Destrucción ecológica y cambio climático entre los factores causantes del SARS-CoV-2: Jaime Urtaza
“Hay aproximadamente 24 millones de desplazados a causa del clima y 25 millones relacionados con desastres naturales, el cambio climático está causando un movimiento migratorio de forma permanente que contribuye a la dinámica epidémica de las enfermedades”: Jaime Martínez Urtaza
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que entre el 2030 y el 2050 habrá aproximadamente 250 mil muertes por año, asociadas a enfermedades vinculadas con el cambio climático, aseguró Jaime Martínez Urtaza, investigador del Departamento de Genética y Microbiología de la Universidad Autónoma de Barcelona, España.
Al participar en la sesión Cambio climático y salud: anatomía de una pandemia, que transmitió en vivo El Colegio Nacional el 1 de septiembre, como parte del ciclo Universidades por la Ciencia, el especialista en seguridad alimentaria global y epidemiología se refirió a que el contexto actual de la pandemia por SARS-CoV-2 se debe a diferentes factores ambientales. Los más importantes son la destrucción ecológica, el comercio ilegal y poco regulado de vida silvestre, la deforestación para uso industrial y producción de alimentos, así como el cambio climático.
Acompañado por el colegiado Jaime Urrutia Fucugauchi; Dionisio Meade García de León, presidente del Consejo Directivo de Fundación UNAM y Araxi Urrutia, investigadora del Instituto de Ecología de la UNAM, coordinadores de este ciclo, Martínez Urtaza hizo énfasis en que “tenemos que ser realistas e intentar entender a detalle el cambio climático y lo que supone en nuestras vidas cotidianas, además de aportar una solución y tener cuidado en no dar información frívola”.
Existen evidencias claras de que los mayores efectos del cambio climático están asociados a fuertes olas de calor y no sólo en la atmósfera, ahora ya se conocen olas de calor marinas que son devastadoras a nivel biológico y que causan inundaciones, extremos de precipitación y sequías, explicó el profesor honorario de la Universidad de Exeter, en Inglaterra.
Agregó que los eventos de calor extremo están causando muertes en gente adulta, en Europa, durante el verano; que la calidad del aire es un problema grave asociado con complicaciones respiratorias; y que la contaminación del agua permite la transmisión de patógenos y producción de enfermedades.
En palabras del científico, el área mejor conocida y donde se ha observado de forma más clara el impacto del cambio climático es a través de los mosquitos y las garrapatas. “Se sabe que el dengue, que es transmitido por el mosquito, es quizá la enfermedad que más se ha identificado asociada al cambio climático. Causaba en los años 70 enfermedades en muy pocos países y desde 1970 está presente en más de 100 naciones”.
“No podemos olvidar que de todos los animales que causan muertes en humanos, el primer lugar lo ocupa el mosquito, culpable de 725 mil muertes al año, y el segundo lo tienen, precisamente, los humanos, al provocar medio millón de muertes a sus congéneres cada año”.
Durante su participación, Martínez Urtaza enlistó cuatro puntos necesarios para comprender la complejidad del cambio climático y su relación con la salud humana. El primero es la modificación de los ecosistemas; el segundo es el cambio de los patrones del tiempo que incrementan el riesgo de enfermedades infecciosas.
El tercero es la contaminación del aire que contribuye a que los virus transmitidos por este medio sean más mortales, un ejemplo es lo que ocurre con el coronavirus, “estudios demuestran que en las ciudades donde hay más impactos son aquellas en las que la calidad del aire es peor”. Y el cuarto es el deshielo producido de forma masiva en los polos, lo que permitirá a los patógenos nativos de esos sitios resurgir y causar enfermedades.
Otro de los aspectos importantes que no se debe olvidar, de acuerdo con el experto en microbiología, es el desplazamiento de la población causada por el cambio climático. “Esto ocurre debido a que las personas salen de su lugar de origen en busca de nuevos recursos alimentarios y una mejor forma de vida, lo que también tiene consecuencias en los ecosistemas”.
En cifras del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, hay aproximadamente 24 millones de desplazados a causa del clima y 25 millones relacionados con desastres naturales, 10 millones por inundaciones y 11 millones por ciclones, “por lo cual el cambio climático está causando un movimiento migratorio de forma permanente que contribuye a la dinámica epidémica de las enfermedades”.
Por otro lado, la pandemia por coronavirus también exhibió la interacción del ser humano con el hábitat salvaje, “la destrucción de este ecosistema y la convivencia directa con él facilita el salto de estos patógenos virales al organismo de las personas”.
Por ejemplo, “el Ébola surgió en África por la afectación del medio ambiente forestal. Estas degradaciones ambientales van a hacer que poco a poco los animales salvajes estén más en contacto con los humanos y esto aumentará la probabilidad de los saltos de especie de los virus”.
Martínez Urtaza agregó que cuando se analizan todas las enfermedades infecciosas hay algunas que están en el top de vinculación al cambio climático, como el dengue y la Vibrio. Esta última es objeto de estudio del investigador español desde hace varios años.
La Vibrio tiene tres manifestaciones clínicas que son la gastroenteritis, diarrea muy severa, que produce la muerte, y heridas en la piel, que suelen generar complicaciones. “El ciclo del Vibrio cólera tiene un componente ambiental muy fuerte, vive en el medio ambiente marino y al mismo tiempo puede causar enfermedades”.
Si se piensa que el 93.4% del calentamiento global afecta directamente a los océanos, “por eso nosotros vemos a la Vibrio como un barómetro microbiológico del cambio climático, su presencia está regulada o moderada por dos variables vinculadas a este fenómeno global, primero la temperatura, cuanto más caliente más Vibrio hay y, en segundo lugar, la salinidad, que tiene que ser baja, y cuanto más llueve en la costa más baja es, por lo que muchas lluvias y ambientes muy calientes son el escenario perfecto para la producción de Vibrio.
Jaime Martínez Urtaza hizo una invitación a visitar el sitio Lancet coundownt, portal impulsado por investigadores de disciplinas de la salud que promueven y estudian el impacto climático en el bienestar del ser humano.
Fuente: El Colegio Nacional