Brecha de género y el futuro del mercado laboral en América Latina
María del Mar Oviedo Facundo
Es Profesional en Administración de Negocios Internacionales por la Universidad de Boyacá, Colombia y Maestra en Integración Económica por la Universidad de Sonora, México. Sus áreas de estudio son en la economía adentrándose en globalización, integración, desarrollo regional, innovación y disrupciones tecnológicas. Actualmente es estudiante de Doctorado en Desarrollo Regional del CIAD en México. Sígala en @MariadelMarOvi2
La Cuarta Revolución Industrial llegó para quedarse. El autor Schwab (2016) se refiere a la Cuarta Revolución Industrial o Industria 4.0 como un gran cambio que afectará o que está afectando en la actualidad nuestra manera de vivir, trabajar y de relacionarnos. Todo esto se deriva de una gran fuerza de disrupción e innovación que ahora le están dando forma al futuro próximo. En otras palabras, es el coexistir de la tecnología y la sociedad. Ahora, surgen sobre la marcha preguntas como ¿de qué manera afecta la Industria 4.0 en el futuro del trabajo en América Latina? y ¿qué implicaciones hay en la brecha de género? Pues es importante conocer el impacto que dejará la Cuarta Revolución Industrial en el empleo y a su vez, en la distancia entre mujeres y hombres.
En primera medida, la automatización y la latente “amenaza” de robots en las industrias, ha marcado un temor insistente en los trabajadores, puesto que algunos oficios se reemplazarán y destruirán, mientras que otros nuevos van a surgir (Schwab, 2016). Ante este panorama que hoy en día, está comenzando a afectar a países desarrollados, no demora en unos años comenzar a tener implicaciones en América Latina. Este posible escenario debe de comenzar a ser evaluado por la academia y los gobiernos en turno de los países latinos, para ir esclareciendo la problemática y así, ir diseñando las políticas necesarias para afrontar dicho impacto. Schwab (2016) afirma que la naturaleza del trabajo está cambiando, la automatización está entrando en sustituir la mano de obra creando un efecto de destrucción, en el cual los trabajadores entrarán en paro o usarán sus aptitudes y habilidades en otros lugares. Existe una perspectiva positiva ante esto, y es que, estos trabajadores desplazados por la tecnología encuentran nuevos puestos de trabajo o una perspectiva negativa en donde habrá un posible desempleo tecnológico masivo.
La educación en las habilidades digitales para las nuevas generaciones juega un papel importante ante este horizonte. El avance tecnológico empuja a saber operar las máquinas y aparatos de acuerdo a la industria, así como también, la educación en las nuevas ramas del conocimiento con disrupción tecnológica que están surgiendo formarán a nuevos trabajadores con habilidades digitales que serán el futuro próximo dominante en el mercado laboral. En el mismo sentido, es necesario que los actuales trabajadores en lo posible adquieran dichas aptitudes, para que su enfrentamiento en la disrupción del mercado laboral sea tenue.
En segunda medida, la brecha de género dentro de los efectos de la Cuarta Revolución Industrial aumentará. Hay que considerar que los oficios relacionados a la ciencia de la computación, ingenierías y en donde sostengan una creciente demanda de conocimientos técnicos especializados para la presente disrupción tecnológica, están ejecutados por hombres. Sin embargo, dentro de los oficios que difícilmente desaparecerán, los cuales tienen que ver con características intrínsicamente humanas como la empatía y la compasión (puesto que las máquinas no pueden realizar), las mujeres sobresalen como, por ejemplo, psicólogas, terapeutas, coaches, organizadoras de eventos, enfermeras, entre otras relacionadas en el campo de la salud (Schwab, 2016).
De acuerdo con el Foro Económico Mundial en su informe “Brecha Global de Género 2022”, comenta que se requerirán 132 años para alcanzar la equivalencia de género, puesto que sólo el 68% de la brecha se ha cerrado. El país en el mundo con la mayor igualdad de género es Islandia con 90%. A nivel de América Latina es Nicaragua con el 81%, sin embargo, analizando la participación de las mujeres en el mercado laboral y a la igualdad salarial, la brecha se hizo mayor y esto ocurre desde 2017 (Foro Económico Mundial, 2022a). Ante esta situación, sólo queda preguntarse ¿qué tanto afectará la automatización en oficios ejecutados por hombres y en oficios ejecutados por mujeres? El Foro Económico Mundial en su reunión anual en 2022 afirmaron que las mujeres están más cualificadas y formadas que los hombres, sin embargo, las mujeres están infrarrepresentadas en un 20% a nivel mundial (Foro Económico Mundial, 2022b), esto quiere decir, que la representación de las mujeres insertadas en el mercado laboral es desproporcionadamente inferior en la proporción que ocupan las mujeres en la población general de un país.
Finalmente, y a manera de conclusión, se puede afirmar que efectivamente, se requieren de políticas públicas especializadas en esta problemática de la economía laboral para que los países de América Latina puedan afrontar no tan severamente los cambios disruptivos que traerá la Cuarta Revolución Industrial. Por otro lado, la brecha de género en el mercado laboral es latente y en crecimiento, y las mujeres deberían de adentrarse en las profesiones que serán parte importante del cambio tecnológico disruptivo como desarrolladoras de software, analistas de datos, carreras ambientales, seguridad de la información, salud mental (y demás áreas de la salud), gerentes de ventas y de los nuevos modelos de negocios como expertas en comercio electrónico, entre otras. Hay que animar a las mujeres a ocupar dichas áreas con disrupción tecnológica que serán con mayor demanda en el futuro y que tienen mayor presencia masculina, con el objetivo de ir cerrando la distancia entre mujeres y hombres.
Fuente: elsoldecuernavaca.com.mx