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Una nube cósmica brillante revela una colisión cataclísmica

Astrónomos han atribuido al choque de dos exoplanetas gigantes de varias a decenas de masas terrestres la observación de una nube de polvo y gas con una luminosidad extraña y fluctuante.

Los científicos estaban observando una estrella joven (de 300 millones de años) similar al Sol cuando notaron algo extraño: el brillo de la estrella disminuyó repentina y significativamente. Un equipo de investigadores miró un poco más de cerca y descubrió que, justo antes de esta caída, la estrella mostraba un aumento repentino en la luminosidad infrarroja, informa la NASA.

Al estudiar la estrella, el equipo -liderado por Matthew Kenworthy, de la Universidad de Leiden- descubrió que esta luminosidad duraba 1.000 días. Pero dos años y medio después de este brillante evento, la estrella fue eclipsada inesperadamente por algo, lo que provocó una caída repentina en el brillo. Este eclipse duró 500 días.

El equipo, que publica sus resltados en Nature, investigó más a fondo y descubrió que el culpable detrás del aumento de luminosidad y del eclipse era una nube gigante y brillante de gas y polvo. Los investigadores creen que se trata de una colisión cósmica entre dos exoplanetas, uno de los cuales probablemente contenía hielo.

En un nuevo estudio que detalla estos eventos, los científicos sugieren que dos exoplanetas gigantes de varias a decenas de masas terrestres chocaron entre sí, creando tanto el pico infrarrojo como la nube. Un choque como este licuaría completamente los dos planetas, dejando atrás un único núcleo fundido rodeado por una nube de gas, roca caliente y polvo.

Después del choque, esta nube, que aún contenía el remanente caliente y brillante de la colisión, continuó orbitando la estrella y finalmente se movió frente a ella y la eclipsó.

Este estudio se realizó utilizando datos de archivo de la misión WISE, ahora retirada, de la NASA; la nave espacial continúa operando bajo el nombre NEOWISE. Esta estrella fue detectada por primera vez en 2021 mediante el estudio robótico terrestre ASAS-SN (All-Sky Automated Survey for Supernovae).

Fuente: europapress.es