Una ‘madera refrigerante’ puede reducir un 50% el coste de climatizar
Un nuevo material a base de madera refleja con éxito el calor o la radiación infrarroja, y podría reducir los costes de energía asociados con el enfriamiento de edificios en hasta un 50%.
Diseñada por científicos de las universidades de Maryland y Colorado, esta “madera refrigerante” blanca brillante, que es ocho veces más fuerte que la madera natural, es altamente reflexiva y capaz de un enfriamiento radiativo pasivo, dos propiedades muy buscadas en materiales estructurales de próxima generación y de eficiencia energética.
Los edificios representan más del 40% de la demanda total de energía en Estados Unidos, casi la mitad de la cual se utiliza para calefacción y refrigeración, a menudo por medios ineficientes. El enfriamiento de ambientes interiores es particularmente desafiante y consume mucha energía, lo que ha hecho del enfriamiento radiativo pasivo una alternativa atractiva para mejorar la eficiencia energética de los edificios.
Los materiales de enfriamiento radiativo pasivo pueden enfriar una estructura al desviar la radiación solar entrante y disipar la energía térmica sin consumo de energía. Aunque se han demostrado experimentalmente varios métodos para lograr un enfriamiento radiativo pasivo en edificios, la capacidad de fabricar e implementar los sistemas en el tamaño y la escala necesarios para una adopción generalizada sigue siendo inviable.
Al comprimir la madera que ha sido despojada de su lignina (polímeros que ayudan a endurecer las células de las plantas), Tian Li y sus colegas de la Universidad de Maryland, mejoraron las cualidades del material de construcción sostenible, ya ampliamente utilizado, y lo impregnaron con impresionantes propiedades de refrigeración mecánica y radiativa.
Según Li y sus colegas, cuyo estudio se publica en Science, el proceso completo de deslignificación y densificación no solo hace que la madera sea significativamente más fuerte, sino que también produce nanofibras de celulosa parcialmente alineadas, lo que le da a la madera refrigerante su superficie altamente reflectante solar y alta emisividad infrarroja. La prueba del flujo radiativo de la madera de enfriamiento demostró un enfriamiento por debajo del ambiente continuo durante el día y la noche. Además, una evaluación de costes de enfriamiento en 16 ciudades de Estados Unidos reveló ahorros de entre el 20% y el 50%.
Fuente: europapress.es