Innovación

Tras alianza científica, biólogo tico en Francia explica el hallazgo de una nueva bacteria

La vida profesional del biólogo celular y molecular y doctor en inmunología Javier Pizarro Cerdá siempre ha estado ligada a conocer más sobre las bacterias y su forma de relacionarse con el ambiente y los seres vivos. Desde su laboratorio en el Instituto Pasteur en Francia, este costarricense busca llevar más allá la investigación en ciencia básica.

Dentro de sus proyectos científicos, destaca una alianza con el Instituto Tecnológico de Costa Rica (ITCR), en Cartago, que ya dio sus primeros frutos: acaban de encontrar un nuevo tipo de bacteria en suelo tico. Esta no es dañina para el ser humano y pertenece a la cepa Listeria.

En medio de esta noticia, Pizarro prepara sus maletas para venir al país y exponer en el TEDx Pura Vida 2017, el próximo 2 de marzo en el Auditorio Coca-Cola de Parque Viva.

El especialista conversó con La Nación vía telefónica, y habló sobre los detalles de este nuevo descubrimiento y también del trabajo que lideró en el 2016, cuando su equipo en el Instituto Pasteur encontró una molécula con propiedades antibióticas

Este es un extracto de lo que dijo.

Los conocimientos sobre bacterias aún siguen sorprendiendo. ¿Qué es lo más reciente que han podido ver?

– Pues hace poquito se halló un nuevo tipo de bacteria en suelo costarricense.

Hace varios años, desde nuestro laboratorio en Francia trabajamos con una especie de bacteria llamada Listeria (microorganismo relacionado con infecciones digestivas e intoxicación por alimentos). Sus consecuencias para la salud humana son fuertes, causa desde meningitis en recién nacidos hasta abortos espontáneos en mujeres embarazadas. Esas son listerias malignas, pero también hay listerias que son buenas o que no le causan daños al cuerpo humano.

Creamos una alianza con el Instituto Tecnológico de Costa Rica en Cartago y les pedimos que buscaran nuevas formas de Listeria. No esperábamos encontrar nada, era más que todo un ejercicio que se hacía en varios países, hacía como 90 años no se descubría una Listeria, y pues sí, sí se halló una en Costa Rica.

Todavía no podemos dar mucho detalle porque está pendiente la publicación en una revista científica. Lo que sí podemos adelantar es que se encontró a partir de un muestreo general que se hizo en las siete provincias. Es muy posible que el nombre científico tenga que ver con algo de Costa Rica, dado que es el lugar donde se encontró.

Lo que sabemos es que no es patógena (dañina) para el ser humano. Es decir, para nosotros sería una «listeria buena». Podemos decir que está en el medio ambiente y que será material de estudio: ¿dónde vive?, ¿dónde más está?, ¿cuál es su función en el ecosistema? Todo eso tiene que analizarse.

Sí podemos decir que en Costa Rica hay una gran biodiversidad, no solo de flora y fauna, también de organismos que son invisibles a nuestros ojos.

¿Qué nos han enseñado los años de investigación en ciencia sobre las bacterias?

Al principio se decía que solo podían causar enfermedades. Eso era por el conocimiento que se tenía en ese momento; las primeras bacterias descubiertas, como la de la Tuberculosis o la de la Peste, sí eran bacterias muy dañinas, incluso mortales.

Con el paso del tiempo y los estudios que se han hecho, vimos que hay algunas beneficiosas y que ayudan a regular procesos en nuestro cuerpo, otras que son vitales para la vida de algunos ecosistemas o para procesos biológicos y que hasta han sido clave para la creación de algunos medicamentos.

Todavía nos queda mucho por aprender de ellas.

El año pasado usted y sus colaboradores descubrieron las propiedades antibióticas de una molécula que tiene, precisamente, una bacteria tipo listeria. ¿Cómo podría ayudar esto en una época en la que las bacterias se hacen cada vez más fuertes ante los antibióticos?

Es una nueva alternativa, pero también tenemos que tener cuidado y saberla usar de forma responsable. No debemos cometer los mismos errores que se cometieron con otros antibióticos, no podemos recetarlo indiscriminadamente y los pacientes tienen que usarlo al pie de la letra. Si se usa de forma irresponsable, la resistencia podría aparecer antes de lo previsto.

