Nadie que viva ha sido testigo de una súper luna azul de sangre durante la noche. Es un fenómeno tan excepcional que la última vez que ocurrió fue en 1866, el mismo año en que se inventó la dinamita, se difundieron las bases de la genética y se publicó una de las grandes obras de la literatura rusa, Crimen y Castigo. Desde esa ocasión, en el cielo no coincidía una luna azul, una superluna y un eclipse lunar total como lo hará el próximo 31 de enero.

Esa mezcla de fenómenos astronómicos, que será visible en el oeste de América del Norte, Asia, Australia y en otros lugares del Hemisferio Oriental, dará la ilusión de una luna grandísima de color rojizo. La explicación es una mezcla entre tres eventos durante un mismo instante.

Primero, la luna azul (nombre que se le da a la segunda luna llena de un mismo mes) que, casualmente, ocurrirá el próximo 31 de enero cuando este satelite esté en el punto más cercano a la órbita de la Tierra. Por eso su gran tamaño.

Mientras ocurren esos dos eventos, la Tierra, el sol y la luna se alinearán, dando lugar a un eclipse. El paso del planeta y su sombra, dispersará la luz y tornará a la luna de un brillo rojizo. Ese color es definido como “Sangre” por la NASA.

Luego del evento, estimado en poco más de una hora, la próxima vez que coincidan los tres fenómenos será el 31 de diciembre de 2028 y el 31 de enero de 2037. Ambos serán eclipses totales.

Fuente: elespectador.com