Un hongo podría frenar a la hormiga argentina, una de las peores plagas del mundo
Después de décadas sin una solución clara, por primera vez se logró probar que un hongo podría frenar a la hormiga argentina, una especie invasora incluida en la lista de las 100 peores plagas del mundo.
Estas pequeñas, pero persistentes hormigas cuyo nombre científico es Linepithema humile, han colonizado casi todos los continentes, desplazando especies nativas y afectando seriamente cultivos, entornos naturales y zonas urbanas.
Pero ahora, dos científicas argentinas podrían haber dado con la clave para combatirlas: un hongo entomopatógeno, es decir, un microorganismo que infecta y mata insectos.
El hallazgo de un enemigo natural
Las responsables del descubrimiento son Patricia Folgarait y Daniela Goffré, investigadoras de la Universidad Nacional de Quilmes y del CONICET. Tras años de estudio, identificaron a la cepa Li053 del hongo Beauveria bassiana, capaz de provocar la muerte de estas hormigas en distintas etapas de su desarrollo.
“Este es el primer controlador biológico probado contra la hormiga argentina. Hasta ahora no teníamos nada tan específico y eficaz”, explicó Folgarait para medios locales.
La investigación fue publicada en la revista científica Insects y representa un posible punto de inflexión en el control sostenible de esta plaga, que hasta ahora parecía invencible.
¿Por qué son tan peligrosas las hormigas argentinas?
Las hormigas argentinas tienen una dieta tan variada que prosperan fácilmente: consumen restos de comida humana, frutas, insectos muertos y sustancias dulces generadas por pulgones.
Esta capacidad las ha llevado a invadir tanto ciudades como campos agrícolas. En Europa, por ejemplo, hay una megacolonia de más de 6 mil kilómetros que se extiende por Italia, España y Portugal.
Pero combatirlas no es tarea fácil, ya que son organismos sociales, con sistemas complejos de limpieza y defensas químicas naturales. Por eso, hallar un enemigo natural efectivo fue un enorme reto.
Cómo funciona el hongo contra la plaga
El hongo actúa de forma letal pero selectiva. Infecta a las hormigas mediante esporas que entran en su cuerpo y se desarrollan en su interior, provocando su muerte. Luego, el hongo emerge del cadáver y libera nuevas esporas, infectando a otras hormigas.
En pruebas de laboratorio, más del 80% de las hormigas murieron tras entrar en contacto con el hongo. Y lo más importante es que este método no daña el ambiente como lo harían los insecticidas químicos.
¿Ya se puede usar?
A pesar del éxito en laboratorio, aún no está listo para implementarse a gran escala. Las científicas señalaron que se necesitan más estudios, financiamiento y desarrollo tecnológico para formular el hongo de forma viable, almacenarlo y transportarlo sin que pierda efectividad.
“No es como aplicar un pesticida. Estamos trabajando con un ser vivo”, aclaró Folgarait.
Además, aunque la cepa no puede patentarse en Argentina, el equipo analiza proteger métodos derivados para transferencia tecnológica y aplicación comercial.
Sin embargo, este hallazgo abre una puerta hacia una solución biológica y sustentable para una plaga que ha afectado al mundo entero. El uso de hongos entomopatógenos podría convertirse en una herramienta clave para proteger cultivos, evitar desequilibrios ecológicos y preservar la biodiversidad sin recurrir a químicos tóxicos.
Fuente: laverdadnoticias.com