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El poderoso mecanismo de agarre del piojo de la abeja podría imitarse y aplicarse en robots

Su poderoso mecanismo de agarre podría imitarse y aplicarse en robots

El piojo de la abeja (Braula coeca, en realidad una mosca parásita áptera) demuestra una fuerza de agarre extraordinaria cuando viaja a lomos de su anfitriona. Ahora, un estudio revela cómo puede deambular por el cuerpo de la abeja con la mayor fuerza de agarre (en relación con el peso corporal) que se ha medido nunca en un insecto terrestre. Lo consigue gracias a unos pies especializados, o tarsos, provistos de uñas dentadas (b). Cada pie está rematado por 28 dientes, con los que se aferra a los «pelos» ralos (quetas) de la abeja melífera (a y c).

“Las uñas de los insectos suelen acabar en una sola punta, pero este díptero posee muchas”, explica Thies Büscher, zoólogo de la Universidad de Kiel y autor del estudio. Estas se complementan con pliegues laterales en el pie que le permiten soltarse de la abeja con un simple giro, un rasgo que tal vez despertará el interés de quienes trabajan en el diseño inspirado en la biología, o biomimética. Los pies también están dotados de almohadillas que se adhieren con firmeza a las superficies lisas, como la cera de las colmenas.

“Otros animales segregan adhesivos o se anclan con apéndices que dañan la superficie”, aclara Büscher. El mecanismo de agarre de B. coeca es exclusivamente mecánico, por lo que tal vez podría ser adaptable a robots terrestres y subacuáticos.

La tecnología de fijación es un campo destacado de la biomimética. Pero los expertos en adherencia no siempre están al corriente de los hallazgos en campos como el de la fisiología de los insectos. “La biomimética se enfrenta al reto de difundir el conocimiento entre disciplinas estancas. Seguro que abriremos una gran puerta a la innovación cuando averigüemos cómo hacerlo mejor”, concluye Jacobs.

Fuente: investigacionyciencia.es