Durante la vigencia de las medidas de aislamiento en virtud del COVID19, se pudo ver en el sector financiero mexicano, que hubo importantes caídas en la demanda de créditos por parte de la población. Puntualmente en los meses de agosto y septiembre, se vieron importantes descensos de solicitudes por parte de los usuarios de las entidades bancarias. No obstante eso, una de las esperanzas que tienen desde este sector es que para el último trimestre del año, dicha situación se revierta, mediante el incremento de créditos solicitados.

Por ejemplo, los bancos que ofrecen préstamos personales que tienen participación en el mercado por hasta un 75%, informaron al Banco de México, que se pudo ver con claridad la caída de demanda de operaciones, como así también aquellos financiamientos que son otorgados a las grandes empresas. Pero la caída de pedidos de préstamos no sucedió en todos los sectores, sino que en otros como es el caso de tarjetas de crédito, financiación a PYMES o los créditos de nómina, tuvieron incrementos. Eso es lo que atine a los grandes bancos, ahora bien, lo que sucedió con los bancos más pequeños es que ellos pudieron ver que tuvieron disminuciones en la solicitud de créditos hipotecarios pero tuvieron aumentos en los pedidos de préstamos de nómina.

Para el cuarto trimestre del 2020, que es el plazo en el que están puestas prácticamente todas las expectativas, los bancos pequeños piensan que habrá aumento de solicitudes en todos los segmentos de créditos, mientras que los bancos más grandes consideran que tendrán incrementos de solicitudes específicamente en tarjetas de crédito, crédito a pequeñas y medianas empresas y también los hipotecarios.

Uno de los puntos o factores claves que harán que la situación de los bancos mejore en cuanto a colocación de créditos, va a ser sin dudas el progreso que tenga o no la economía. Por ejemplo, la caída del PIB estimada en un 10% se espera en México para el 2020 en total, pero se estima que los números pueden volver a ser positivos en el 2021, aguardando así tasas de crecimiento. De la mano de esos datos, es que los bancos piensan que con el paso de los días la situación está en constante mejora, principalmente en cuanto a situación de empresas e ingresos en los hogares mexicanos. Opinión totalmente distinta tienen los bancos más chicos, que piensan que la situación es igual o en algunos casos, sigue empeorando en el corto o mediano plazo.

Declaran los bancos grandes, que en materia de montos de créditos, vieron reducciones en créditos destinados al consumo y las líneas destinadas a PYMES, en contraposición con los bancos que tienen en el mercado una menor participación, que indicaron que las líneas de crédito, en cuanto a sumas a prestar, tuvieron sumas en el sector de pequeñas y medianas empresas. Se espera que en virtud de estas coyunturas, las condiciones de acceso a financiamiento vayan cambiando con el paso de los días, por lo que se trabaja de manera conjunta entre dichas entidades privadas y las autoridades estatales.