Supertornados en el Marte bombardeado por los meteoritos
Una serie de misteriosas franjas claras sobre la superficie de Marte pusieron al geólogo Peter Schultz sobre la pista de una consecuencia hasta ahora desconocida de los grandes impactos de meteoritos. Como explica con su estudiante de doctorado Stephanie Quintane en la publicación especializada Icarus, esas formaciones guardan relación con los remolinos extremos que los impactos generaron, en los que el viento tenía una velocidad de 800 kilómetros por hora o más. Aquellos supertornados se originaban cuando las nubes de vapor creadas en el impacto y que se propagaban a una velocidad supersónica se encontraban con un obstáculo natural. Se formaban entonces remolinos en la corriente supersónica de gas, tornados que arrastraban el polvo y las piedras pequeñas de la superficie.
Seguramente se produjeron también en la Tierra remolinos extremos como esos tras un gran impacto. En cualquier caso, comparados con las singularidades consecuencias de un suceso de esa magnitud, fueron un problema menor.
Schultz, que investiga las consecuencias de los impactos meteoríticos en pequeño con un cañón, cayó en la cuenta del fenómeno al observar imágenes de la superficie marciana tomadas de noche en infrarrojos. En ellas se ven en determinadas regiones franjas asociadas al viento, a corrientes estacionales de aire que barren los materiales de poco diámetro. El subsuelo queda así más expuesto y retiene el calor del Sol más tiempo, con lo que esas zonas aparecen más claras en las imágenes infrarrojas. El geólogo han encontrado, sin embargo, estructuras similares alrededor de algunos grandes cráteres de más de 15 kilómetros de diámetro, zonas que no guardan relación con vientos regulares.
Desde elevaciones topográficas locales se extienden sobre la zona cubierta por el material que el impacto arrojó, hasta a distancias de 500 kilómetros con respecto al cráter. Los modelos por ordenador muestran que a izquierda y derecha de esas irregularidades del terreno se forman remolinos que caen sobre la superficie en forma de tornados. No hay franjas como estas alrededor de todos los cráteres; es posible que bajo la superficie tuviese que haber suficiente hielo para que se generase la suficiente cantidad de vapor. Schultz espera, por lo tanto, que las propiedades del subsuelo de Marte en la época en que se formaron los cráteres se puedan deducir de las estructuras superficiales.
Fuente: investigacionyciencia.es