Evaluación del argumento, no del argumentador
Fernando García Carreño (Cibnor)
El doctor es investigador titular D del Programa de Ecología Pesquera en el Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste (Cibnor). Contacto: fgarcia@cibnor.mx
La humanidad es proclive a validar o no argumentos solo tomando en cuenta quién argumenta, lo cual ha mostrado ser poco objetivo: lo dijo fulano de tal, sobre todo, si es un premio Nobel. La ciencia muestra que una persona puede tener buenos y malos argumentos; ejemplificaré, precisamente, con varios premios Nobel.
Albert Einstein, premio Nobel de Física 1921 por la descripción del efecto fotoeléctrico (nótese que no digo descubrimiento), y no por la teoría sobre la relatividad como la mayoría cree, terminó su carrera con cierto descrédito porque no aceptó la teoría cuántica, base de la física moderna. Su cita: “Dios no juega a los dados con el universo” no es una cita religiosa: sencillamente, no acepta que el universo se rija por el azar. Principio de incertidumbre. La fotografía corresponde al Congreso Solvay efectuado en Bruselas en 1927 para tratar el tema de la teoría cuántica.
Linus Pauling, premios Nobel de Química 1952 y de La Paz 1962. Al retirarse, se dedicó a promover sin base científica el uso masivo de la vitamina C, lo que lo llevó a perder una buena parte de su prestigio.
Luc Montagnier, premio Nobel de Medicina 2008. Ha apoyado la campaña antivacunas, lo que le ha acarreado cierto desprestigio. Dicha campaña es promotora de una inmensidad de noticias falsas y ha llevado a muchos padres poco informados a no vacunar a sus hijos, lo que ha causado epidemias de sarampión en varios países, epidemia que coexiste con covid-19.
El mensaje aquí es no aceptar un argumento solo porque alguien famoso o mal intencionado lo dice. Hay que entender el razonamiento esgrimido y dar peso en función de qué es lo que lo sostiene. Sobre todo, hay que tener cuidado con noticias como las que se leen en las ilustraciones. Debemos buscar información consistente, de variadas fuentes y dar peso al soporte del argumento con criterio científico. Recordemos que los periodistas aman las notas con títulos rimbombantes, sobre todo, si llevan el nombre de alguien famoso.
Aquí no se rechaza la posibilidad de lo dicho por Luc Montagnier; solamente, se toma con cuidado y reserva hasta obtener información adicional que permita generar una opinión fundamentada. “Not all that glitters is gold” (“No todo lo que brilla es oro”).
Fuente: México es Ciencia