Aterriza como SpaceX: China logra un gran avance en el aterrizaje vertical de cohetes
China ha probado con éxito el aterrizaje vertical de un cohete en el océano, lo que sienta las bases para los próximos viajes espaciales y la tecnología de reciclaje
La Chinese Academy of Sciences (CAS) confirmó que su empresa de vuelos espaciales comerciales, CAS Space, había realizado con éxito dicha prueba el jueves en Haiyang, en la provincia oriental china de Shandong, según el medio estatal Global Times.
«El prototipo de cohete, de 2,1 metros de largo y 0,5 metros de diámetro, pesaba 93 kilogramos en el momento del lanzamiento, y estaba propulsado por dos motores gemelos, cada uno con un empuje de 550 newtons», declaró a Global Times Lian Jie, ingeniero jefe del instituto.
«Durante la prueba se utilizó un motor turborreactor para simular un motor de cohete líquido con empuje variable utilizado durante el aterrizaje vertical».
El prototipo de cohete CAS se elevó más de 1.000 metros, descendió suavemente, redujo la velocidad gracias al empuje inverso del motor y aterrizó firmemente con una precisión de menos de 10 metros a una velocidad de menos de dos metros por segundo.
El ensayo, que duró unos diez minutos, podría conducir en un futuro a la reutilización de las etapas de los cohetes, al igual que hace su homólogo estadounidense, SpaceX.
Aterrizando como SpaceX
La tecnología china de aterrizaje de cohetes difiere de la de SpaceX, afirma Lian Jie, ingeniero jefe de CAS. «La nuestra se basa en tecnología nacional, tanto de software como de hardware», explica.
«Estamos explorando por nuestra cuenta umbrales tecnológicos como la gestión del empuje variable, el posicionamiento de precisión y la tecnología estabilizadora».
La prueba validó la comunicación y el seguimiento de las naves espaciales, así como la tecnología de medición bajo la influencia de agitaciones marinas. También confirmó la recuperación de la etapa del cohete en el mar.
La recuperación en el mar puede suponer un importante ahorro de costes de lanzamiento, ya que la plataforma de aterrizaje puede estar en movimiento. Tras el aterrizaje podría perderse hasta un 40% de la capacidad de carga útil del cohete, aunque esta pérdida podría reducirse a la mitad mediante la recuperación en el agua.
Los futuros modelos de cohetes, como los lanzadores de carga pesada Lijian-3 y Lijian-3, utilizarán la tecnología desarrollada para la recuperación de cohetes en el mar, lo que ayudará a la futura exploración espacial de China, más asequible y extensa, afirma el informe del Global Times.
El gobierno chino abrió el mercado en 2014, permitiendo a las empresas de cohetes comerciales operar, inventar y competir, y ahora la industria espacial privada está intentando alcanzar a su homóloga estadounidense.
La prueba de aterrizaje es una prueba de que China está acelerando sus capacidades para ponerse a la altura de SpaceX. Sin embargo, es incierto cuándo aterrizarán verticalmente en la Tierra los cohetes espaciales chinos.
Fuente: worldenergytrade.com