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‘Pieles robóticas’ convierten objetos cotidianos en robots

Una nueva tecnología denominada ‘Robotic Skins’ invierte la noción de que la robótica es algo rígido, permitiendo a los usuarios animar lo inanimado y convertir objetos cotidianos en robots.

Desarrollado en el laboratorio de Rebecca Kramer-Bottiglio, profesora asistente de Ingeniería Mecánica y Ciencia de los Materiales en la Universidad de Yale, las pieles robóticas permiten a los usuarios diseñar sus propios sistemas robóticos. Aunque las pieles están diseñadas sin una tarea específica en mente, según Kramer-Bottiglio, podrían usarse para todo, desde robots de búsqueda y rescate hasta tecnologías portátiles, como se detalla en un artículo sobre este trabajo publicado este miércoles en ‘Science Robotics’.

Las pieles están hechas de láminas elásticas integradas con sensores y activadores desarrollados en el laboratorio de Kramer-Bottiglio. Colocados sobre un objeto deformable –un animal de peluche o un tubo de espuma, por ejemplo– las pieles animan estos objetos desde sus superficies. Los robots improvisados pueden realizar diferentes tareas dependiendo de las propiedades de los objetos suaves y cómo se aplican las pieles.

«Podemos coger las pieles y envolverlas alrededor de un objeto para realizar una tarea –locomoción, por ejemplo– y luego quitarlas y ponerlas en un objeto diferente para realizar una tarea distinta, como agarrar y mover un objeto –explica esta experta en un comunicado–. Podemos quitar esas mismas pieles de ese objeto y ponerlas en una camisa para hacer un dispositivo portátil activo».

Posibilitan movimientos más complejos

Los robots generalmente se construyen con un único propósito en mente, pero estas pieles robóticas permiten a los usuarios crear robots multifuncionales sobre la marcha. Eso significa que pueden usarse en entornos que ni siquiera se habían considerado cuando se diseñaron, apunta Kramer-Bottiglio.

Además, usar más de una piel de este tipo a la vez permite movimientos más complejos. Por ejemplo, señala Kramer-Bottiglio, es posible superponer las capas para obtener diferentes tipos de movimiento. «Ahora podemos combinar modos de actuación, por ejemplo, compresión y doblado simultáneos», explica.

Para mostrar las pieles robóticas en acción, los investigadores crearon un puñado de prototipos, que incluyen cilindros de espuma que se mueven como una lombriz, un dispositivo portátil similar a una camisa diseñado para corregir una mala postura y un dispositivo con una pinza que puede agarrar y mover objetos.

Kramer-Bottiglio relata que se le ocurrió la idea de los dispositivos hace unos años cuando la NASA hizo una petición de sistemas robóticos blandos. La tecnología fue diseñada en sociedad con la NASA, y su naturaleza multifuncional y reutilizable permitiría a los astronautas realizar una serie de tareas con el mismo material reconfigurable.

Las mismas pieles utilizadas para hacer un brazo robótico con un trozo de espuma se pueden quitar y aplicar para crear un rover suave de Marte que pueda rodar sobre terreno irregular. Con las pieles robóticas a bordo, según la científica de Yale, cualquier cosa, desde globos hasta bolas de papel arrugado podría convertirse en un robot con un propósito.

«Una de las cosas principales que consideré fue la importancia de la multifuncionalidad, especialmente para la exploración del espacio profundo donde el entorno es impredecible –dice–. La pregunta es: ¿cómo te preparas para las incógnitas desconocidas?».

Para la misma línea de investigación, Kramer-Bottiglio recibió recientemente una subvención de millones de dólares de la Fundación Nacional de Ciencia de Estados Unidos, como parte de su programa ‘Emerging Frontiers in Research and Innovation’. A partir de ahora, el laboratorio trabajará en la racionalización de los dispositivos y explorará la posibilidad de imprimir en 3D los componentes.

Fuente: europapess.es