‘Cosmos’ muestra un panorama de la construcción del sujeto científico: Jaime Labastida
“Esta obra es considerada la obra científica más influyente de su época y con la que Humboldt pretendía ofrecer una visión global del mundo natural, integrando conocimientos de diferentes disciplinas científicas”, sostuvo Axel de la Macorra
“Hoy, Humboldt no puede verse más como un simple viajero científico, sino como un científico pleno y riguroso, y este libro da muestra cabal de lo que afirmo”, expuso Jaime Labastida, miembro de la Academia Mexicana de la Lengua, al participar en la presentación de la nueva edición del libro Cosmos. Ensayo de una descripción del mundo físico Vol. I, de Alexander von Humboldt.
El ensayista y académico mexicano comentó que esta publicación es como el propio Humboldt la llamaba, la obra de su vida. “Se trata de un Humboldt diferente al que estamos acostumbrados en México, en donde lo vemos como el autor del ensayo político sobre el reino de la Nueva España, pero es mucho más que eso, la sola redacción del libro consumió cerca de 30 años de su larga existencia”.
El también filosofo recordó que Humboldt inició este libro con la forma de conferencias dictadas en Berlín, en 1828, pero los temas y la idea misma aparecieron esbozadas en su mente, desde su más temprana juventud. “Por eso Cosmos tiene que ser visto como una obra en proceso, iniciada, pero jamás concluida. El quinto volumen quedó inconcluso”.
Agregó que la mayor parte de la obra de Humboldt fue escrita en francés, porque era la lengua culta de su tiempo y la lengua de la ciencia moderna, el vínculo que lo ataba a los científicos y los filósofos ilustrados. Pero Cosmos fue concebido en Alemania, su lengua materna. “Se trata de una obra estimulante. Humboldt quería dotar a la juventud de instrumentos teóricos que le permitirían hacer uso de un método y un rigor del que Prusia hasta entonces carecía”.
“Cosmos, por consecuencia, tenía que ser una obra necesariamente inconclusa, y mostrar los últimos resultados de la ciencia de su tiempo. Y puede ser visto como un libro de arqueología científica, provisto de información abrumadora”, aseguró Labastida. Detalló que este libro es también una investigación decisiva sobre el método y la mentalidad que presiden a toda investigación científica auténtica, y muestra un panorama de la construcción del sujeto científico, es decir, de la mentalidad de los hombres de ciencia que produjeron estos asombrosos resultados.
“Cosmos conserva su vigencia, Humboldt es totalmente consciente de que la ciencia del siglo XIX ha obtenido resultados valiosos, pero sabe que esos resultados son transitorios, que serán superados en la medida de que construyan nuevas herramientas, lo mismo teóricas que materiales”, concluyó el filósofo.
En esta sesión, realizada el 5 de marzo en el Aula Mayor de El Colegio Nacional, también participaron Axel de la Macorra Pettersson, investigador del Instituto de Física de la UNAM; y el ensayista José Iturriaga de la Fuente, quien, al tomar el micrófono, recordó que Humboldt se describió como un ser inquieto, elemento que debía buscarse en la gran imperfección de sus obras. “En Cosmos, en esos cinco tomos, se tratan diversas materias con una apariencia de desorden, pero, desde luego, que no es desorden, sino rectificación, modificación y evolución”.
En palabras del ganador del Premio Bellas Artes de Ensayo Literario Malcolm Lowry, en el primer tomo hay cuadros de la naturaleza, hay astronomía, meteorología, geología, geografía, vulcanología. En el tomo dos, quizá dirigido a un público más amplio, habla de la literatura y la pintura acerca de la naturaleza. En ese mismo tomo, hay una especie de historia de los descubrimientos y avances geográficos. En el tercer tomo, vuelve a la astronomía; y todo el cuarto y quinto tomo, son otra vez de vulcanología, y de fenómenos telúricos.
Explicó que, en esta edición extraordinaria de Cosmos, hay tres trabajos introductorios, el primero, es de Jaime Labastida; el segundo, de Adrián Herrera Fuentes; y el tercero de Elena Poniatowska. “Son cientos y cientos de notas a pie de página de estos cinco volúmenes, un mar de erudición con existencia autónoma, a manera de hipertextos, este enmarañado e interconectado mundo de información, demuestra como en Cosmos, ya se interrelacionan metadatos, una técnica del mundo digital”.
Agregó que, de esas casi mil 300 páginas del libro, hay cerca de 70 alusiones a México, “parecen muchas, pero no son tantas. Alusiones de medio renglón o de dos o tres palabras. Además, hay 11 referencias a México, de un párrafo. Sólo hay dos menciones mucho más largas a nuestro país, una de 13 páginas que se refiere al volcán El Jorullo, que está en Michoacán, al sur de Uruapan, y otro texto de 4 páginas sobre el Popocatépetl, muestra un poco las inclinaciones personales de Humboldt, su formación profesional fue como ingeniero minero”.
“Como en su ensayo habla de todo México, desde Yucatán hasta Baja california, nos podemos quedar con la impresión de que Humboldt viajó por todo México, pero sólo vino una vez a México y viajó de Acapulco a la ciudad, hizo un viaje a la zona minera de Pachuca y Real del Monte, otra hacia el Bajío, Guanajuato, Michoacán, y salió de Veracruz”, enfatizó el escritor.
Por su parte, Axel de la Mocorra Pettersson, investigador del Instituto de Física de la UNAM, detalló que Alexander Van Humboldt fue un erudito que hizo importantes contribuciones en distintas disciplinas científicas. Exploró temas variados como la geografía, la climatología, la geología, la antropología, la astronomía y la cosmología.
“Su principal y más importante obra es Cosmos, ensayo de una descripción del mundo físico que consta de 5 volúmenes y fue publicada entre 1845 y 1862. Ésta es considerada la obra científica más influyente de su época y con la que Humboldt pretendía ofrecer una visión global del mundo natural, integrando conocimientos de diferentes disciplinas científicas, desde el estudio del cosmos hasta una minuciosa clasificación de la biodiversidad”.
Aseguró que el éxito del libro fue enorme en su época y la primera edición se agotó en sólo dos meses. Fue por sus grandes e importantes contribuciones realizadas en México, que el presidente Guadalupe Victoria le otorgó la nacionalidad mexicana en 1827.
“A su libro, se le atribuye haber sentado las bases de la geografía física, la meteorología y especialmente la biogeografía. Su explicación sobre la propagación de ondas sísmicas se convirtió en la base de la sismología moderna”.
“Humboldt hizo profundas observaciones astronómicas durante sus viajes, logrando y creando meticulosamente mapas de las estrellas. La compilación de todas esas observaciones le permitió a Humboldt generar un exhaustivo compendio astronómico que marcó una referencia mundial y permitió una mejor comprensión del mundo celeste”, subrayó el investigador.
Agregó que, así como para Alexander Van Humboldt, el estudio y la comprensión de cosmos era un tema central, hoy en día el estudio del universo ha tomado un lugar preponderante en la comunidad científica internacional y en la sociedad en general. “Es gracias a los nuevos telescopios e instrumentos, gracias a las bases teóricas con las que contamos, que podemos descifrar los grandes misterios del universo en las próximas décadas”, concluyó de la Mocorra Pettersson.
Fuente: El Colegio Nacional