(La molécula antibiótica desarrollada por Pizarro y su equipo se llama Listeriolisina S, y se encuentra en la bacteria Listeria monocytogenes. Su acción podría contrarrestar el efecto de la bacteria Staphylococcus aureus, que causa infecciones en la piel, neumonía e intoxicación en la sangre).

¿Cómo fue la experiencia de ustedes como científicos de ver el poder de esta molécula?

El proyecto fue algo muy bonito. Comenzamos con una serie de hipótesis que después demostraron ser un error. Al principio creímos que esa molécula tenía la función de destruir células en el organismo huésped (por ejemplo, el ser humano), pero luego vimos que tenía muy poco poder de destrucción. Entonces teníamos que preguntarnos: ¿si no causa inflamación ni destrucción, para qué sirve? Y ahí fue dónde vimos que esta molécula segrega una toxina que «coloniza» la microbiota (o flora bacteriana intestinal) y esto nos servía para atacar al Staphylococcus.

El estudio nos ha llevado a cooperar con químicos, con especialistas en genómica, con otra gente. Por eso es que la investigación en ciencia pura es tan necesaria, de ella pueden salir aplicaciones como esta, que pueden tener beneficios para la salud pública.

La ciencia no se puede mantener limitada a lo que se espera encontrar, si no sucedieran descubrimientos impredecibles de vez en cuando no sería ciencia. Lastimosamente el financiamiento para ciencias básicas es poco en comparación con el que se le da a la ciencia aplicada.

¿Cómo ve el campo de la ciencia en Costa Rica?

Hay mucho talento. De hecho, desde hace cuatro semanas tenemos a una costarricense en el laboratorio Pasteur, se llama Jazmín Mena, quien luego de su formación en el Instituto Tecnológico y en la Universidad de Costa Rica concursó por una beca a un doctorado, ella tuvo que competir contra muchas personas, en su mayoría franceses, y lo logró. Sabemos qué hará ciencia de muy alto nivel.

En poco tiempo ya estará compartiendo con los costarricenses las ideas en el TEDx Pura Vida 2017, ¿qué significa para usted eso?

No es un ejercicio fácil, pero sí muy satisfactorio. No es fácil porque entre científicos usualmente nos comunicamos en grupos pequeños de gente que maneja toda el mismo argot, vocabulario muy técnico, muy específico. Pero va a ser muy bonito compartir mi trabajo con los asistentes al TEDx y hacer ver lo importante de la ciencia básica para nuestra vida diaria.

El evento

El TEDx Pura Vida 2017 será este miércoles 1 de marzo en el Auditorio Coca-Cola de Parque Viva en La Guácima, Alajuela. El evento comienza a la 1:30 p. m.

Puede comprar su entrada en el sitio web www.tedxpuravida.org. Hay disponibles tres localidades: preferencial (o VIP), luneta y gradería.

El costo para este día es de $250 (preferencial), $150 (luneta) y $100 (gradería).

Al adquirirlas, en el formulario aparecerá una casilla llamada «Utilizar cupón de descuento», escriba ahí la leyenda LaNacion15 y obtenga una rebaja del 15 por ciento.

El costo de las entradas en luneta y gradería contempla un coffee break en el Centro Kölbi de Parque Viva. Quienes adquieran preferencial, disfrutarán de este beneficio en un área tipo lounge patrocinada por Credomatic.

Quienes lleguen en carro, tendrán parqueo disponible por un monto de ¢3.000.

Adicionalmente, habrá servicio de buses. Las unidades, con aire acondicionado y asientos reclinables, salen de la Sabana, frente al sector donde se ubican las piscinas. El costo, ida y vuelta, será de $8.

Como las jornadas se inician a la 1:30 p. m., es posible comprar almuerzo. Lo puede hacer en el momento en que adquiere las entradas, a un precio de $6, y el propio día, en Parque Viva, por $10.

Por la tarde habrá food trucks (camiones de comida rápida) con diversas opciones.

Consulte la lista de expositores completa y más información sobre el TEDxPuraVida en: www.tedxpuravida.org.

Fuente: nación.com