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En el mundo, una de cada ocho personas vive con enfermedad mental: María Elena Medina-Mora

En palabras de la colegiada, “el sistema de salud de las personas con problemas psiquiátricos no está articulado. En los hospitales generales, sólo el 2% tiene camas para tratar la enfermedad mental”

“A pesar de ser una enfermedad crónica no transmisible, como muchos de los padecimientos no transmisibles, la enfermedad mental no se incorpora dentro del sistema de salud, su atención se da afuera y no se incluye en los padecimientos crónicos”, enfatizó María Elena Medina-Mora, miembro de El Colegio Nacional, al coordinar y participar en el conversatorio Atención primaria de la salud: atención paliativa como eje prioritario.

La psicóloga mexicana señaló que una de las razones por las que no se incluye, es que se ha visto como una enfermedad que no ocasiona una muerte inmediata, es decir, las personas mueren con la enfermedad, no de la enfermedad mental. Sin embargo, hay enfermedades que sí llevan a la muerte, como la anorexia y el suicidio, por lo que es una población que vive abajo del promedio de vida.

“El presupuesto y el sistema de salud están orientados a las enfermedades que tienen una muerte inmediata o cercana”, agregó la colegiada. Recordó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) promueve el acceso igualitario a los servicios curativos, preventivos y paliativos. Lo reconoce como un derecho humano. “Otro paso importante fue el que dio la oficina de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) al determinar cuál era el nivel de opio que se necesitaban para el manejo del dolor en cada país”.

María Elena Medina-Mora se refirió a un estudio que realizó junto con su equipo de trabajo y que publicó en la Gaceta Médica de México, para el que tomó como base la información de las universidades de Washington, que contiene los registros más completos de los días vividos sin salud y la mortalidad prematura por enfermedad mental en todos los países. “Nosotros vimos que, en el mundo, una de cada ocho personas vive con una enfermedad mental, mientras que, en México, en el año 2021 había 18.1 millones de personas”.

Expuso que las enfermedades más frecuentes durante la pandemia fueron la depresión y la ansiedad, con menos días sin salud de lo que produjo la COVID-19; luego le siguieron la esquizofrenia, que es una de las enfermedades graves asociadas a la enfermedad mental; la anorexia y los intentos de suicidio de las personas de la personalidad límite, padecimientos graves, “lo que ha generado la consideración de la atención psiquiátrica como paliativo para estas enfermedades”, enfatizó la colegiada.

En palabras de la especialista, el sistema de salud de las personas con problemas psiquiátricos no está articulado, por alguna razón se pensó que, a pesar de ser enfermedades crónicas, no se tratan en el sistema de salud, sino que se tratan fuera de ellos. “En los hospitales generales, sólo el 2% tiene camas para tratar la enfermedad mental”.

Además, la muerte de personas con esquizofrenia es grave, porque viven alrededor de 25 años menos de la esperanza de vida promedio, a pesar de esto, no pueden tener atención en el sistema de salud. Por lo que las instituciones tienen dos problemas: rechazan a los enfermos graves y no se pueden comunicar fácilmente con una enfermedad mental en ese nivel. “Se necesita más capacitación. Entonces, los pacientes mueren 25 años antes por no atender las otras enfermedades crónicas, por ejemplo, las personas con esquizofrenia fuman mucho, porque la nicotina tiene acciones especiales que les ayuda a controlarse, pero el tabaquismo los mata”.

“Si nosotros vemos estos elementos, pensaríamos que es muy importante poder llevar la atención de la salud mental con los cuidados paliativos. Tenemos que estudiar, trabajar y resolver los dilemas éticos, pero no debemos dejar de pensar en una atención completa”, concluyó la colegiada.

Los cuidados paliativos son parte de la atención médica

Al tomar la palabra, Mónica Osio Saldaña, de la Facultad de Medicina de la UNAM, subrayó que es importante reconocer el modelo que propone la OMS y que los cuidados paliativos no son en los últimos momentos de vida, “eso es una falacia, los cuidados paliativos son parte de la atención médica, esto quiere decir que tenemos que cuidar lo que no podemos curar”.

Explicó que existe una obligación ética, moral y legal de dar la mejor condición de vida posible a un paciente que ya no puede ser curado y también aplica para pacientes con enfermedad mental. La pregunta es: “¿cómo le hacemos para brindar un servicio si la población que no sabe que tiene derechos? La base del modelo que nos da la OMS es: difundamos y empoderamos a nuestras poblaciones para que se convierta en una realidad, que no quede como letra muerta.

