La migración a México por la frontera sur se ha diversificado y actualmente llegan personas de 141 nacionalidades diferentes: Jessica Nájera
En los últimos años la migración hacía Estados Unidos se detuvo debido a que “hay un cierre de la frontera total”, situación que se ve reflejada en la caída del número de migrantes detenidos en México. De acuerdo con Jorge Durand, profesor-investigador de la Universidad de Guadalajara, a diferencia del millón 106 mil 400 migrantes, provenientes de todo el continente americano que se detuvieron en 2024, este año “la migra mexicana” ha detenido a 111 mil 32 personas.
Durante la mesa “México en el panorama internacional de las migraciones”, que formó parte del X Encuentro Libertad por el Saber, organizado por El Colegio Nacional, Durand señaló que México se encargó de detener el flujo migratorio hacía Estados Unidos y que las prioridades de Donald Trump cambiaron en el último año: “La migración para Trump ya no es un problema, ahora son los aranceles, ya no es por la migración, es por el fentanilo”.
En el panel moderado por la demógrafa Silvia Giorguli Saucedo, miembro de El Colegio Nacional, también participaron la socióloga Claudia Masferrer y la economista y demógrafa Jessica Nájera, académicas de El Colegio de México.
En su intervención “México como país de origen y de retorno”, Durand dijo que la prueba de que “hay un cierre de la frontera total y hay una deportación masiva, todavía parcial”, son las cifras. Así, mientras en 2014 apenas llegaron 785 migrantes africanos, en 2024 subieron a 58 mil 764 y este año volvió a descender la cifra a 6 mil 789; otro caso singular es el de los asiáticos, que pasó de 67 mil 962 personas en 2024 a 6 mil 104 este año.
La historia con Donald Trump y la migración, relató, comenzó en agosto de 2016 cuando el presidente Enrique Peña Nieto lo recibió en la Ciudad de México: “Al final no se sabe exactamente de qué hablaron, porque el presidente mexicano nunca habló expresamente sobre el muro y de que México no pensaba pagar ese muro. Sin embargo, el señor Trump, que estaba en campaña, al día siguiente en Phoenix, se volvió a referir a los mexicanos como violadores y traficantes”.
En 2018 llegó la gran caravana migrante al puente del Suchiate, que exigió pasar. De esa enorme columna lograron llegar a Tijuana al menos 7 mil personas: “Obviamente este tema le preocupó muchísimo a Donald Trump y argumentó que se trataba de una invasión”. El fenómeno migratorio estaba cambiando en ese momento y pasó de ser un flujo laboral a una migración con fines de refugio.
Posteriormente, en 2019, con la llegada al poder de Andrés Manuel López Obrador, la migración “entró al campo de la negociación”. El canciller Marcelo Ebrard, dijo Durand, debió ceder y otorgó la concesión: Quédate en México, “es decir, al migrante salvadoreño que cruzó y pidió asilo se le dijo: ‘no, quédate en México a esperar a que hagas tu proceso’. Esta es una concesión muy seria, porque en toda nuestra historia nunca se había aceptado que devolvieran a un extranjero; México siempre aceptó recibir a sus connacionales, nunca a extranjeros”.
Las presiones de Trump continuaron y amenazó a México con imponer tarifas, las negociaciones se volvieron duras concluyendo en que “México iba a poner 20 mil guardias nacionales para detener la migración”. Con esta medida, el flujo pasó de 100 mil a 30 mil migrantes mensuales. Después vino el COVID y la frontera se cerró totalmente. Al término de la emergencia sanitaria y con la llegada de Joe Biden al gobierno estadounidense, pasaron unos 8 millones de migrantes por México; pero eso cambió en el último mes del gobierno de Biden y el inminente regreso de Trump en diciembre de 2024, cuando pasaron 301 mil personas en un solo mes.
“Al mes siguiente pasaron 10 mil. ¿Qué pasó? Bueno, Donald Trump prometió que iba a cerrar la frontera, y se cerró. Además, inmediatamente llegó el anuncio de las tarifas y México dijo: ‘no, vamos a poner 10 mil guardias nacionales para que no pasen al otro lado’. Y esta es la situación que tenemos hoy”, afirmó.
