Internet ha vuelto a dividirse por una nueva ilusión óptica. Después del vestido azul o dorado y la zapatilla que cambiaba de color llega el gato oculto en una imagen en la que aparentemente solo hay rayas blancas y negras. Un gato negro, que no se aprecia simple vista, que aparece por sorpresa después de seguir varias instrucciones.

Todo ello gracias a la neozelandesa Michelle Dickinson. Una ingeniera, especializada en el campo de la nanotecnología, que comparte desde hace años ilusiones ópticas en su cuenta de Twitter para revelar los misterios que se esconden tras las mismas. En esta ocasión, Dickinson nos presenta una imagen compuesta por rayas negras y blancas y nos invita a agitar la cabeza para descubrir el secreto oculto de la fotografía: “Tan solo podrás disfrutar de esta ilusión óptica si agitas la cabeza (lo estoy diciendo en serio)”.

En busca del gato oculto

Es entonces cuando llega el debate. Mientras que algunos dicen no ver al gato escondido tras las rayas, otros aseguran haber sido capaces de identificar al mamífero sin la necesidad de agitar la cabeza. Sin embargo, la gran mayoría de usuarios coincide en que el movimiento es necesario para dar con el felino oculto.

Por esa misma razón, un gran número de personas dicen haber sido capaces de dar con el gato después de agitar la cabeza. Sin embargo, otros aseguran que es mucho más fácil agitar el móvil para dar con la respuesta. Mientras tanto, otros opinan que la clave es separarse unos 80 centímetros del móvil para poder ver al animal.

El gato de los negocios

Después de que Internet resolviera el misterio, muchos han sido las personas que han descubierto que el gato encerrado tras los barrotes blancos y negros es en realidad el gato de los negocios. Un personaje de Internet, reconvertido en meme en 2011, que es utilizado por los usuarios de las redes sociales para narrar el día a día de un felino al frente de una empresa.

Desde que la ingeniera neozelandesa compartiera esta imagen, el tuit de Michelle Dickinson ha conseguido más de 1.000 retuits y 1.800 likes. Unos números que demuestran que las ilusiones ópticas, y el posterior debate que generan en Internet, son sinónimos de éxito en la red.

Fuente: cadenaser.com