Joven científico español elegido por el MIT entre los 35 mejores innovadores del mundo
César de la Fuente Núñez (A Coruña, 1986) sigue la senda de Larry Page y Sergey Brin, los creadores de Facebook, y de Mark Zuckerberg, de Facebook. Estos visionarios fueron elegidos en su momento por el Instituto Tecnológico de Massachusettss (MIT) entre los 35 mejores innovadores mundiales menores de 35 años, una distinción a la que ahora acaba de sumarse el microbiólogo gallego en la edición de este año.
El jurado considera a César de la Fuente como un auténtico pionero. Reconoce así su trabajo en el desarrollo de logaritmos que siguen las leyes de la evolución de Darwin para crear antibióticos artificiales mucho más potentes que los actuales para combatir las temidas superbacterias. También ha desarrollado un método para convertir proteínas tóxicas, como las que se encuentran en el veneno de la avispa, en antimicrobianos. Y también ha extraído enormes bases de datos de las proteínas existentes en el cuerpo humano para descubrir moléculas que pueden eliminar microbios dañinos.
«Me despierto todos los días pensando en todas las personas que mueren como resultado de infecciones tratables y trato de encontrar soluciones», dijo. El biotecnólogo gallego, que trabaja en la Universidad de Pensilvania, había sido elegido recientemente por la revista científica Gen como uno de los diez mejores innovadores del mundo en el área de ciencias de la vida y la salud.
Hace años, cuando apenas había cumplido los 30, había sido designado por el MIT como uno de los diez mejores innovadores jóvenes menores de 35 años en España. Ahora, este reconocimiento le llega por parte de la misma institución, en la que trabajó, a nivel mundial.
César de la Fuente Núñez es pionero en la informatización de sistemas biológicos para el desarrollo de tecnologías que resuelvan grandes desafíos, como la resistencia a antibióticos, especialidad a la que se dedica. Su método para evolucionar moléculas siguiendo los dictados de la evolución de Darwin también podría utilizarse para encontrar proteínas implicadas en trastornos psiquiátricos, como la depresión y la ansiedad, y modificarlas para actuar sobre la función cerebral y el comportamiento.
Fuente: lavozdegalicia.es