El sistema músculo esquelético tiene un papel fundamental en la vejez: Araxi Urrutia Odabachian
“Existen estudios que muestran que los jóvenes de ahora tienen una menor actividad física, incluso escriben menos y están más tiempo en el celular o jugando videojuegos, lo que se traduce en una menor fuerza”, aseguró la investigadora del Instituto de Ecología de la UNAM
“La vejez forma parte del ciclo de la vida y está asociada con muchas enfermedades que son más frecuentes conforme avanza la edad, incluso la edad es el mayor factor de riesgo para las enfermedades crónicas progresivas”, sostuvo Araxi Urrutia Odabachian, investigadora del Instituto de Ecología de la UNAM, en una nueva sesión del ciclo Universidades por la ciencia, coordinado por Jaime Urrutia Fucugauchi, miembro de El Colegio Nacional.
Al impartir la conferencia ¡Púchale! El papel central de nuestros músculos durante el envejecimiento, la experta en genómica evolutiva y funcional aseguró que enfermedades como el cáncer, la artritis, la diabetes, la demencia y la obstrucción pulmonar y crónica se asocian con la edad y tienen un impacto a nivel individual y de salud pública. “Por eso debemos de cambiar nuestra visión sobre el envejecimiento. Atacar los cambios que naturalmente vemos durante la vejez podría tener un efecto en nuestra susceptibilidad y en el retraso de la progresión de estos padecimientos”.
De acuerdo con la científica, el sistema músculo esquelético no está presente en la mente de las personas como algo crucial en longevidad y la calidad de vida en la vejez; sin embargo, tiene un papel fundamental durante la tercera edad. Explicó que la juventud está acompañada de una sensación de más energía, de mayor movilidad y vigor y eso depende, en gran parte, del sistema músculo esquelético y de su relación con el cerebro.
“Con la vejez, la movilidad se va reduciendo y eso está relacionado con la pérdida de masa muscular, algo que se conoce como sarcopenia”. Agregó que la pérdida de masa muscular está relacionada también con la pérdida de la densidad ósea y se compaña de una sensación de debilidad, cansancio, fragilidad, pérdida de equilibrio y disminución de movilidad. Una de las alternativas para combatir los padecimientos relacionados con la vejez, como la osteoporosis, es realizar ejercicios de resistencia que ponen estrés sobre las articulaciones, como correr. Para fortalecer los brazos, por ejemplo, se recomiendan las lagartijas.
La pérdida de masa muscular tiene consecuencias para muchos otros sistemas vitales en el cuerpo, subrayó la experta. “Para evitar que perdamos masa muscular de manera acelerada es permanecer más activos. Caminar al menos 7 mil pasos diarios, hacer ejercicio aeróbico con regularidad, ejercicio de resistencia, ejercicio de flexibilidad, y ejercicios de equilibrio”, recomendó.
En palabras de Urrutia Odabachian, existen estudios que muestran que los jóvenes de ahora tienen una menor actividad física, incluso escriben menos y, tal vez, están más tiempo en el celular o jugando videojuegos, lo que se traduce en una menor fuerza. Son cambios que a nivel poblacional están sucediendo. “La fuerza de agarre está asociada a la masa muscular y ésta, a su vez, a la mortalidad y enfermedad”.
“La mortalidad aumenta proporcionalmente a menor fuerza de agarre, y luego tenemos enfermedades cardiovasculares, enfermedades respiratorias, mortalidad por cáncer, en todos los casos se tiene una menor fuerza de agarre”. De acuerdo con un estudio realizado a dos mil adultos, se encontró que la mortalidad está asociada a la menor capacidad de levantarse del suelo. Para llegar a esta conclusión, se utilizó una triada interesante que contempló a la masa muscular, la flexibilidad y la comunicación entre el cerebro y los músculos.
“Lo que hicieron fue contar los puntos de apoyo que usaron para levantarse del piso y también se calificaron puntos si se perdía el equilibrio o estaban tambaleando, si estaban inseguros. Las personas que tuvieron un resultado muy pobre, tendrán en promedio una sobrevida de poco más de 10 años, mientras que los que tuvieron un resultado muy bueno, tendrán una sobrevivencia de por lo menos 13 años”.
Al responder a la pregunta ¿qué ocurre en nuestros músculos cuando envejecemos?, la investigadora aseguró que se han comparado los transcriptomas de muestras de músculo de personas jóvenes con los de personas mayores. “Los transcriptomas son el perfil de todos los genes en una muestra de tejido o conjunto de células. Todos los participantes eran hombres, sin problemas de salud y tenían una actividad física regular. Lo que encontramos fue que, a nivel molecular, el músculo es distinto”.
Agregó que los genes menos activos con la edad se relacionan con las estructuras extracelulares, es decir, con la estructura de los tejidos. Por ejemplo, “las arrugas son consecuencia de la pérdida de densidad ósea en los pómulos y por eso los cachetes se van un poco más abajo, hay una pérdida muscular y de grasa facial con la edad, algo importante es la pérdida de estas estructuras celulares”.
La científica enfatizó que la recomendación para evitar perder masa muscular de manera acelerada con el paso del tiempo es mantenerse activo con frecuencia.
Fuente: El Colegio Nacional