno en el nivel 3 (ver gráfica).
Cincuenta y seis graduados se encuentran en el extranjero prosiguiendo el doctorado o posdoctorado en Estados Unidos, Canadá, Suecia, Francia, Alemania, Italia y España.
Asimismo, 71 por ciento de los graduados continúa en el sector académico, pues desempeñan trabajos en instituciones académicas, prosiguen estudios de doctorado, están realizando el posdoctorado, o son investigadores de cátedras Conacyt. Ocho por ciento está incorporado al sector empresarial o gubernamental (ver gráfica).
Asimismo, ocho de los graduados han sido extranjeros: cuatro de Cuba, dos de Colombia, uno de Honduras y uno de Austria. Los 292 graduados nacionales provienen de 30 de las 32 entidades federativas de México.
El avance que ha experimentado la biología moderna en las últimas décadas en nuestro estado, tanto en la investigación como en la formación de investigadores de nivel internacional, es el resultado de la visión y el apoyo coordinado de los distintos órdenes de gobierno para convertir a San Luis Potosí en un polo de desarrollo científico y tecnológico. La Biología Molecular y las demás áreas que cultiva el Ipicyt como Geociencias, Nanociencias, Supercómputo, Matemáticas Aplicadas y Ciencias Ambientales también han tenido gran impacto en el desarrollo tecnológico, especialmente en industrias locales con las cuales hemos colaborado en numerosos proyectos.
En otro momento, abordaré los proyectos que los investigadores, técnicos y egresados de la División de Biología Molecular del IPICYT están desarrollando y los que han concluido con éxito, así como su impacto regional y nacional. Describiré la infraestructura y las capacidades que tenemos para ofrecer servicios analíticos y de diagnóstico, así como planeación y ejecución de proyectos con los sectores social, industrial y gubernamental sobre problemas en agrobiología, medicina y biotecnología.
Agradezco al Departamento del Posgrado, en particular a la LCC Teresa Casas Soubervielle, los datos estadísticos del Programa de Seguimiento a Graduados incluidos en este artículo.
Fuente: México es Ciencia