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Esta batería micronuclear proporciona energía durante décadas

Si aceptas llevar un isótopo radioactivo en el bolsillo, esta batería nuclear no tendrás que recargarla hasta que te jubiles…

Científicos de la universidad de Soochow, en China, han desarrollado una bateria micronuclear capaz de suministrar energía durante décadas. Tiene el tamaño de una uña, y ya la han probado con dispositivos. ¿La llegaremos a ver algún día en el mercado?

Lo malo de las baterías convencionales, es que hay que recargarlas todos los días. Además abultan bastante, suponen un porcentaje importante del volumen de cualquier dispositivo portátil.

Las baterías nucleares tienen la ventaja de que abultan muy poco, y tardan años o décadas en agotarse. Pero claro, no se puede dejar que todo el mundo lleve elementos radioactivos en el cuerpo…

Así funciona una batería micronuclear

Esta batería radioactiva desarrollada por científicos chinos utiliza Americio, un elemento químico artificial que no existe en la naturaleza. Se inventó en 1945 como parte del Proyecto Manhattan que desarrolló las bombas atómicas que se lanzaron en Japón.

El americio se consigue bombardeando uranio o plutonio con neutrones. El problema es que es muy caro de fabricar, muy escaso, y muy contaminante: para producir 100 gramos de americio se necesita una tonelada de combustible nuclear usado.

Esta batería nuclear china utiliza una minúscula cantidad de americio, incrustado en un cristal de polímero que convierte la radiación en un resplandor verde estable, como se puede ver en la foto de apertura de la noticia.

El cristal se combina con una fina célula fotovoltaica para convertir la luz en electricidad, tal como explica TechXplore. Todo el compuesto se recubre de cuarzo, que es un material muy resistente, y evita fugas de radiación.

Por tanto, esta batería micronuclear no convierte la radiación en electricidad, sino la luz que genera la propia radiación.

El resultado es una batería de baja potencia, pero que dura décadas. No sirve para alimentar un móvil u otro dispositivo potente, pero sí sensores o dispositivos del Internet de las cosas.

Estos científicos creen que tendrá aplicaciones en sensores y otros elementos a los que no se pueda acceder para recargarlos, por ejemplo en el fondo del mar, o en el espacio. Su trabajo se ha publicado en Nature.

Las baterías nucleares ya son fabricables y eficientes, pero tienen un riesgo de radiación que hay que sopesar, antes de poder comercializarlas.

Fuente: computerhoy.com

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