Cuando una cerda madre se tumba en su celda en una granja porcina, siempre cabe la posibilidad de que su peso acabe aplastando a una de sus crías. De hecho, esta trágica situación afecta a entre el 5 y el 35% de los lechones recién nacidos. Si pudiera evitarse, no solo se evitaría el sufrimiento y la muerte de estos pequeños animales, además, los granjeros verían aumentar su capacidad productiva.
Eso es justo lo que Abraham Espinoza intenta conseguir con su sistema SmartGuard (Guardián Inteligente), un dispositivo portable (wearable) para las madres porcinas. Dotado con internet de las cosas e inteligencia artificial, el dispositivo reduce en una tercera parte las muertes por aplastamiento. Gracias a este avance, Espinoza se ha convertido en uno de los Innovadores menores de 35 Latinoamérica 2018 de MIT Technology Review en español.
“Cuando un cerdito es aplastado emite un chillido característico”, explica el joven mexicano. Y esa es precisamente la señal con la que funciona SmartGuard. Para detectarla y discernirla del ruido ambiental normal de una explotación porcina, se instalan micrófonos en cada una de las celdas de la granja. Entonces, un algoritmo de aprendizaje automático previamente entrenado para distinguir el patrón particular emitido por un cochinillo en apuros empieza a monitorizar la instalación. “El sistema detecta las llamadas por aplastamiento con una eficacia del 90 %”, afirma Espinoza.
Si el sistema escucha una de estas llamadas de auxilio, comprueba qué micrófono detectó la señal y si el dispositivo portado por la cerda ha registrado un movimiento compatible con un cambio de posición. En caso afirmativo, se envía una señal a este dispositivo para que produzca una leve descarga eléctrica de estimulación muscular, similar a la que se usa en rehabilitación terapéutica. El objetivo consiste en que la electricidad provoque un cambio en la postura de la madre que permita liberar al cerdito atrapado. “La intensidad del impulso ha sido estudiada por científicos de la Universidad del Estado de Kansas (EE. UU.) para asegurarse de que no interfiere en su bienestar”, aclara el inventor.
A pesar de su alta eficacia para detectar las llamadas de auxilio de los lechones, hay otros factores, como la resistencia de las cerdas ante los estímulos, que limitan la eficacia en la reducción de las muertes. La empresa está analizando los datos obtenidos en los pilotos realizados con la primera versión del sistema en varias granjas de EE. UU. En febrero de 2019 lanzarán la segunda versión con mejoras introducidas a raíz de dicho análisis para empezar la comercialización a gran escala. Grandes productores porcinos de los tres países norteamericanos ya se han mostrado interesados en implementarlo.
El director de estudios de posgrado en la Escuela de Biotecnología y Alimentos del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (México), Jorge Welti, estima “relevante” el desarrollo realizado por Espinoza. Este miembro del jurado de Innovadores menores de 35 Latinoamérica 2018 considera que SmartGuard es “una solución real a un importante problema para mejorar la productividad en las granjas porcinas”.
Fuente: technologyreview.es