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El tórax de los neandertales estaba adaptado para consumir más oxígeno que el del Homo sapiens

Un estudio realizado por investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales y de la Universidad Autónoma Madrid (UAM), reveló que el tórax del hombre de Neandertal era considerablemente más amplio en la parte inferior que el del Homo sapiens, lo que le permitía inhalar más oxígeno.

El trabajo, publicado en Journal of Human Evolution, se basa en el análisis de restos fósiles de la cueva de El Sidrón- al norte de España- que corresponde al yacimiento neandertal más importante de la Península Ibérica.

El hombre de Neandertal fue una especie humana inteligente de la prehistoria que convivió con el Homo sapiens y que se extinguió hace 40.000 años.

Su principal característica era su gran masa muscular que, según los especialistas, conllevaría un gran aporte de aire al organismo, ya que el tejido muscular es un gran consumidor de oxígeno.

Y aunque este alto consumo de oxígeno debería verse reflejado en la caja torácica, hasta ahora ha sido imposible comprobarlo mediante métodos tradicionales, ya que las costillas y vértebras del registro fósil están generalmente fragmentadas o deformadas.

Sin embargo, utilizando técnicas como morfometría geométrica 3D, los científicos lograron reconstruir estos restos y determinar cómo era el tórax neandertal.

«Como el diafragma, uno de los músculos más involucrados en la respiración, se sitúa en la parte inferior del tórax, una expansión de esta zona podría conferir a los neandertales una mayor potencia respiratoria y una mayor entrada de aire en el organismo debido a una mayor contribución diafragmática», explicó Daniel García Martínez, del MNCN, doctorado por la UAM y coautor del trabajo.

«Esta mayor entrada de aire en el organismo sería totalmente coherente con la necesidad de un mayor aporte de oxígeno al organismo debido a que su masa muscular era mayor que en nuestra propia especie», añadió.

El porqué de la mayor masa muscular en neandertales es algo controvertido a día de hoy. Algunas teorías destacan que podría ser una adaptación a la lucha cuerpo a cuerpo contra grandes presas; otras que se trata de un rasgo genético, también se piensa que podría servir de aislamiento térmico, ya que los neandertales vivían en Europa cuando la temperatura media anual era muy baja.

Fuente: EFE