Así es el Galaxy Note 9, el teléfono más caro de Samsung
Nueva York. Once de la mañana hora local. Calor húmedo en la ciudad más fotografiada del mundo y una expectación en el Brooklyn Barclays Center al más puro estilo americano. No juegan los Nets ni se lucen camisetas sin mangas. El interior huele a tecnología. Samsung presenta su nuevo teléfono, el Galaxy Note 9, el más caro de la compañía surcoreana. Se trata de la gran apuesta para 2018 en la alta gama, con un dispositivo que apunta a ser coronado como el mejor Android de este ejercicio y plantar cara al próximo iPhone. Se podrá comprar a partir del 24 de agosto en todo el mundo por la altísima cifra de 1.259 euros para la versión de 512 GB y 8 GB de RAM. Tiene tres colores a elegir: Negro, azul y violeta.
El smartphone no hace alardes en el diseño y sigue la línea del S9. Realiza ajustes en lugar de cambios importantes. La fachada no sufre en exceso pese a que hace crecer la pantalla hasta las 6,4 pulgadas, la más grande de un Note con una resolución QHD+. Las mejoras van en el interior. Hace tiempo que la revolución en cuanto al diseño se quedó estancada. Menos marcos incluso que su predecesor y buen manejo con una mano en esta pantalla que sigue siendo prácticamente el doble de alta que de ancha. El Note 9 funciona gracias al procesador Exynos 9810 desarrollado por Samsung junto a configuraciones de 6 GB y 8 GB de memoria RAM.
Parece un móvil pensado para el que quiere tener todo en un dispositivo. El usuario siempre quiere más y en un mercado cada vez más exigente y consumistas, las marcas cuentan con una responsabilidad enorme a la hora de sacar el mayor rendimiento posible a sus nuevos dispositivos. En la última versión del producto estrella de Samsung destaca el almacenamiento y la batería. Hace ya días que llevaban presumiendo en las redes sociales de que con su capacidad de memoria interna ya no tendrías que “borrar más fotos que las de tus ex”, y que con este nuevo smartphone la durabilidad de uso sería mayor “que un partido de Oliver y Benji”.
Y es que humor aparte, el nuevo terminal de la surcoreana cuenta con 512GB de almacenamiento ampliables a 1TB con tarjeta MicroSD; y una batería de 4.000 mAh, la más grande de un alta gama. Si la anterior generación montaba una batería de 3.300 mAh y duraba fácilmente más de 12 horas de uso, puede que el nuevo terminal pueda estar hasta dos días sin necesidad de ser conectado a la red eléctrica.
Hace tiempo que olvidaron las pesadillas de 2016 y están convencidos de hacer desaparecer los fantasmas del pasado con aquellas fatídicas baterías del Note 7. Ya el Note 8 llegó con la intención de borrar de un plumazo los problemas de la anterior generación y consiguió ser el teléfono más vendido de la serie Note desde que se aventuraran en ellos en 2011.
Aunque este Note 9 -como su predecesor- no es un simple smartphone. El término queda ya obsoleto para un terminal a medio camino entre el móvil y el PC gracias a su renovado Samsung Dex, que convierte el terminal en un ordenador de sobremesa. Además, para los ‘gamers’, la surcoreana ha anunciado la llegada del gran éxito Fortnine en exclusiva.
El nuevo buque insignia de los asiáticos no solo buscará plantar cara a Apple en el duelo de gigantes tecnológicos, sino mejorar además las discretas ventas de su Galaxy S9, presentado a principios de años en el Mobile de Barcelona. Desde Samsung han intentado paliar la situación con una mayor inversión en marketing, pero el resultado, en términos al menos económicos, ha sido negativo.
La misma cámara que el Galaxy S9+
El Note 9 es un S9+ con S-Pen bluetooth, más memoria, más batería y nuevo software. En cuanto a la cámara, tiene las mismas características que las del S9+: cámara dual trasera, la primera de 12 MP con apertura focal variable de f/1,5 y f/2,4 que se ajusta automáticamente según la luminosidad del ambiente; y una segunda cámara, teleobjetivo, de 12 MP con f/2,4 ideal para el deseado ‘efecto bokeh’. La cámara frontal, por su parte, es de 8 MP, con apertura f/1,7. También se pueden hacer vídeos en súper cámara lenta (960 fotogramas por segundo).
Y al igual que el S9, es resistente al agua y al polvo (protección IP 68) e Incluye auriculares AKG. También es compatible con carga inalámbrica Qi, que ayudará al usuario a llenar de energía su batería en un menor tiempo.
El Note 9 se apunta al carro de la Inteligencia Artificial en cuanto a la fotografía. Contará con algoritmos que saben lo que se está encuadrando en una imagen y así será capaz de detectar cientos de escenas diferentes, aplicando distintas configuraciones de colores, brillos y contrastes. Esto hace que la foto mejore dependiendo de la situación en la que nos encontremos.
S-Pen, la diferencia
Más allá de la gran pantalla que, desde el comienzo ha presumido la gama Note, el S-Pen es el objeto por excelencia que marca la diferencia del phablet de Samsung. La surcoreana certifica este lápiz inteligente que incorporará bluetooth, en una frecuencia de hasta 40 canales, dos de ellos de publicidad, y de entre 2.400 y 2.483,5 MHz, incorporando así la posibilidad de efectuar funciones por control remoto.
Por supuesto, Samsung volverá a ofrecer la oportunidad de hacer dibujos y notas con la pluma sin tener que poner el teléfono en modo de espera. Escribir sobre la pantalla cuando está apagada o mojada, incluso editar notas una vez creadas. Basta con pulsar el botón para hacer selfies y tomar fotos de grupo, pasar las diapositivas de una presentación, pausar y reproducir vídeo, y más funciones.
Fuente: Agencias