Un tardígrado sobrevive a un entrelazamiento cuántico
El experimento solo ratifica las condiciones extremas en las que puede sobrevivir el tardígrado, conocido también como ‘oso de agua’. Pese a ello, científicos ajenos a la investigación discuten sobre las conclusiones
Los tardígrados pueden soportar a un entrelazamiento cuántico, según un nuevo estudio publicado en el repositorio Arxiv.
En la investigación, los encargados explican que han llevado «con éxito» un experimento de entrelazamiento cuántico entre un tardígrado en estado de criptobiosis acoplado a un cúbit superconductor y un segundo cúbit.
El estado del microorganismo era de latencia debido a las condiciones extremas: en ella suspende todos sus procesos metabólicos, pero no está muerto, solo espera que las condiciones sean las perfectas para reanudar su actividad.
Y así, el tardígrado estuvo en este supuesto entrelazamiento cuántico, en el que se pueden medir las propiedades físicas de los cúbit están conectados pese a estar distanciados. Su funcionamiento es la base de la cada vez más popular computación cuántica.
Supervivencia al extremo
El objetivo del estudio fue identificar qué sucede cuando un organismo vivo, el del tardígrado, forma parte de un sistema cuántico (al estar acoplado a un cúbit) que, a su vez, está entrelazado con un segundo cúbit.
Pese a las temperaturas de casi -273 °C durante 420 horas, el tardígrado sobrevivió y luego recupero sus condiciones normales.
«Nuestro trabajo proporciona un primer paso en la emocionante dirección de crear sistemas híbridos que constan de materia viva y bits cuánticos», concluyen los autores.
Pero hay detractores del estudio
El paper publicado por los investigadores ha sido puedo en tela de juicio por otros científicos.
“Es importante señalar que los autores no entrelazaron un tardígrado con un qubit en ningún sentido significativo. Esto no es ‘biología cuántica'», publicó en su blog el profesor Douglas Natelson de la Universidad de Rice. «El tardígrado es principalmente agua (congelada), y aquí actúa como un dieléctrico, cambiando la frecuencia de resonancia del qubit en el que se sentó. Esto no es un entrelazamiento en ningún sentido significativo. Si lo fuera, se podría decir por el mismo razonando que los qubits están entrelazados con el sustrato macroscópico del chip de silicio”.
Hasta ahora los autores no han respondido, por lo que es posible que su único logro sea revivir a un tardígrado después de haber sido enfriado a una temperatura sin precedentes.
Fuente: rpp.pe