Añadió que otra base importante es la investigación. Este tipo de atención cambia de acuerdo con el país, pero México tiene muchos Méxicos. “No es la misma situación que viven los reos, las ciudades, las comunidades rurales, los migrantes, las casa hogar, la población de adultos mayores, estamos hablando de poblaciones vulnerables y toda esa población necesita atención crónica a lo largo de su enfermedad. Tenemos mucho trabajo para evidenciar las necesidades”.

“Se debe tener la disponibilidad de medicamentos esenciales, debe existir personal capacitado y con formación adecuada, se necesita la participación de las universidades. Actualmente, cuidados paliativos es una materia optativa, cuando debería ser parte de la atención médica, porque todos los médicos se enfrentan a enfermedades no curables. Como sociedad, podemos lograr los cambios necesarios para que nuestros enfermos vivan mejor el final de su vida y mueran con dignidad”, finalizó la especialista.

La formación del personal de salud

Nayely Salazar Trujillo, de la Facultad de Medicina de la UNAM, sostuvo que se debe fortalecer a los especialistas en salud con capacitación y formación desde el pregrado. “Hay una deficiencia en cuanto a la formación en las carreras de Medicina, citaré una investigación que arroja que, de los estudiantes de medicina, el 65% no tiene esta preparación, pero lo que es más alarmante es que el 63% de los estudiantes se consideró incapaz de dar atención al final de la vida de los pacientes”.

En el año 2021, en México, existían 97 Hospitales con servicios de Clínica del dolor y cuidados paliativos, para una población de 130 millones de habitantes, según el censo del INEGI de 2021; existen 25 médicos por cada cien mil habitantes, expuso la investigadora. Aseguró que se pueden tener medicamentos en el país, “pero de nada sirve si no hay personal capacitado para prescribirlo”.

“En México, sólo 6 mil 77 médicos cuentan con recetario para prescribir opioides, lo que representa el 1.9% de los 305 mil 408 médicos con licenciatura concluida, a pesar de que es un trámite gratuito. “La formación de los médicos es la estrategia más eficaz de optimizar la prestación de cuidados paliativos en entornos de atención a largo plazo”, concluyó.

Por su parte, Luz Elena Olaiz Cortina, directora del Centro de Cuidados Paliativos de México IAP., expuso que el Centro de Cuidados Paliativos de México es una institución de asistencia privada que se formó en el año 2006, después de una investigación que identificó la ausencia del cuidado paliativo privado. “Estamos convencidos de que el cuidado paliativo tiene que ser multidisciplinario, porque hay que atender al ser humano en todas sus esferas. Tenemos 18 años de experiencia, hemos visto que un enfermo en casa es responsabilidad no sólo del gobierno, también de las instituciones, la familia y la comunidad”.

“Hacemos visitas domiciliarias con un equipo de profesionales en cuidados paliativos: médico, enfermera, trabajadora social y psicólogo tanatólogo, de esa manera abarcamos todas las necesidades del paciente en casa y de su familia. La contención emocional es fundamental al conocer que tienes una enfermedad que ya no se va a curar, es un impacto muy grande para el paciente y la familia que cambia la forma de vivir y de ser, se busca que el paciente busque una motivación y significado de vida, así como enseñarle a la familia a aceptar sus emociones y reinventarse ante una situación tan crítica”, comentó la especialista.

Por su parte, Patricia Rebolledo Rebolledo, presidenta de la Alianza de Organizaciones para Adultos Mayores, recordó que, en el año 2019, el INAPAM hizo una investigación en más de tres mil instituciones para identificar las instituciones que brindaban servicios de asistencia, el resultado fue que más del 80% son instituciones del sector civil las que brindan la atención, sobre todo cuidados a largo plazo, y el gobierno sólo el 10%, es un dato que ofrece un panorama de la situación.

“Ofrecemos modelos de atención que son: cuidados a largo plazo, que es el principal; otro es el servicio temporal, que es conocido como centro de día o centros culturales, son en los que las personas están un rato y se salen; la atención en comunidad, en la que se ofrecen platicas de promoción de la salud; y la atención domiciliaria, que brinda atención profesional de personal capacitado en casa, esos son los principales modelos”, explicó.

Concluyó que la mayoría de los mexicanos no tiene acceso a estos servicios ni públicos ni privados, por lo que se cuidan a los familiares en los domicilios y en las organizaciones.

Fuente: El Colegio Nacional

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