La frontera sur
A partir de 2015, cuando se dio la entrada masiva de migrantes haitianos a México, se diversificó la nacionalidad de las personas que entran a través de la frontera sur del país, explicó la investigadora Jéssica Nájera: “Los flujos migratorios han cambiado en composición. Hasta 2015 seguíamos diciendo que el perfil seguía siendo el mismo: el 90% eran personas de Guatemala, Honduras y El Salvador; pero después del 2015 cuando pasa la población haitiana e inician las detenciones de haitianos, empezó sistemáticamente una mayor diversificación de la población”, señaló.
En su intervención, “La frontera sur de México: puerto de entrada de migrantes internacionales”, Nájera afirmó que en los últimos años, la población migrante centroamericana que llega a la frontera sur mexicana es solo del 30%, mientras que el resto “provienen de una diversidad de países y de continentes en el mundo”.
En 2022, “en la última revisión que hice de cuántos países tenemos registrados en las detenciones tenemos 141 países, cuando en el 2015 todavía teníamos menos de 20 países, y en el 2010 eran tres, los tres centroamericanos más otros adicionales. Hoy día podemos encontrar una gran diversidad de personas migrantes”.
Najera señaló que también la detención del flujo de migrantes que entran por la frontera sur “tienen una huella territorial. No es en todo el país donde se detiene a las personas, si no que se detienen en determinados lugares, y esos lugares no son aleatorios, son lugares en los que el Instituto Nacional de Migración tiene mayor presencia y donde debe de haber mayor control para detener a las personas en situación irregular”.
También dijo que los espacios de detención son algunas entidades que forman parte de la ruta migratoria, como Chiapas, las entidades a las orillas del Golfo —denominadas la Ruta Golfo, —, y el norte del país.
Continúo señalando que en 2024 se ampliaron a Tabasco: “Esto tiene que ver con una de las políticas que ha tomado el Instituto Nacional de Migración, que tomó el año pasado, que fue relocalizar a la gente, mover a la gente, lo que hacía era dejar pasar a los migrantes en tránsito, y una vez que estaban en el norte del país, los detenía y los devolvía a Tabasco. Estando en Tabasco, detenían a las personas para que estuvieran más cerca de la frontera sur y devolverse. Esto implicó que Tabasco apareciera como una entidad de alta detención”.“Y de la misma manera que a nivel estatal, a nivel municipal se puede ver dónde se detiene más a las personas migrantes: Tapachula, Ciudad Hidalgo. Son los municipios fronterizos de mayor detención, e igual que en el caso de Tabasco, Tenosique y Palenque son los espacios de esto mismo”, mostró.
Por su parte, Claudia Masferrer se refirió a un flujo a la inversa, el que proviene de norte a sur, el que va de regreso de Estados Unidos a México, en su intervención titulada “Destino México. Inmigraciones, llegadas y esperas en un país desigual”.
A pesar de que generalmente se piensa que el retorno a México es sinónimo de libertad, señaló, la realidad es que “estuvieron atrapados en Estados Unidos sin poder regresar porque carecían de un estatus regular, a sus retornos se encuentran también atrapadas y me pregunto hasta qué punto las personas en tránsito últimamente se sienten atrapadas también”.
Masferrer habló de su último libro “The returned” en el que incluye testimonios de 34 personas que regresaron de Estados Unidos a México. “Algo que es muy interesante y muy importante es que cuando llegan, y esto sí lo comparten con las personas extranjeras, hay un sentimiento de estar desorientados”.
“Por ejemplo, Evaristo nos habla: ‘¿a dónde van?, ¿caminando?, ¿hacia dónde?, ¿norte o sur?, ¿dónde está el norte?, ¿dónde está el sur? Llegan norteados y nadie les ayuda. En general él habla de la experiencia de desorientación un poco para navegar en la ciudad, pero también, en el libro hablamos mucho de cómo esta idea de estar norteado en realidad hace una referencia al estar desorientado socialmente cuando la familia está lejos”.
“Ahora están norteados, pero nadie los ve, y en general en la Ciudad de México, pero también en otros lugares, podemos pensar en las palabras de Raúl que dice: ‘bueno, la gente no sabe de dónde vienes ni quién eres’”, compartió Masferrer.
Fuente: El Colegio Nacional


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